De estancado a florecer: acciones clave para destrabar tu potencial

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Recientemente, un paciente me preguntó la diferencia entre florecer y estar estancado. No en definiciones sino en acciones. Quería saber cómo se comporta alguien que está floreciendo versus cómo se comporta alguien que está estancado. Quería ideas sobre rasgos y acciones visibles. Era obvio por qué hacía esta pregunta: se sentía estancado y no podía identificar por qué. No sabía lo que estaba haciendo que se mantenía tan estancado y buscaba pistas. Había estado tratando de cambiar las cosas en su vida durante semanas y seguía tropezando con las mismas barreras.

Comportamientos de florecimiento

Los individuos florecientes buscan activamente crecimiento y nuevos desafíos. Aceptan el cambio y no tienen miedo de salir de sus zonas de confort. Y aunque generalmente no se sienten cómodos con la incomodidad que conlleva el crecimiento y los desafíos, han desarrollado estrategias de autorregulación que mantienen alineado su sistema nervioso. Establecen metas claras y trabajan persistentemente hacia ellas. Cuando se encuentran con el aburrimiento que proviene de las listas diarias de tareas pendientes que requiere el logro de metas, saben que no durará para siempre. Y cuando se encuentran con un obstáculo, trabajan para encontrar una solución. Las personas florecientes también tienen una red de apoyo de amigos, familiares, mentores o colegas que los empujan más allá de sus límites, los inspiran a soñar y los motivan con su propio crecimiento personal.

Las personas florecientes tienden a tener una mentalidad de crecimiento en la que ven los fracasos como experiencias de aprendizaje. Tienden a ser resilientes y pueden recuperarse de errores o cuando los eventos no salen según lo planeado. Son proactivos y no esperan a que caigan cosas buenas en sus regazos; están constantemente buscando lo que pueden hacer para crear un cambio positivo en sus propias vidas. Son flexibles porque deben adaptarse constantemente a lo que están aprendiendo y a cómo están creciendo.

Comportamientos de estancamiento

Por otro lado, aquellos que se sienten estancados a menudo se resisten al cambio. Pueden tener miedo o ansiedad al respecto, o pueden no ver la necesidad. Pueden posponer las cosas y encontrar fácilmente excusas sobre por qué no se pueden completar las tareas clave. Evitan riesgos y, cuando se les presenta una opción, toman el camino de menor resistencia sin importar a dónde los lleve. Las personas estancadas se aferran a las rutinas incluso cuando ya no les sirven. Es posible que vivan atorados en los éxitos pasados, pensando que estos demuestran lo injusta que es la vida ahora, ya que ya no pueden lograr las cosas que desean. Su atención se centra en los obstáculos y por qué no pueden actuar y son expertos en convencerse a sí mismos (y a veces a quienes los rodean) de por qué necesitan permanecer estancados, sin importar cuánto se quejen de odiar dónde se encuentran en este momento.

Las personas estancadas tienden a tener una mentalidad más negativa y ven las cosas de una manera fija: "No soy bueno en eso" o "así son las cosas". Cuando las cosas no les salen bien o cuando experimentan un revés o un fracaso, lo ven como una señal de que deben detenerse o de que no están listos. Tardan tanto en recuperarse de estos contratiempos que terminan perdiendo impulso por completo, ya sea renunciando o cambiando completamente de rumbo (¡de nuevo!). Por lo general, esperan a que sucedan las cosas en lugar de perseguir lo que quieren y pueden ser extremadamente inflexibles en su forma de pensar sobre sí mismos, los demás y el mundo.

Lidiando con el estancamiento

Puede ser realmente desafiante cuando tú o alguien que te importa está estancado. He visto cómo el estancamiento arruina matrimonios y crea depresión. Y puede ser difícil reconocer cuándo eres tú quien está estancado. Pero si te identificas con alguno de los comportamientos estancados anteriores, es probable que sea hora de cambiar. La diferencia clave entre florecer y quedarse estancado radica en la mentalidad y la acción. Aquí hay algunas cosas que puede hacer para pasar de estar estancado a florecer.

• Reevalúa tus metas. A menudo, las personas se quedan estancadas porque sus metas ya no se ajustan a ellas. Tómate el tiempo para tener claro lo que quieres de la vida y cuál es tu propósito. Divide los objetivos en pasos más pequeños y manejables para que no sean abrumadores.
• Acepta nuevos desafíos. Practica salir de tu zona de confort y probar cosas nuevas. No tienen que estar alineadas con tus objetivos ni servir para ningún otro propósito que no sea hacer algo difícil y nuevo. Toma una clase de un idioma extranjero, inscríbete en el concurso de baile o ofrécete como voluntario para el político local que te inspire. Haz de "aceptar nuevos desafíos" tu mantra diario y ve cómo te empuja a florecer.
• Trabaja para cambiar tu forma de pensar. Comienza a replantear los errores, contratiempos y fracasos como oportunidades de aprendizaje. Considera los obstáculos y barreras como una oportunidad para pensar creativamente y encontrar nuevas soluciones. Si te sorprendes pensando negativamente o de manera fija, pregúntate sobre qué tienes control en la situación y encuentra una pequeña cosa que puedas hacer de inmediato para crear un cambio positivo.
• Rodéate de personas inspiradoras y motivadoras. Los humanos somos criaturas sociales y tendemos a ser como las personas con las que pasamos más tiempo. Elige sabiamente. Encuentra personas que no solo sueñen en grande sino que actúen. Busca a aquellos que te hagan querer ser la mejor versión de ti mismo y pasa el mayor tiempo posible con ellos.

Si quieres pasar de estar estancado a florecer, prueba los pasos anteriores. Y si aún no puedes llegar allí, busca apoyo. Un coach o un psicólogo podría ser justo lo que necesitas.