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Verificado por Psychology Today

Pornografía

Cuando las mujeres usan el porno

Una nueva investigación examina cómo el porno afecta las relaciones de las mujeres.

Cuando hay una discusión sobre la manera en la que el uso del porno afecta a las relaciones, la narrativa suele ser de esta manera: los hombres que están obsesionados con el sexo son irresistiblemente atraídos al porno y debido a sus interacciones con él, pierden el interés en sus esposas y novias, que resienten tener que competir con los cuerpos perfectos y apetitos sexuales voraces de las estrellas de porno femeninas. Los hombres son presentados como transgresores y las mujeres como víctimas.

Y aún así, los datos muestran que alrededor de un tercio de los usuarios de porno son mujeres. Claro, las mujeres reportan un uso menos frecuente del porno en promedio comparadas con los hombres. Sin embargo, necesitamos reconocer que una minoría considerable de mujeres son consumidoras regulares de pornografía, y este hechoo desafía las nociones tradicionales de cómo el uso del porno afecta las relaciones.

A la fecha, se han realizado pocas investigaciones sobre el impacto del uso femenino de la pornografía tiene en su satisfacción sexual general y cualidad de la relación. Esta brecha en la literatura es lo que el psicólogo Sean McNabney y sus colegas de la Universidad de Valparaiso (Indiana) intentaron atender en un artículo que publicaron en el Diario Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública.

Para este estudio, McNabney y sus colegas reclutaron más de 2400 mujeres en dos países, Estados Unidos y Hungría, para responder a una encuesta evaluando un amplio rango de problemas sexuales. En particular, estaban interesados en cinco resultados sexuales durante el sexo en pareja y masturbación con porno. Específicamente:

  • Qué tan difícil es para ellas excitarse sexualmente.
  • Qué tan difícil es para ellas llegar a un orgasmo.
  • Qué tan probable es que lleguen a un orgasmo.
  • Qué tanto les toma llegar a un orgasmo.
  • Qué tan placentera es la experiencia sexual para ellas.

Los datos presentan una imagen del uso de pornografía en las mujeres como solo un aspecto de las cambiantes costumbres sexuales en la sociedad occidental. Por ejemplo, las mujeres que usan porno tienden a ser más jóvenes y ser mejor educadas que las que no usan porno. También tenían actitudes más abiertas sobre el sexo en general y sobre la masturbación en particular.

De manera interesante, las mujeres que frecuentemente se masturbaban con el porno expresaron mayor angustia cuando eran incapaces de llegar al clímax con su pareja. Es bien sabido que las mujeres tienden a tener mayores dificultades para lograr un orgasmo en comparación con los hombres, y, por años, los terapeutas les han estado recomendado a sus clientes femeninas que aprendan a estimularse a ellas mismas hasta llegar al orgasmo primero. Podría ser que las mujeres que usan el porno han llegado a esperar lograr el clímax, contrario a las mujeres que no lo utilizan.

En una nota relacionada, las mujeres que frecuentemente usaban porno reportaron menos dificultades para excitarse o tener un orgasmo durante la masturbación. También tenían más probabilidades de lograr un orgasmo durante la masturbación. Los investigadores concluyen que el porno puede brindar una forma de educación para las mujeres intentando aprender más sobre su propia sexualidad.

Muchas de las preocupaciones sobre el uso del porno es la posibilidad de que tenga un impacto negativo en el funcionamiento sexual y la satisfacción con una relación. Sin embargo, entre las mujeres en este estudio, aquellas que usaban porno con frecuencia también reportaron mejores resultados en el sexo con sus parejas. No hubo evidencias de efectos dañinos por el uso frecuente del porno.

De manera similar, el uso frecuente del porno tampoco se asoció con la satisfacción en una relación. Es decir, no hay evidencias a partir de estos datos de que el uso de porno tenga un efecto negativo en la calidad de una relación. Tampoco sugieren los datos que las mujeres estén usando el porno para compensar las deficiencias en su relación. En lugar de eso, los datos muestran que las mujeres que están satisfechas con sus relaciones sexuales reportan tener más facilidad para excitarse, llegar al clímax y disfrutar más de sus experiencias sexuales en general, sin importar si era en pareja o a solas.

Debido a que los datos fueron recolectados tanto en Estados Unidos como en Hungría, los investigadores fueron capaces de observar las diferencias transculturales. Por ejemplo, las mujeres en Estados Unidos reportaron un uso más frecuente de pornografía que aquellas en Hungría. Al mismo tiempo, las mujeres americanas también reportaron más dificultades para excitarse sexualmente y lograr un orgasmo, ya fuera a solas o en pareja.

Es interesante especular sobre las razones para estos hallazgos. En general, los europeos tienen actitudes más abiertas hacia la sexualidad que los estadounidenses y la educación sexual en sus escuelas también tiende a ser más amplia. Podría ser que las mujeres estadounidenses más jóvenes buscan educación sexual en la pornografía y también experimentan más disfunciones sexuales debido a los mensajes negativos sobre la sexualidad que reciben en su cultura.

Aunque hay mucho temor sobre los efectos dañinos de la pornografía, tanto entre psicólogos profesionales como entre el público en general, sería difícil encontrar evidencias de daño en los datos que estos investigadores han recolectado. En su lugar, lo que estos datos muestran es que el uso de las mujeres del porno está relacionado con otros aspectos positivos de su vida sexual y relaciones en pareja. Es decir, las mujeres que tienen actitudes positivas acerca del sexo en general no solamente experimentan una mayor satisfacción son sus relaciones sexuales en pareja, también saben cómo satisfacer sus necesidades sexuales por su cuenta.

En resumen, no hay evidencia entre estas mujeres de que el uso frecuente de porno lleve a problemas en el funcionamiento sexual o relacional, ni que estuvieran recurriendo al porno para compensar por lo que les hacía falta en sus relaciones. En su lugar, los datos muestran que las mujeres con actitudes positivas sobre su propia sexualidad tienden a ser más felices en sus relaciones en pareja y también tienen más probabilidades de usar el porno también.

Estas mujeres de mente abierta usan el porno como un componente de sus vidas sexuales saludables.

Imagen de Facebook: ShotPrime Studio/Shutterstock

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
David Ludden Ph.D.

El Doctor David Ludden, es profesor de psicología en Georgia Gwinnett College.

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