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Verificado por Psychology Today

Relaciones

¿Cuáles son los beneficios de la compasión?

La compasión puede llevar a cambios poderosos en lo personal y en las relaciones

Los puntos clave

  • La compasión te da un propósito, es contagiosa y es buena para la salud mental y física.
  • Para sobrevivir y prosperar como humanos, debemos mostrarnos compasivos con nosotros mismos y con los demás.
  • Tenemos una capacidad natural para sentir y cuidar el dolor de los demás, y cuando recibimos cuidado de otro, regula nuestra angustia.

La compasión es como el agua. Puede fluir sobre rocas duras y en lugares estrechos y los ablanda con el tiempo. Y así como el agua puede crear el Gran Cañón, la compasión con el tiempo puede conducir a cambios poderosos dentro de nosotros mismos y en nuestras relaciones. El Dr. Paul Gilbert describe los Tres Flujos de Compasión:

  1. Dar compasión: Ofrecer apoyo y cuidado a otra persona o grupo que está sufriendo
  2. Recibir compasión: Cuidar y ayudar cuando estás en dificultades
  3. Compasión interior: darte compasión a ti cuando sientes dolor

Cuando consideras estos tres flujos de compasión, ¿cuál te resulta más fácil? ¿Cuáles son más desafiantes?

Para sobrevivir y prosperar como humanos, debemos mostrarnos compasivos con nosotros mismos y con los demás.

¿Por qué es importante la compasión?

Nacimos para conectar. Tenemos una capacidad natural para sentir y cuidar el dolor de los demás, y cuando recibimos cuidado de otro, regula nuestra angustia (Jinpa 2015). Tenemos una necesidad humana fundamental de unirnos a los demás y una necesidad fundamental de cuidar de nosotros mismos. Es a través de este flujo de compasión que podemos encontrar un propósito y enfrentar los factores estresantes de la vida con fuerza. Hay miles de estudios sobre la compasión y, juntos, estos estudios muestran sin lugar a dudas que la compasión es uno de los agentes más poderosos para la salud y el bienestar. (Neff 2021; Ferrari et al. 2019; Kirby, Tellegen, y Steindl 2017).

  1. La compasión te da propósito: No hay nada mejor que sentirse útil. Con compasión, sales del enfoque en ti mismo y encuentras un mayor sentido de significado que se extiende más allá de ti. Tener un sentido de propósito te ayuda a vivir más tiempo y respalda una mejor calidad de vida (Alimujiang et al. 2019). Tener compasión por ti mismo también te motiva a cambiar comportamientos poco saludables y salir de entornos y relaciones que son perjudiciales para ti. En lugar de tratar de forzarte a cambiar con autocrítica, con autocompasión, haces cambios porque inherentemente te preocupas por tu propio bienestar.
  2. La compasión es buena para la salud mental: cuando nos damos cuenta de que no estamos solos con nuestro dolor, sentimos que nuestras cargas se alivian un poco. La investigación sobre la compasión muestra que está relacionada con una mayor felicidad y una menor depresión (Shapira y Mongrain 2010), promueve la conexión social (Seppala, Rossomando y Doty 2013) y refuerza los sentimientos estables de autoestima (Neff y Vonk 2009). Cuando ofrecemos amabilidad por nosotros mismos y perdón por nuestros errores, podemos salir de la ansiedad, la rumiación y la vergüenza. Por ejemplo, se ha descubierto que algo tan simple como escribirnos una carta compasiva a nosotros mismos nos ayuda a lidiar mejor con los eventos angustiosos de la vida (Leary et al. 2007).
  3. La compasión es buena para la salud física: la compasión nos ayuda a sentirnos más conectados y menos estresados y puede protegernos contra las consecuencias de la soledad para la salud (Jinpa 2015). Un estudio de más de 2,000 personas de la Universidad de Chicago encontró que la soledad extrema tenía el doble de probabilidades de causar la muerte que la obesidad o la presión arterial alta (Cappiopo 2015). Con compasión, te sientes parte de algo más grande y te sientes apoyado para llevar las cargas de la vida. Por ejemplo, la compasión reduce los marcadores fisiológicos de estrés (Breines et al. 2014), y las personas que obtienen una puntuación más alta en compasión pueden recibir mejor apoyo social, lo que conduce a una respuesta de estrés más adaptativa (Cosley et al. 2010). Este tipo de conexión también promueve el envejecimiento positivo (Phillips y Ferguson 2013). Por ejemplo, los voluntarios viven más que los no voluntarios, pero solo aquellos que lo hacen por razones orientadas a los demás y no a sí mismas (Konrath et al. 2012).
  4. La compasión es contagiosa: la compasión inspira lo que Johnathan Haidt llama “elevación”. Ver a alguien participar en actos de bondad y amabilidad humana crea un sentimiento cálido y edificante que motiva a otros a hacer lo mismo. La compasión conduce a una espiral ascendente de bien colectivo. Cuando somos compasivos, libera la hormona de unión oxitocina y activa áreas de nuestro cerebro asociadas con el placer (Esch y Stefano 2011). La compasión se siente bien porque estamos conectados para conectarnos.

Como escribe Thich Nhất Hạnh en El arte de vivir, “Cuando podemos generar comprensión y compasión en nuestra forma de ser y trabajar juntos, todas las personas con las que interactuamos sienten esa energía de inmediato y pueden beneficiarse de ella” (Hạnh 2017 p. 64).

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Diana Hill, Ph.D.

La Dra. Diana Hill, es psicóloga clínica, co autora de ACT Daily Journal, y conductora del podcast Your Life in Process.

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