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Verificado por Psychology Today

James M. Kerr
James M. Kerr
Liderazgo

Cómo evitar liderar con miedo y egoísmo

El miedo y el egoísmo siempre causarán estragos en líderes y organizaciones.

Los puntos clave

  • Los comportamientos de liderazgo impulsados por miedo y egoísmo pueden conducir a entornos laborales tóxicos.
  • Los entornos laborales tóxicos dejan a las personas emocionalmente agotadas y listas para renunciar.
  • Cultivar un liderazgo más considerado y desinteresado ayuda a los líderes y a su gente a actuar con confianza.
rs2 studio / Adobe Stock
Fuente: rs2 studio / Adobe Stock

Las tendencias de un líder hacia el miedo y el egoísmo contribuyen considerablemente a acciones y consecuencias negativas dentro de una organización.

Por ejemplo, la afinidad hacia la microgestión, la aversión al riesgo y el autoritarismo son sólo algunos de los malos comportamientos impulsados por el miedo, mientras que el egoísmo de un líder a menudo se manifiesta en una autopromoción incesante, una falta de transparencia y poca responsabilidad cuando las cosas no van según lo planeado.

Claramente, los comportamientos de liderazgo que son impulsados por el miedo y el egoísmo solo provocan el tipo de entornos laborales tóxicos que dejan a las personas emocionalmente agotadas y encaminadas hacia pastos más verdes.

Las personas en posiciones de liderazgo empresarial deben hacerlo mejor.

A continuación se ofrecen algunas sugerencias para cultivar un estilo de liderazgo más considerado y desinteresado:

1.Fomentar la autoconciencia y la atención plena: Empieza por volverte más consciente de tus propios pensamientos, emociones y comportamientos. Presta atención a los momentos en los que surge dentro de ti el miedo o el egoísmo. Al reconocer estas tendencias, puedes tomar medidas para abordarlas.

Ideas como practicar la empatía y fomentar la gratitud pueden ser los primeros pasos naturales a seguir. De hecho, ponerte en el lugar de otras personas y tratar de comprender sus perspectivas, sentimientos y necesidades puede ser de gran ayuda para reducir las tendencias egoístas.

Además, cultivar un sentido de aprecio por las cosas que tienes y las personas que te rodean y centrarte en los aspectos positivos de tu vida puede cambiar tu mentalidad del miedo y más hacia la generosidad y la compasión.

2. Busca perspectivas diversas: Rodéate de personas de diferentes orígenes y culturas. Participa en conversaciones abiertas y honestas que desafíen tus propias creencias y prejuicios. Esta exposición a diversas perspectivas puede ampliar tu comprensión y reducir el pensamiento basado en el miedo.

Utiliza esta exposición a diferentes ideas como catalizador para practicar más deliberadamente la bondad y la generosidad, especialmente en esos momentos en los que hay desacuerdo. Buscar activamente oportunidades para comprender y respetar mejor las diferencias en los demás no solo contribuye a tu bienestar sino también al bienestar de los miembros de tu equipo. De hecho, la generosidad y la bondad son antídotos contra el egoísmo y el miedo.

3. Edúcate: Aprende sobre los desafíos y luchas que enfrentan diferentes personas y comunidades. Infórmate sobre temas sociales, preocupaciones globales y el impacto de sus acciones en los demás. Este conocimiento puede fomentar la empatía e informar tus decisiones y comportamientos.

Con una perspectiva mejor informada, se puede empezar a ver el valor de una mayor colaboración y cooperación. En lugar de abordar situaciones con una mentalidad competitiva, trabaja con otros para encontrar soluciones beneficiosas para todos los involucrados. Este enfoque promueve un sentido de responsabilidad compartida y disminuye el miedo a fracasar y el egoísmo que surge cuando se cree falsamente que no hay suficiente crédito para todos.

4. Examina tus valores: Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus valores fundamentales. Si son egocéntricos, quizás quieras modificarlos para que se centren más en los demás que en ti. A partir de ahí, identifica los valores que deseas encarnar, como la compasión, la justicia y la integridad. Verifícate constantemente para asegurarte de vivir en consonancia con estos valores.

Si descubres que no lo estás logrando, es importante que sepas los demás también lo notan. De hecho, cuando reconocemos que alguien no “practica lo que predica”, inmediatamente perdemos la confianza y el respeto por esa persona. No te permitas ser esa persona. Más bien, haz el trabajo necesario para vivir tus valores y ser tú.

5. Practica el autocuidado: Cuidar de tu propio bienestar es crucial para desarrollar una mentalidad libre de miedo y egoísmo. Priorizar actividades de autocuidado que promuevan el bienestar físico, mental y emocional. Cuando estás equilibrado y satisfecho, es más probable que afrontes las situaciones con una mentalidad positiva.

Es sorprendente lo bien que podemos sentirnos simplemente comiendo, durmiendo y haciendo ejercicio. Haz esas cosas por ti y comenzarás a notar que enfrentas el mundo laboral con más paciencia, comprensión y respeto por los demás, lo que puede controlar cualquier tendencia que puedas tener a operar a partir del miedo o el egoísmo.

Para cerrar, recuerda que el cambio requiere tiempo y esfuerzo. Ten paciencia y practica la autocompasión a lo largo del camino. Al trabajar conscientemente en estos aspectos de ti, reducirás gradualmente el miedo y el egoísmo y cultivarás un enfoque más compasivo y generoso para liderar e interactuar con los demás.

A version of this article originally appeared in English.

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