6 Señales de que podrías ser sensible al rechazo

A nadie le gusta el rechazo. Incluso cuando tengas la sabiduría para ver que te brinda una oportunidad de crecimiento, no te gustará ser rechazado. Pero hay una diferencia entre que no nos guste y sentirnos devastados por él. Desafortunadamente, las personas sensibles al rechazo tienden a verlo en todas partes, y para ellas, el impacto es grande, lo que hace que sea difícil o casi imposible superar incluso el rechazo más pequeño.

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Tu sensibilidad al rechazo puede diferir en las diferentes áreas de tu vida. Es posible que te sientas capaz y resistente en el trabajo, pero sensible al rechazo en las relaciones personales, amistades o relaciones íntimas, o ambas cosas. O, es posible que te sientas emocionalmente fuerte en tu vida personal, pero prácticamente paralizado por el miedo a ser inadecuado en el trabajo. Algunas profesiones son caldo de cultivo para tales temores. Por ejemplo, los empresarios, agentes de bienes raíces y artistas de todo tipo deben aprender a lidiar eficazmente con el rechazo si quieren sobrevivir y prosperar en sus campos elegidos.

Como explico en Recuperarse del Rechazo, seis reacciones comunes de las personas sensibles al rechazo son:

Exagerada: Piensa en tus experiencias de rechazo y pregúntate: "¿tiendo a reaccionar de forma exagerada?” Considera si tiendes a ver el rechazo en situaciones ambiguas o si respondes a pequeños rechazos como monumentales. Por ejemplo, cada vez que el supervisor de Juan pedía verlo, estaba seguro de que iba a ser despedido—a pesar de que el supervisor le daba continua retroalimentación positiva.

No poder avanzar: Una forma en que las personas reaccionan de manera exagerada es que rumian sobre el fracaso o el rechazo. Al igual que el agua que se descarga en el inodoro, sus pensamientos giran en espiral hacia un agujero oscuro y no pueden salir.

Responder con ira intensa: Si tienes miedo al rechazo, tu miedo puede ir acompañado de ira. Es una forma de luchar contra el miedo, o de tratar de superarlo. Si bien la ira puede sentirse más poderosa que el miedo, la ira también te mantiene enfocado en la otra persona en lugar de en tus luchas internas. Puedes provocar más problemas en tus relaciones y nunca abordar o resolver tus miedos.

Protección contra el juicio: Muchas personas que luchan con sentirse inadecuadas o indignas son, como es lógico, sensibles al rechazo. Esperando ser rechazadas, naturalmente se protegen de ser juzgadas retrayéndose socialmente o ser extremadamente atentas y cuidadosas con los demás. Si bien pueden evitar el rechazo, también sufren de sentirse solas, ya sea porque no interactúan con los demás o porque sienten que a los amigos no les gustarían si conocieran "el verdadero yo".

Responder con una actitud de "No me molesta" : Algunas personas parecen totalmente indiferentes a lo que otros piensan. Sin embargo, para muchos, este es un caso de apariencias engañosas. No quieren sentirse molestas por el juicio o el rechazo, por lo que fingen que no les importa, o se adormecen ante su dolor. Pero el dolor a menudo no se puede contener y se expresa de maneras indirectas, como sentirse deprimido o ansioso por "ninguna razón" o estar a la defensiva en las relaciones.

Ser independiente y autosuficiente: Las personas extremadamente autosuficientes también son más sensibles al juicio de lo que parecen. Aunque no sienten miedo al rechazo, esta falta de preocupación es el producto de evitarlo. Una consecuencia de este estilo de lidiar con el rechazo potencial es que la persona se siente emocionalmente sola. A menudo ni siquiera saben que se sienten solas. En cambio, pueden ser más conscientes del aburrimiento o la inquietud.

Si reconoces alguno de estos rasgos en ti mismo, podría ser el momento de empezar a observar más de cerca tu sensibilidad al rechazo. Considera los diferentes ejemplos de ello en tu vida. Piensa en si hay ciertas circunstancias que parecen provocarlo. Y reflexiona sobre dónde pudiste haber aprendido que es probable que te rechacen. A medida que conozcas mejor tu sensibilidad al rechazo, ten cuidado de entenderla con cuidado y preocupación. Al desarrollar una autoconciencia compasiva de tu sensibilidad al rechazo, puedes comenzar a ver el rechazo desde una perspectiva más saludable, más resistente y menos dolorosa.