5 Formas para saber si estás en la relación equivocada

Fuente: Federico Marsicano/Shutterstock

Si una relación está “destinada a ser” a menudo se determina por la cantidad de trabajo que ambos deciden poner en ella. Y si sientes que has hecho todo lo que puedes, y todavía no ha funcionado, entonces decides que la relación no estaba destinada a ser. Pero vamos a revisar algunas señales que podrían ayudar a identificar antes cuando una relación es la equivocada para ti.

Si viste estos signos en relaciones anteriores, pero no te fuiste cuando pudiste hacerlo, sé suave contigo: tenías un punto de vista diferente, entonces. Mi propósito no es hacer que te sientas arrepentido por tu pasado, o pánico por tu relación actual. Esto es solo un recordatorio para afilar tu radar y considerar tus opciones. El resultado podría ser conversaciones más honestas con tu pareja o un cambio en tu propio comportamiento.

Aquí, entonces, hay cinco signos de que estás en una relación que no está "destinada a ser."

1. No te sientes como tú.

Todo lo que te ha gustado de ti mismo, quién eres o lo que te hace único, se desvaneció o desapareció.

Desafortunadamente, esto sucede mucho en las relaciones. Atiendo a personas que pasan por esto todo el tiempo. Y sucede muy gradualmente; de lo contrario, lo detendríamos de inmediato.

A veces las parejas intentan controlarnos y llaman "amor" a este comportamiento. Con el tiempo, esto elimina lo que somos o queremos ser. Entonces, un día, nos despertamos, nos miramos al espejo y no nos reconocemos. Esta es una señal, una mala.

Permíteme detenerme y ten en cuenta que puede no ser 100 por ciento culpa de la otra persona. Este puede ser un patrón en todas tus relaciones, lo que significa que el denominador común eres tú.

Es fácil perdernos en nuestras relaciones. Esto generalmente ocurre debido a una comprensión distorsionada del amor como autosacrificio, en lugar de pensar en ello en términos de compromisos saludables y crecer juntos. Si sigues la lógica de esta mentalidad, generalmente terminarás pensando en tu educación y en lo que aprendiste sobre la experiencia del amor cuando eras niño. La clave es ser consciente y trabajar en encontrarte de nuevo, no importa lo que se necesite. Si no lo haces, no te estás trayendo a ti a la relación. Estás trayendo tu condicionamiento.

2. Constantemente estás tratando de demostrar tu valía.

Ya es bastante malo que tengamos que buscar constantemente nuestro valor en el mundo. Pero si también estamos haciendo esto en nuestra relación, hay algo malo, porque ese es el único lugar donde no deberías tener que demostrar tu valía.

¿Cómo sabes si estás constantemente tratando de demostrar tu valía? Comienza por reconocer que hay una diferencia entre buscar aprobación y validación, algo que todos hacemos hasta cierto punto, y buscar tu valor.

Aquí hay algunas señales de que estás constantemente buscando tu valor en una relación:

• Tus ideas son derribadas.
• Tu pareja no apoya tus sueños.
• Rara vez se llega a hablar de ti.
• Tu pareja puede oírte pero no te escucha.
• Te sientes invisible.

No es el trabajo de tu pareja hacer que te sientas valioso, pero sí es su trabajo crear un espacio seguro donde tu valor es alentado en lugar de ignorado o incluso golpeado. Tu relación no debe hacerte sentir invisible; debe hacerte sentir invencible.

3. Te sientes como si estuvieras observando una relación en lugar de estar en una.

Muchas personas llegan a un estado en el que dejan que la vida les suceda en lugar de permitirse sucederle a la vida, al participar y vivir verdaderamente al máximo, y hacer su mella en el universo. Puedes empezar fluyendo con los movimientos de la vida en lugar de vivir plenamente los propios.

Esto también puede suceder en las relaciones. Reconoces la relación pero ya no participas en ella. Sabes que estás "tomado", no solo. Sabes las fechas importantes y cuándo comprar regalos. Conoces la rutina para la cena. Sabes lo que le gusta en la cama. Pero todo esto es información, no presencia. La relación ya no se basa en la pasión, sino en las rutinas. Si crees en tu corazón que esto se debe a él o ella más que a ti, es una gran señal. Analiza esto: es una pancarta gigante que dice "ustedes dos no están destinados a ser".

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4. Rompes contigo.

En algún momento, has terminado la relación que tuviste contigo mismo. Te has dado por vencido o te has rendido, y es posible que ni siquiera te des cuenta.

Tal vez te convenciste de que esto es lo que se supone que debe ser una relación. Tal vez te dijiste a ti mismo que el "amor verdadero" significa encontrar a alguien que te haga querer vivir más tiempo y ser una mejor persona. Y tal vez así es como justificaste cambiarte a ti mismo para que la relación funcionara.

Cualquiera que sea el caso, si tú y tus necesidades ya no están en la ecuación debido a tu relación, es probable que no estés destinado a estar en esa relación. En este punto, no se trata de señales. Se trata de porqués.

5. Hay banderas rojas por todos lados.

De verdad. . .

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