Crianza
3 Formas de evitar que tu hijo adulto se aproveche de ti
Reclama tus límites y fomenta una relación más sana.
5 de octubre de 2024 Revisado por Kaja Perina
Los puntos clave
- Recuerda, no solo eres su padre, también eres una persona que merece respeto.
- Establecer un límite no significa excluir a tu hijo, se trata de amarlo y respetar tus necesidades.
- Muchos padres sienten que deben elegir entre ser pasivos, evitar conflictos o ser duros al responder.
Ser padre no se detiene una vez que tu hijo se convierte en adulto, pero la dinámica cambia. Es difícil navegar por esta nueva fase cuando tu hijo adulto parece tratarte como un tapete, esperando constantemente ayuda, exigiendo más de lo que puede dar o ignorando tus límites. Para ser justos, la mayoría de los hijos adultos que son emocionalmente reactivos, manipuladores o emocionalmente abusivos con sus padres tienen dolor emocional.
Es crucial que los padres no se culpen simplemente a sí mismos. Al mismo tiempo, deben hacer un inventario de lo que hicieron bien y no tan bien como padres y cómo eso impactó a sus hijos ahora adultos.
La buena noticia es que puedes fomentar una relación más equilibrada y respetuosa con una comunicación clara y límites firmes. Aquí hay tres formas en que trabajo con mis pacientes de entrenamiento para padres para evitar que sus hijos adultos pasen por encima de ellos.
1. Establece límites firmes pero amorosos
Si sientes que se aprovecha de ti, es una señal de que los límites se han difuminado. Muchos padres dudan en imponer límites a sus hijos adultos porque temen alejarlos. Pero sin límites claros, los patrones poco saludables continuarán. Tomemos a Sara, cuyo hijo de 26 años, Miguel, le pedía dinero con frecuencia sin pagarle nunca.
Al principio, ella no quería crear tensión, así que siguió prestándole dinero en efectivo. Pero con el tiempo, se acumuló el resentimiento. Después de hablar con un psicólogo, Sara se dio cuenta de que necesitaba decirle: "Te amo, pero no puedo seguir ayudándote económicamente. Es hora de que asumas la responsabilidad". Establecer un límite no significa excluir a tu hijo, se trata de amarlo y respetar tus necesidades.
Consejo: Sé claro y coherente con tus límites. Practica decir "no" sin sentirte culpable y asegúrale a tu hijo que el límite es para su bienestar mutuo.
2. Deja de rescatarlos de todos los problemas
Es tentador intervenir y arreglar las cosas cuando tu hijo tiene dificultades, pero rescatarlo constantemente le impide aprender a manejar la vida de manera independiente. Tomemos a Marcos, cuya hija de 30 años, Elisa, lo llamaba cada vez que tenía un conflicto en el trabajo o un problema con sus amigos. Aunque le agotaba emocionalmente, Marcos dejaba todo por dar consejos.
En una sesión de coaching conmigo, Marcos se dio cuenta de que intervenir estaba atrofiando el crecimiento de Elisa. Lo ayudé a aprender a ofrecerle apoyo sin resolver sus problemas diciéndole: "Creo que puedes manejar esto. Déjame saber cómo va". Este cambio le permitió a Elisa desarrollar habilidades para resolver problemas al tiempo que reducía la presión sobre Marcos.
Consejo: Ofrece apoyo y aliento, pero siéntete libre de detener el impulso de resolver todos los problemas. Deja que tu hijo adulto experimente las consecuencias de sus elecciones y aprenda a ser resiliente.
3. Comunícate de manera asertiva, no agresiva
Muchos padres sienten que deben elegir entre ser pasivos, evitar conflictos o ser duros para expresar su opinión. Ninguno de los extremos funciona bien. En cambio, la comunicación asertiva logra el equilibrio adecuado. Julia perdió la paciencia con su hijo de 25 años, Tadeo, quien con frecuencia asistía tarde a las cenas familiares sin disculparse.
En lugar de criticarlo, Julia expresó con calma sus sentimientos: "Cuando llegas tarde, me hace sentir que no me respetas. Me gustaría que me avisaras de antemano si llegas tarde para que podamos planificar en consecuencia". Julia estableció nuevas expectativas al comunicar sus necesidades de manera clara y respetuosa sin dañar la relación.
Consejo: Expresa tus sentimientos sin culpar ni avergonzar usando declaraciones en "Yo". Mantén la calma pero firme y dile a tu hijo qué comportamiento esperas para seguir adelante.
Reconstruir la relación con tu hijo adulto después de establecer límites y expectativas puede llevar tiempo, pero conduce a interacciones más saludables a largo plazo. Recuerda, no solo eres su padre, también eres una persona que merece respeto.
Reflexiones finales
Recuerda que recuperar tus límites y cambiar la dinámica con tu hijo adulto requiere paciencia y consistencia. Puedes fomentar una relación más respetuosa y equilibrada estableciendo límites claros, fomentando la responsabilidad personal y comunicándose de manera asertiva. Estos pasos te benefician a ti y ayudan a tu hijo adulto a crecer y navegar por la vida de manera independiente. En última instancia, los límites saludables conducen a conexiones más saludables.
A version of this article originally appeared in English.