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Verificado por Psychology Today

Julia Bartz LCSW
Julia Bartz LCSW
Relaciones

Un truco sencillo para transformar todas tus relaciones

Advertencia: necesitarás mucha práctica.

Fuente: Foto por Sincerely Media en Unsplash
Fuente: Foto por Sincerely Media en Unsplash

El experto en relaciones Terry Real lo llama “el woosh”.

Puede pasar en cualquier momento: tu pareja critica la comida que pasaste todo el día preparando. Tu amigo prometió llegar a tiempo pero lleva 20 minutos de retraso. Tu colega te culpa por algo con copia a tu supervisor.

En cualquier momento que tienes una reacción emocional repentina y fuerte, eso es el whoosh.

El woosh incluso puede cuantificarse. Juliane Taylor Shore, una terapeuta especializada en neurobiología interpersonal mencionó en un taller reciente que el woosh puede pasar en tan poco tiempo como 1 ½ de segundo. Esto es porque activa nuestro tronco encefálico, la parte más antigua y primitiva de nuestro cerebro que tiene como objetivo garantizar nuestra supervivencia. Es realmente impresionante: si un animal salvaje apareciera frente a nosotros, estaríamos corriendo a toda velocidad antes de entender conscientemente lo que está pasando.

Pero esto no nos sirve en nuestras relaciones. La autoprotección no toma a la otra persona en cuenta, y suele significar explotar o cerrarse. Estas reacciones rara vez apoyan nuestros lazos con otros o nuestras metas a largo plazo. Tomemos el ejemplo de la cocina: si quieres que tu pareja aprecie mejor tus esfuerzos, entonces contestar algo como: “al menos mis platillos son comestibles”, no ayudará. Si eres capaz de esperar hasta que tu neocorteza, más reciente y regulatoria, se active, entonces puedes tomar un momento para calmarte antes de tomar una decisión activa sobre cómo te gustaría responder. Esto puede significar compartir cuánto te lastimaron sus críticas y pedir más consideración en el futuro.

Hay dos beneficios en esta práctica. Uno es que eres capaz de obtener un panorama más amplio de la situación y decidir cómo obtener lo que quieres de una manera en la que la otra persona será capaz de escucharte. La segunda es que eres capaz de obtener un estado de calma, tu autorregulación muy probablemente tranquilizará a la otra persona y así su neocorteza podrá tomar el control. Si hizo algo desconsiderado o grosero, tal vez estaba lidiando con su propio woosh.

Suena simple, pero la verdad es que enfriarte durante un momento de enojo es una tarea extremadamente difícil. Pero es posible. Aquí hay un ejercicio de 3 pasos que podría ayudarte a lograr esto en el momento.

  1. Nota el whoosh. Wow. Ese comentario sobre mi “pequeño proyecto de arte” fue muy desdeñoso. Me detonó considerablemente.
  2. Enfríate. Voy a decir que necesito más agua caliente para mi té para darme unos minutos y calmarme. Parece que está de mal humor hoy; tal vez esto no se trata de mí.
  3. Decide tu objetivo. Voy a defenderme y decirle con calma que este proyecto es importante para mí. Y luego voy a fortalecer nuestra relación preguntándole cómo estuvo su día.

Recuerda, esta redirección interna no es fácil. Tal vez descubras que al principio solo eres capaz de detenerte una vez que reaccionaste. Pero con tiempo y paciencia, deberías ser capaz de notar el surgimiento de emociones fuertes y darte un momento para lograr que tu neocorteza retome el control.

A version of this article originally appeared in English.

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