Verificado por 
A riesgo de parecer un dinosaurio y de la vieja escuela, tengo una molestia que me detona y una sugerencia. Implican a los mensajes.
Mi frustración es que, en el mundo empresarial actual, demasiadas personas consideran los mensajes como mosquitos, pequeñas molestias que deben ignorarse. Reconozco que todos estamos bombardeados con comunicaciones de una variedad ridículamente amplia de medios, pero sigo creyendo que cuando se trata de mensajes empresariales, tenemos la responsabilidad de separar el trigo de la paja y tratarlos de manera constructiva.
Una semana de silencio
Este tema ha estado en mi mente recientemente, ya que he estado hablando con un amigo que le había enviado por correo electrónico a un posible empleador (el propietario de una pequeña empresa) su currículum y algunas muestras de trabajo luego de una conversación productiva entre los dos. Y luego no supo nada de vuelta. Después de que pasó una semana de silencio (más de lo que personalmente hubiera tenido la paciencia de esperar), le sugerí que le enviara un mensaje de texto al dueño del negocio para iniciar el proceso y asegurarse de que los materiales se hubieran recibido de manera segura. Mi amigo le envió un mensaje de texto al dueño del negocio y obtuvo una respuesta inmediata. La esencia de la cual fue: “¡Oh, sí, tenía la intención de responderte! Absolutamente, me impresionó todo lo que enviaste y me gustaría programar una cita para hablar. ¿Qué tal el próximo martes?”.
Bueno, está bien. Pero, ¿por qué el propietario de la empresa se tomó una semana y fue necesario volver a contactarlo para responder a la comunicación de mi amigo? Durante ese tiempo, fácilmente podrían haber sucedido tres cosas no deseadas, ninguna de ellas favorable. Mi talentoso amigo podría haber buscado (e incluso tomado) un puesto en otro lugar. O podría haber llegado a la conclusión de que el empleador simplemente no estaba interesado en él y seguir adelante mentalmente. O podría haber llegado a la conclusión de que el empleador era desorganizado y grosero y simplemente no era el tipo de persona para la que quería trabajar. Afortunadamente, al acercarse y renovar el contacto, mi amigo mantuvo a flote una relación potencialmente productiva.
Ten en cuenta que no me estoy enfocando en mensajes aleatorios de toda la galaxia sin conexión contigo. Si alguien de una organización de la que nunca has oído hablar te llama o te envía un correo electrónico y te deja un mensaje sobre la compra de terrenos pantanosos en Florida, seguro que no tienes ninguna obligación de responder. De hecho, es probable que pierdas el tiempo si respondes. Se trata de mensajes comerciales razonables de alguien con quien tienes una conexión comercial legítima.
Eficiente y efectivo
Mi propia carrera corporativa tuvo lugar en una cultura de correo de voz, y siempre me propuse revisar todos mis mensajes cada noche antes de acostarme y responder a los legítimos. No estoy tratando de sonar más santo que tú, y admito plenamente que en el transcurso de una larga carrera gerencial, cometí tantos errores que ya no puedo recordar los primeros cientos. Pero no devolver los mensajes a tiempo no era uno de ellos.
Claro, los mensajes pueden ser molestos, pero la realidad es que generalmente lleva poco tiempo responderlos. Por ejemplo, el propietario de la empresa mencionado anteriormente podría haberle enviado fácilmente un mensaje de texto a mi amigo: “Gracias por tu información, ¡muy impresionante! Estoy muy ocupado esta semana, pero seguro que nos conectaremos la siguiente”. Dudo que hubiera tomado más de dos minutos.
El resultado final: devolver los mensajes de manera rápida y efectiva establece un tono positivo. Con relativamente poco esfuerzo, te ayuda a parecer eficiente, profesional y responsable. Un individuo sólido con el cual trabajar.
Digamos que es un buen negocio. Envía el mensaje correcto.
A version of this article originally appeared in English.
