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Verificado por Psychology Today

Depresión

Cuando al cerebro le cuesta escuchar al corazón

Percepción inexacta de los latidos del corazón en la depresión, la ansiedad y la adicción.

Los puntos clave

  • La interocepción es la percepción de los estados internos del cuerpo, como sentir latidos del corazón o hambre
  • Dificultades con la interocepción podrían causar problemas en la regulación de los estados corporales internos
  • Estudio muestra que la percepción de latidos del corazón es menos precisa en personas con varios trastornos

Durante los siguientes 60 segundos, cierra los ojos y concéntrate en los latidos de tu corazón. Ahora elige un botón de tu teclado y tócalo con el dedo cada vez que creas que sientes un latido. ¿Puedes detectar cada latido con claridad? ¿O sientes que la mayor parte del tiempo estás adivinando? Tómate un segundo para reflexionar sobre tu nivel de confianza en tus percepciones.

Cuando investigadores pidieron a participantes que hicieran esta misma tarea, descubrieron que algunas personas pueden sentir con precisión sus latidos, mientras que otras a veces no sienten varios latidos o creen sentir latidos que no se produjeron. En la misma línea, hay regiones cerebrales clave involucradas en la percepción de los latidos que pueden mostrar una actividad diferente en diferentes individuos. En conjunto, estos resultados sugieren que el cerebro puede ser mejor para escuchar el corazón en algunas personas que en otras. Basándonos en esto, nuestro laboratorio realizó recientemente un nuevo estudio para examinar si estas diferencias también podrían contribuir a los trastornos psicológicos.

Interocepción

Ser capaz de sentir conscientemente los latidos del corazón es un ejemplo de interocepción. Se refiere a la percepción de los estados internos del propio cuerpo. Otros ejemplos de interocepción incluyen sensaciones en el estómago y los intestinos, o cambios en la dificultad para respirar, entre muchos otros.

Los investigadores están empezando a creer que la interocepción puede desempeñar un papel crucial en la experiencia emocional. Por ejemplo, piensa en la última vez que sentiste miedo, enojo o emoción. ¿Sentiste que te latía el corazón aceleradamente? ¿Respirabas con fuerza? ¿Sentías sofocos y escalofríos en la piel? ¿Sentías malestar en el estómago? ¿Tenías los músculos tensos o temblorosos? Estas sensaciones corporales suelen ser partes importantes de la experiencia emocional. De hecho, es difícil imaginar sentir una emoción por completo sin ellas.

La interocepción también puede ser importante para regular las respuestas emocionales del cuerpo. En pocas palabras, el cerebro necesita tener información precisa sobre el cuerpo para poder controlarlo de manera eficaz. Imagínate tratar de controlar tu brazo si no supieras dónde está. Sin duda, esto sería muy difícil. De manera similar, puede resultar difícil para el cerebro controlar eficazmente los estados internos del cuerpo (por ejemplo, reducir la frecuencia cardíaca o controlar los niveles de hormonas del estrés) si no percibes el cuerpo con precisión. Por lo tanto, una interocepción deficiente podría ayudar a explicar por qué la regulación del estado corporal suele verse afectada en los trastornos emocionales.

Un nuevo estudio de percepción de latido del corazón

En un nuevo estudio en nuestro laboratorio, dirigido por la estudiante de posgrado Claire Lavalley, se realizó una tarea de percepción del latido del corazón en personas sanas y personas con depresión, ansiedad, trastornos por consumo de sustancias y/o trastornos alimentarios. Tal como lo hiciste al leer el comienzo de esta publicación, se pidió a los participantes que prestaran atención a su latido del corazón y presionaran un botón cada vez que lo sintieran. Hicieron esto tres veces con diferentes instrucciones: una vez en la que se les permitió adivinar (“adivinando”), otra en la que solo se les permitió presionar el botón cuando estuvieran seguros de sentirlo (“sin adivinar”) y otra en la que se les pidió que contuvieran la respiración para que el latido del corazón se sintiera más intenso (“retención de la respiración”).

Descubrimos que la precisión de la percepción del latido del corazón fue similar (y bastante baja) en todos los grupos en las condiciones de adivinación y sin adivinación. En las personas sanas, la precisión mejoró durante la retención de la respiración cuando los latidos del corazón se volvieron más intensos. Por el contrario, ninguno de los grupos de pacientes mostró mejoras en la precisión durante la retención de la respiración. Curiosamente, la frecuencia cardíaca en sí misma cambió de manera similar en respuesta a la apnea en todos los grupos, y todos los grupos informaron aumentos en la intensidad de sus latidos cardíacos.

Entonces, ¿qué significa esto? Bueno, parece demostrar que, en individuos sanos, el cerebro puede notar con éxito cuando la señal del latido cardíaco se hace más fuerte. Sin embargo, en todos los grupos de pacientes, aunque la señal del latido cardíaco se hizo más fuerte, el cerebro no notó este cambio o lo percibió de manera diferente. Por lo tanto, esto puede reflejar un tipo de inflexibilidad perceptiva en los pacientes, en los que la señal del latido cardíaco siempre se percibe de la misma manera, incluso si se hace más fuerte. Otra forma de pensar en esto es que, aunque las señales corporales se convirtieron en indicadores más confiables de los latidos cardíacos durante la apnea, el cerebro todavía no “confiaba” en estas señales en los grupos de pacientes.

Creemos que esto puede ser importante porque los estados emocionales desagradables a menudo implican una frecuencia cardíaca más intensa y elevada, y esta es la situación exacta en la que parece que los pacientes no perciben sus latidos cardíacos con precisión. Esto podría conducir a una dificultad aún mayor para regular eficazmente las emociones y reducir estas respuestas corporales intensas.

¿Qué sigue?

Saber que este problema existe es un primer paso importante. La siguiente pregunta de investigación es si podemos entrenar a las personas para que detecten mejor sus señales corporales. Una vez que lo hagamos, también podremos comprobar si este tipo de entrenamiento mejora otros síntomas clínicos y ayuda a los pacientes a sentirse mejor. Se trata de un área de investigación nueva y en curso y esperamos que pueda conducir a tratamientos psicológicos más eficaces en el futuro.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Ryan Smith Ph.D.

El Dr. Ryan Smith, es Profesor Asociado de Investigación en el Laureate Institute for Brain Research. Su laboratorio estudia la forma en que las emociones influyen en la percepción y en la toma de decisión en el cerebro y cómo estos procesos se ven afectados en los trastornos psiquiátricos.

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