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Verificado por Psychology Today

Sabiduría

¿Qué podemos hacer cuando estamos siendo ignorados?

Maneras sabias de responder a la indiferencia.

¿Alguna vez han experimentado alguna de estas cosas?

  • Un jefe, o pareja, se tarda años en responder un correo o mensaje, si es que lo hace.
  • Ser tomado por sentado sin importar cuanto esfuerzo se invierta en complacer a los demás.
  • Caminar por la calle y ser invisible para la gente.
  • Correr para llegar a una cita con alguien y la otra persona no se aparece.
  • Postularse para un trabajo y ni siquiera envían una carta de rechazo.

Como escribió Elie Wiesel, "Lo opuesto del amor no es odio. Es indiferencia." Efectivamente, ser ignorado puede sentirse peor que ser rechazado, y nos hace sentir como si no importáramos en absoluto.

CHAjAMP/Shutterstock
Fuente: CHAjAMP/Shutterstock

Cuando se nos trata frecuentemente con indiferencia, tendemos a evaluarnos a nosotros mismos como indignos. Si esa es nuestra emoción base, ¿será que estamos pidiendo demasiado? ¿Deberíamos trabajar en mejorar algo de nosotros, como la actitud que tomamos cuando le pedimos algo a los demás?

No hace daño considerar esos problemas, pero con más frecuencia, que seamos ignorados es una señal de los tiempo. En nuestras vidas presurosas, la cortesía puede ser de las primeras pérdidas. Así que, si ignoran nuestro correo, tal vez no es cosa nuestra.

Esto puede resultar alentador:

Una vez sentía que mis donaciones usuales a caridad no estaban siendo suficientes, así que escribí una publicación en mi blog en donde ofrecía de $100 a $500 dólares a gente que creyera que el dinero podría ayudarles a hacer una diferencia. Todo lo que les pedía era que me escribieran un correo electrónico en el que explicaran qué harían con el dinero. ¿Cuántas respuestas habré recibido?

Una. Aunque esté regalando dinero me ignoran. Tal vez resulte tranquilizante saber que no estamos solos en esto.

Pero, pasemos a las soluciones posibles para cada una de las situaciones anteriores:

  • Un jefe o esposa se tarda demasiado para contestar, si es que contesta.

    Mencionar el asunto con mucho tacto tiene probabilidades de lograr una mejora sin que se nos considere como exigentes. Por ejemplo, podríamos decir algo como, "Todos tenemos nuestras pequeñas manías. Debo admitir que la mía es que me frustro cuando no me responden razonablemente rápido los mensajes o correos importantes. Sé que estás bajo mucha presión pero te agradecería, si fuera posible, que me respondieras en digamos, 24 horas, al menos para decirme, "Estoy muy atareado, te atiendo este asunto en una semana."

  • Nos dan por sentado aunque nos esforzamos por complacer a los demás.

    De nuevo, una solicitud con mucho tacto puede ayudarnos a obtener lo que queremos. Por ejemplo. "Como creo que sabes, me he estado esforzando mucho por complacerte pero parece que no me estoy esforzando lo suficiente. Me siento bastante descuidada. Por ejemplo, siempre me intereso por cómo te fue en el día pero parece que tú no prestas muchas atención cuando te hablo del mío. ¿Será un malentendido?

  • Caminamos por la calle y nadie parece notarnos.

    ¿De humor para intentar establecer contacto visual y sonreírle a la gente o de experimentar con ropa, maquillaje o un peinado que podrían llamar más la atención? Incluso podemos intentar un comentario amable como "Me encantan esos aretes que traes" o "Este definitivamente es el mejor clima, ¿o no?" No es del todo imposible que comentarios así inicien una coversación agradable e incluso una relación con otra persona.

  • Corremos para vernos con alguien a tiempo y no llega.

    No hay por qué sacar conclusiones. Tal vez sí pasó algo inevitable. Así que empecemos la conversación con algo como, "¿Estás bien? Cuando no llegaste me preocupé que te podría haber pasado algo." Asumiendo que simplemente cometieron un error, probablemente en ese momento nos ofrecerán una disculpa. Si no lo hacen, en lugar de decir algo como "No importa", podríamos decir otra cosa como "Pasa." y luego suspirar. Eso expresa el punto sin poner a la otra persona a la defensiva innecesariamente provocando que, aunque sea inconscientemente, nos traten mal en el futuro.

  • No recibimos respuesta a nuestra aplicación de trabajo.

    Es comprensible que estemos enojados, le pusimos mucho esfuerzo a esa aplicación y ni siquiera tienen la decencia de responder. Podemos intentar llamar o incluso simplemente enviar un correo diciendo, "Me emociona este trabajo porque creo que encaja con mis habilidades y lo haría excelente pero no he sabido nada. ¿Todavía me están considerando?"

Tal vez lo más importante sea intentar recordarnos a nosotros mismos que no podemos controlar a los demás pero sí tenemos al menos algo de control sobre nosotros mismos. Así que intentemos reemplazar nuestra necesidad de afirmación por parte de los demás con nuestra propia valoración. Qué maravilloso que nuestro sentido de autovaloración derive más de si creemos que somos buenas personas que de la manera en la que personas egoístas nos tratan.

Por último, un mensaje para los perpetradores:

Las personas que frecuentemente ignoran a los demás harían bien en recordar que están lidiando con seres humanos. Es posible herir los sentimientos de l agente al ignorarlos o tardar en responderles. ¿No será posible dejar un poco de espacio en esos días tan ocupados para un poco de cortesía extra? Por ejemplo, en lugar de ignorar un correo electrónico hasta tener (si es que sucede) el tiempo de responderlo con detenimiento, se puede enviar una sola línea como "Te respondo sobre esto en una semana." Y si la razón para ignorar a alguien es no querer decirle que no, es importante darse cuenta de que ese silencio podría resultar todavía más hiriente para la persona, se quedan esperando indefinidamente. No tiene por qué tomar mucho tiempo. Un veloz "Lo siento, no podemos trabajar en eso", más una breve explicación del motivo es mejor que dejar a alguien esperando a Godot.

Leí esto en voz alta en YouTube.

El último libro de Marty Nemko es Carreras para tontos.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Marty Nemko Ph.D.

Dr. Marty Nemko, es un entrenador personal y de carrera con sede en Oakland, California, además es autor de más de 10 libros.

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