Atención Plena
Por qué se nos dificulta vivir en el momento
Es más que absorber los buenos momentos
10 de enero de 2022 Revisado por Hara Estroff Marano
Los puntos clave
- Estar presente en el momento requiere una combinación perfecta de atención plena y descuido.
- Estar presente en el momento es una mentalidad decidida.
- Hay pasos que se pueden seguir para mejorar la atención plena y sentirte más presente.
- Centrarse en estar presente tanto en los momentos agradables como en los mundanos es importante para la atención plena.
Después de las fiestas, es fácil sentir que el tiempo pasó volando antes de tener la oportunidad de detenerte y empaparte de todo. Puedes culpar a un horario de trabajo brutal que dominó tu temporada navideña o una pila insuperable de factores estresantes que te robaron cualquier posibilidad de sentirte realmente presente para las festividades. En realidad, sin embargo, estar presente es algo que es más fácil decir que hacer, independientemente de tu horario o nivel de estrés.
Entonces, ¿por qué es tan difícil algo que parece fácil de hacer? ¿No se supone que vivir el momento ocurre de forma orgánica? La verdad es que no exactamente.
Sentirse presente durante la vida diaria es algo que muchos considerarían sinónimo de ser consciente. Dondequiera que vayas, ahí estás, un libro escrito por Jon Kabat-Zinn, define la atención plena como "prestar atención de una manera particular: a propósito, en el momento presente y sin juzgar". Esta definición de atención plena se usa ampliamente en la investigación y destaca exactamente qué hace que estar presente sea tan difícil. Estar presente requiere un reconocimiento intencionado, pero no forzado, del momento por lo que es, no por lo que deseamos que sea o lo que pensamos que puede ser. Y, francamente, ese es un equilibrio difícil de lograr.
Hay un sinfín de razones por las que esta combinación perfecta de atención plena e inconsciencia es tan difícil de encontrar, pero es probable que puedas identificarte con al menos una de estas razones:
- No estás acostumbrado a reducir la velocidad y permitirle a tu mente un descanso de la productividad o la planificación anticipada.
- Dejas que las cosas pequeñas se sientan más grandes de lo que son y les permites consumir más energía mental de la que merecen.
- Anticipas el final de un "buen" momento antes de que termine y permites que la anticipación del final interfiera con tu apreciación del momento presente.
Controlar las emociones que conducen a cualquiera o todas las razones enumeradas anteriormente es donde entra en juego la parte intencionada de ser consciente. Contrariamente a la creencia popular, tener un propósito en la atención plena no equivale a limpiar tu agenda o solo hacer las cosas que disfrutas; de hecho, un estudio encontró que el aumento del estrés en realidad puede impulsar la atención plena debido al nivel de conciencia que requieren los eventos estresantes (Nezlek et al., 2016).
Más bien, estar presente a propósito no es una cuestión de buscar el momento perfecto para apreciar el momento actual, como durante un día festivo o de vacaciones, sino buscar los tiempos imperfectos y reconocerlos también. Se necesita práctica, pero cualquier buen hábito es así.
Hay muchas formas de ayudarte a sentirte más presente a través de prácticas que potencian la atención plena. Las investigaciones muestran que actividades como la meditación, escribir un diario, hacer ejercicio y hablar con un psicólogo pueden ayudar a sentirte más consciente y a aprender a sentirte presente en el momento (Xia et al., 2019), independientemente de si es emocionante u ordinario.
El hecho desagradable de que todos aprendemos a medida que envejecemos es que gran parte de la vida, tal vez incluso la mayor parte, está ocupada por rutinas mundanas y responsabilidades limitadas. Todos los días, nos enfrentamos a momentos que preferiríamos no encontrar, con los buenos esparcidos tan escasamente que desearíamos poder aferrarnos a ellos en lugar de dejarlos pasar en un instante como suele ocurrir.
Entonces, en lugar de dejar que nuestra atención se oxide mientras esperamos un raro oasis de alegría, intenta elegir ver cada momento como una oportunidad para estar presente en una vida que puedas llamar tuya.
Esperar para vivir el momento hasta que el momento parezca perfecto podría ser la razón por la que encuentres esos "momentos perfectos" durante las vacaciones. No se supone que estar presente sea la recompensa que llega al final de una semana ocupada o cuando las responsabilidades de la vida milagrosamente se despejan por sí mismas durante un día.
Estar presente es el resultado de elegir un estado mental consciente, incluso cuando prefieres tener la cabeza enterrada en la arena. Es la elección diaria de mirar a tu alrededor y hacer que tu existencia tenga un propósito en cualquier forma que pueda tomar.
A version of this article originally appeared in English.