Por qué el ghosting es malo para nuestra salud mental

Source: Pablo33 Shutterstock

Imagínate esto: Teresa y tú han sido amigas durante años. En general, siempre te ha caído bien Teresa y te has sentido apoyada por ella. Siempre se han reído mucho juntas y siempre sentías que ella te respaldaba en las aguas a veces traicioneras de la vida.

Una mañana, vas a enviarle un mensaje en Facebook, solo para descubrir que no aparece en tu aplicación de Facebook. Eso es extraño... piensas para ti misma. Revisas tu Facebook y no encuentras ninguna evidencia de que ella haya estado allí.

Así que le envías un mensaje de texto e inmediatamente recibes un mensaje que dice que "este número no está disponible". Empiezas a ponerte nervioso. ¿Qué significa todo esto? Rápidamente decides enviarle un mensaje de texto a una amiga en común, Gisela, para ver si ella está viendo las mismas cosas de su parte. Gisela te responde en unos 10 minutos diciendo lo siguiente: "De hecho, todavía está en mi Facebook y acaba de publicar una linda foto de su nuevo gatito esta mañana".

Tu corazón se hunde: te ha hecho ghosting. Y no tienes idea de por qué.

El ghosting como forma moderna de cortar lazos

Con las redes sociales y las tecnologías de los teléfonos móviles, hoy en día es más fácil que nunca cortar los lazos con alguien por varias razones. Uno podría hacerle ghosting a un ex amante o un ex amigo. O incluso un miembro de la familia. Siendo las redes sociales la principal forma en que las personas se comunican en estos días, eliminar a alguien de la vida es literalmente tan fácil como presionar un botón. Y desde una perspectiva evolutiva, esto es un problema.

El distanciamiento en la perspectiva evolutiva

Hace unos años, mi equipo de investigación publicó un artículo (Geher et al., 2019) que demuestra cómo la cantidad de distanciamientos que uno experimenta en la vida es un fuerte predictor de una amplia gama de resultados psicológicos y sociales negativos, incluido un estilo de apego inseguro, una percepción de no ser apoyado por los demás y una fuerte tendencia a ser emocionalmente inestable.

En el trabajo de seguimiento, encontramos que la cantidad de distanciamientos que uno experimenta está fuertemente relacionada con tener tendencias hacia el trastorno limítrofe de la personalidad (Sung et al., 2021).

Source: sw_reg_03 / Pixabay

Como es el caso de la mayor parte del trabajo realizado por mi equipo, buscamos comprender estos fenómenos en términos de nuestra psicología evolucionada. Aquí, parece bastante sencillo. Con base en todo tipo de datos, está claro que los grupos humanos ancestrales tendían a estar compuestos por números mucho más pequeños que los que se encuentran en los grupos actuales. Antes de la llegada de la agricultura, hace apenas 10,000 años (lo que es un abrir y cerrar de ojos en el tiempo evolutivo), todos nuestros antepasados eran nómadas. Por diversas razones, los grupos nómadas son relativamente pequeños. Por lo general, estos grupos tienen un límite de aproximadamente 150 que, según el psicólogo cognitivo evolutivo Robin Dunbar (1992), se trata de cuántas personas nuestras mentes pueden conectarse de manera efectiva en un nivel no superficial.

Ahora imagina que estás viviendo en un grupo de 150 y de repente te encuentras alejado de solo unas pocas personas en el grupo. Eso podría ser problemático. La gente habla. Y todas las personas de las que estás distanciado tienen un círculo social, que generalmente incluye familiares y amigos. Por lo tanto, estar aislado de unas pocas personas en una sociedad a pequeña escala realmente podría haber tenido consecuencias devastadoras.

En nuestro estudio, con datos recopilados de 2015 a 2016, encontramos que, entre una muestra de estudiantes universitarios, el número promedio de personas con las que nuestros participantes estaban distanciados era de poco menos de cuatro. Hay mucha variabilidad en esta dimensión. Un participante informó tener 27 personas de las que estaba distanciado (o completamente aislado).

Dado que no evolucionamos en las sociedades a gran escala que existen hoy en día, sino en sociedades a pequeña escala donde todos se conocían, podemos comenzar a ver por qué nuestra respuesta emocional a los distanciamientos puede ser tan fuerte.

Las consecuencias psicológicas y sociales adversas del ghosting

Entran las redes sociales.

Al hablar sobre el trabajo de distanciamiento que nuestro equipo había llevado a cabo hace solo unos años, varios de los miembros actuales del equipo, en su mayoría estudiantes de psicología de posgrado y pregrado, sugirieron que la situación probablemente sea aún peor ahora debido a la facilidad con la que las personas pueden aislar a otros a través de las redes sociales y las tecnologías para los teléfonos. Dirigidos por nuestra intrépida integrante del equipo Jacqueline Di Santo, realizamos un estudio (Di Santo et al., 2022) que esencialmente replicó nuestro estudio anterior sobre los distanciamientos, utilizando el ghosting como un marcador moderno de distanciamientos.

Ghosting Lecturas esenciales

Los hombres evolucionaron para la crianza

¿Hay un tamaño ideal para grupos sociales?

Les pedimos a las personas que informaran (lo mejor que pudieran) a cuántas personas habían hecho ghosting, así como a cuántas otras creían que les habían hecho ghosting. Luego les dimos a los participantes una batería de medidas de funcionamiento psicológico, emocional y social.

Estos son algunos de nuestros principales hallazgos:

• El número promedio de personas a las que los participantes les habían hecho ghosting era de aproximadamente ocho.
• El número promedio de personas que les habían hecho ghosting a los participantes también fue de aproximadamente ocho.
• Hubo una correlación fuerte y positiva entre la cantidad de personas a las que los participantes habían hecho ghosting y la cantidad de personas que les habían hecho ghosting a los participantes (en otras palabras, quienes hacen ghosting tienden a recibir ghosting).
• Las personas que informaron experiencias de ghosting relativamente altas tendieron a calificar como tendencias de personalidad limítrofe, bajos niveles de satisfacción con la vida, inestabilidad emocional y apegos inseguros a los demás. En otras palabras, básicamente, los resultados adversos asociados con un alto número de distanciamientos que habíamos encontrado en nuestra investigación previa (Geher et al., 2019) se replicaron generalmente en el estudio de ghosting.

Tasas exponenciales de distanciamiento debido a las redes sociales

Un punto más amplio y profundamente preocupante de nuestro estudio sobre el ghosting es el siguiente: el número de otras personas de las que las personas están alejadas parece estar aumentando abruptamente. En nuestro estudio publicado en 2019, el número promedio de distanciamientos que las personas informaron fue de cuatro. En nuestro estudio publicado en 2022, conceptualizando los distanciamientos en términos de experiencias con el ghosting, la cifra se duplicó a ocho. Parece que el auge de las redes sociales corresponde a un aumento de las experiencias de distanciamiento.

En mi opinión, este hallazgo es profundamente preocupante. Muestra otra forma en que las tecnologías modernas de las redes sociales no coinciden evolutivamente con los procesos de comunicación cara a cara ancestrales, y están causando estragos en nuestra salud mental en el camino.

En nuestro libro Positive Evolutionary Psychology, Nicole Wedberg y yo (2020) discutimos en detalle cómo se han creado tantas tecnologías modernas sin considerar nuestra psicología evolucionada.

A menudo, estas tecnologías (desde los alimentos procesados modernos hasta el Snapchat, y todo lo demás) tienen consecuencias adversas no deseadas, en gran parte porque no coinciden con las condiciones en las que evolucionaron nuestras mentes y cuerpos para existir.

En condiciones ancestrales, no podías presionar un botón y hacer que alguien desapareciera permanentemente de tu vida. El ghosting es, en muchos sentidos, antinatural. Y bien puede estar contribuyendo al extraordinario aumento de los problemas de salud mental que encontramos en el mundo moderno, especialmente entre los adolescentes y adultos jóvenes que han conocido las tecnologías de Internet y las redes sociales durante toda su vida (ver Twenge et al., 2019)

Conclusión

En los últimos años, debido a la disponibilidad a gran escala de las redes sociales y otras tecnologías de comunicación avanzadas, el ghosting se ha convertido en una experiencia destacada para muchos. Con base en los datos de nuestro estudio reciente (Di Santo et al., 2022), el ghosting parece mapearse en todo tipo de consecuencias emocionales y sociales adversas. Desde una perspectiva evolutiva, esto es completamente comprensible. En condiciones ancestrales, no podías eliminar a alguien de tu vida con solo presionar el botón "bloquear".

Las tecnologías modernas están haciendo que fenómenos como el distanciamiento social, que se ha demostrado que está relacionado con todo tipo de resultados psicológicos adversos, sean más comunes que nunca. La cara moderna de los distanciamientos sociales es el ghosting. Y el ghosting duele. La perspectiva evolutiva nos ayuda a entender por qué.

Si los desarrolladores de tecnologías de la comunicación continúan sin tener en cuenta nuestra psicología evolucionada al crear los productos que crean, parece que los resultados psicológicos adversos de tales tecnologías solo empeorarán. Tal vez es hora de que los profesionales de todas las industrias se eduquen en los detalles de la psicología evolutiva.