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Escrito por la Dra. Froma Walsh
En estos tiempos turbulentos, las familias han sufrido pérdidas devastadoras de seres queridos, desde la angustia de las muertes relacionadas con el COVID hasta la violencia con armas de fuego, la sobredosis de drogas, el suicidio, los desastres ambientales y la guerra. Se necesita urgentemente más atención en la formación y la práctica de la terapia matrimonial y familiar para ayudar a los dolientes a sanar y forjar caminos para vivir y amar plenamente más allá de la pérdida.
Atendiendo la muerte y la pérdida: una experiencia humana compartida
De todas las experiencias de la vida, la muerte y la pérdida plantean los desafíos más dolorosos para los seres queridos sobrevivientes. Sin embargo, debido a nuestra aversión cultural a enfrentar la muerte, el profundo impacto de estas pérdidas se minimiza. Muchos se sienten aislados en su dolor, sin conexión vital, comprensión y apoyo. La recuperación se ve obstaculizada por las exigencias del lugar de trabajo, la falta de licencia por duelo remunerada, la presión financiera y las barreras para acceder a los recursos que afectan desproporcionadamente a las minorías raciales y étnicas y otras comunidades marginadas. En nuestras nociones erróneas de resiliencia, a menudo se insta a los dolientes a que logren rápidamente un “cierre”, “recuperarse” y seguir adelante, y se les aconseja “mantenerse fuertes” y contar sus bendiciones. Los cónyuges, familiares y amigos que se preocupan y se sienten incómodos e inseguros de qué decir o hacer, pueden retraerse con el tiempo. Con demasiada frecuencia, el duelo no se reconoce o se minimiza, como en el caso de la pérdida del embarazo o la muerte de una mascota querida. Las pérdidas relacionadas con el COVID pueden verse suprimidas por deseos comprensibles de dejar atrás la pandemia (Walsh, 2020; 2023).
Un hueco en el corazón de la familia
La mayoría de los modelos de tratamiento del duelo se centran en reducir los síntomas individuales. Un enfoque de práctica sistémica es vital para humanizar nuestra comprensión y ampliar nuestra atención a las influencias en los contextos familiares y sociales en el sufrimiento y la curación. Abordamos el impacto de la pérdida en los vínculos de pareja, entre hermanos y en el sistema familiar, afectando a todos los miembros, sus relaciones y el funcionamiento familiar. Los desafíos adaptativos estresantes, como la pérdida de un cuidador o sustentador de la familia, agravan la angustia. Al repercutir en las redes de parentesco, la pérdida toca muchas vidas con ramificaciones inmediatas y a largo plazo. Los vínculos de pareja y familiares pueden romperse; las esperanzas y los sueños se hacen añicos. El dolor latente de una pérdida abrumadora puede aflorar años después en problemas con las actividades de la vida u otras relaciones, lo que puede llevar a las personas a la terapia.
Práctica sistémica orientada a la resiliencia con la pérdida y el duelo
Las mejores prácticas para ayudar a los clientes en duelo se basan en estudios tempranos de sistemas familiares y un creciente cuerpo de investigación sobre el duelo:
- El duelo y la adaptación son procesos variados y complejos que se desarrollan a lo largo del tiempo. No existe una forma correcta de afrontar el duelo, ni un cronograma ni una secuencia fija de etapas para completar la resolución.
- La atención oscila entre el duelo y la resolución de los desafíos adaptativos.
- Nos curamos a través del duelo, no superándolo.
- La gente muere; las relaciones, no. La adaptación no se facilita desprendiéndose, sino transformando los apegos en vínculos continuos a través de conexiones espirituales, rituales, recuerdos, historias y acciones.
Un enfoque sistémico orientado a la resiliencia aplica principios y métodos básicos de práctica colaborativa basada en la fortaleza (Walsh, 2023). Los psicólogos brindan un refugio seguro y escucha compasiva e indagan para comprender las experiencias compartidas y únicas de la pérdida. Despatologizamos y humanizamos los procesos de duelo y apoyamos la capacidad humana inherente para la resiliencia, ayudando a quienes luchan por afrontar la situación, adaptarse y prosperar. Reparamos las conexiones y la comunicación para fortalecer el apoyo familiar y social, movilizamos el apoyo comunitario y sistémico más amplio, y aprovechamos los recursos culturales y espirituales. En situaciones de pérdida complejas y traumáticas, prestamos atención a las dinámicas relacionales conflictivas o distanciadas y a las preocupaciones profundas que complican el duelo. Aplicando el Marco de Resiliencia Familiar Basado en laInvestigación (Walsh, 2016), fortalecemos los procesos relacionales clave (creencias y prácticas compartidas) que facilitan la resiliencia. Destacamos el poder de la conexión, la creación de significado, la esperanza y la transformación para que las personas, las familias y sus comunidades se recuperen de una pérdida insoportable y avancen para prosperar.
La Dra. Froma Walsh, es profesora emérita de la Universidad de Chicago y codirectora del Centro de Salud Familiar de Chicago.
Puedes encontrar a un psicólogo en el Directorio de Psychology Today
A version of this article originally appeared in English.