La misofonia complica las relaciones de maneras inesperadas

Fuente: Ron Lach/Pexels

Las dinámicas relacionadas con la misofonia son muy complejas. Si bien existen similitudes entre los adultos y los niños que sufren de misofonia, siempre hay matices en las relaciones. La dinámica de la relación padre-hijo es ciertamente diferente a las relaciones conyugales (o relaciones de compañeros de trabajo). Dicho esto, en el corazón del desarrollo exitoso de habilidades de afrontamiento está la empatía tanto para quienes sufren de misofonia como para sus seres queridos.

Si eres médico trabajando con personas con misofonia, o si tienes hijos con misofonia o si tú mismo la sufres, es importante considerar por qué se enfatiza la dinámica relacional. No basta con saber que lo son. Una mirada más cercana a las relaciones desde una perspectiva diferente puede ser útil para todos.

Una persona con misofonia por lo general se siente víctima de los abrumadores estímulos auditivos y visuales que generan las personas más cercanas a ella. Un médico, padre o adulto es más efectivo cuando transmite comprensión a la persona con misofonía y, al mismo tiempo, considera los sentimientos de los miembros de la familia y los cónyuges, etc. Los miembros de la familia y las parejas a menudo se sienten víctimas de las palabras o incluso acciones repentinas e impredecibles de la persona misofónica. Si tienes misofonia, ayuda mucho que tus seres queridos sepan que sus sentimientos son válidos y también preocupantes, al mismo tiempo que reconoces lo difícil que es para ti vivir en un mundo donde los estímulos te atacan continuamente.

En la misofonia, las personas casi siempre asocian los sonidos y las imágenes que los desencadenan con personas específicas. Es probable que hayas dicho o escuchado afirmaciones como "mi hermana es mi peor detonante" o "mi esposo es lo que más me detona". Desafortunadamente, la ciencia no ha establecido por qué los sonidos y las imágenes generadas por algunas personas pueden ser peores que las generadas por otras. Sin embargo, es importante recordar que, si bien la misofonia implica una orientación a los sonidos basados ​​en la persona, los sonidos detonantes y las imágenes no son exclusivos de los sonidos de las personas. Tampoco son exclusivos de los sonidos bucales. Los sonidos como los limpiaparabrisas, el chasquido del bolígrafo, los pitidos de los dispositivos electrónicos y, a veces, las mascotas se encuentran entre las diversas fuentes no humanas que las personas con misofonia suelen describir como detonantes.

Por lo tanto, cuanto más uses una narrativa que ejemplifique a las personas como detonantes, más apoyarás y consolidarás un patrón de pensamiento negativo en ti, tu hijo o tu pareja. El simple hecho de cambiar la narrativa puede no cambiar las asociaciones subconscientes entre los sonidos/visuales detonantes y las personas de quienes emanan. Sin embargo, cambiar las asociaciones conscientes puede ayudar a eliminar la dinámica negativa que a menudo resulta de este emparejamiento.