Carisma
El rasgo que te vuelve más carismático
Probablemente no es lo que crees.
21 de diciembre de 2022 Revisado por Tyler Woods
Los puntos clave
- Las estrellas de cine y los políticos tienen carisma; tu tío Bill no.
- En otras palabras, cuanto más rápido respondas en el momento, más carismático serás visto.
- El enfoque emocional produce un fuerte carisma porque no podemos apartar los ojos de las emociones poderosas.
¿Qué es el carisma? ¿Y puedes aumentar tu propio cociente de carisma, o es una cantidad fija, y algo que tienes o no tienes?
La palabra "carisma" proviene del griego, kharis, que significa favor o gracia. El carisma tiene una larga historia en varias religiones, que significa divinamente inspirado, y la palabra hoy en día todavía tiene una connotación mágica para la mayoría de nosotros. Las estrellas de cine y los políticos tienen carisma; tu tío Bill no. Pertenece a personas ajenas a nosotros, personas en la vida pública, tal vez; personas que han sido señaladas por la grandeza de alguna manera.
Un estudio sencillo pero sorprendente arroja luz sobre esta cualidad aparentemente misteriosa. Muestra que el carisma se ve afectado por algo simple: la rapidez en los pies. Es la agilidad mental la que aumenta la percepción de tu carisma por parte de los demás. En otras palabras, cuanto más rápido respondas en el momento, más carismático serás visto.
Genio, incomprendido
Nos gusta pensar que el genio es solitario y sin esfuerzo, o casi. Pero incluso un estudio superficial de la obra de uno de los genios más grandes que la humanidad ha producido, Leonardo da Vinci, muestra que ninguna de las dos ideas es cierta. Enormes cantidades de esfuerzo, y un enfoque en el trabajo en equipo, entraron en el trabajo de da Vinci, como muestra una revisión de sus cuadernos. Su representación obsesiva de manos, cabezas, rostros, cabello, cortinas, músculos, esqueletos, torsos, etc., revela el increíble esfuerzo que dedicó a dominar su arte. Esos mismos cuadernos muestran una reelaboración prácticamente interminable de planos para algunas de sus obras de arte más grandes, planes pensados para que su equipo de asistentes pudiera ayudarlo a ejecutar su visión.
No es tan romántico pensar en el genio como en el producto del trabajo duro y el esfuerzo en equipo. Del mismo modo, preferimos pensar en el líder carismático como alguien que es natural o innatamente bueno, que domina una sala y dobla la voluntad de las personas a la suya, o inculca una respuesta emocional en sus audiencias.
Pero el carisma es, en cambio, un producto de algo completamente diferente: el enfoque. Ahí es donde entra la velocidad. La persona que está enfocada en el tema y el momento de una manera que otros no lo están, puede responder más rápidamente porque no está vagando mentalmente por otra madriguera de conejo.
El enfoque emocional produce un fuerte carisma porque no podemos apartar los ojos de las emociones poderosas. Hemos evolucionado para notarlo rápidamente, ya que podría indicar algo importante para nuestra supervivencia. Y todos hemos experimentado este tipo de carisma cuando naturalmente hemos estado llenos de una emoción, ya sea enojo, felicidad o emoción. Tal vez cuando eras niño llegabas a casa con un premio de la escuela y tus padres te preguntaban, incluso antes de que tuvieras la oportunidad de contar tu historia, "¿qué pasó?” Estabas rebosante de una fuerte emoción, y naturalmente exigiste atención, y la recibiste. Todo sin esfuerzo aparente.
Para enfocar tus emociones cuando no tienes un evento natural como una buena o mala noticia poderosa, debes aprender a eliminar la charla mental que normalmente está en tu cabeza la mayor parte del día y reemplazarla con una emoción fuerte.
Puedes lograr esta hazaña recordando un momento en el que experimentaste naturalmente esa emoción, con la mayor fuerza y precisión posible. Enfoca los cinco sentidos mientras intentas recordar cómo se sintió, olió, probó, se vio y sonó el incidente. Con la práctica, mejorarás para saltar a esa sensación cada vez más rápido, con menos esfuerzo aparente. Al principio, date varios minutos para enfocar tu emoción. Una vez que lo practiques, 30 segundos o un minuto deberían ser suficientes.
El carisma es enfoque. Y el genio es trabajo duro. El enfoque acelera el tiempo de respuesta y lo reduce a una emoción o situación en particular. De ahí viene el poder del carisma.
A version of this article originally appeared in English.