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Verificado por Psychology Today

Depresión

Cuatro tipos de depresión

Depresión situacional, biológica, psicológica o existencial.

Prácticamente todo el mundo tiene alguna experiencia con la depresión; sin embargo, el término "depresión" tiene tantos significados diferentes que puede resultar en confusión e invalidación cuando las personas hablan de sus experiencias. Para abordar este problema, he creado un esquema simple, basado en mi trabajo con los pacientes y mis propias experiencias personales, para ayudar a las personas a entenderse mejor cuando se habla de la depresión.

En este artículo, describo cuatro tipos diferentes de depresión: situacional, biológica, psicológica y existencial. Si bien este esquema no representa un modelo de diagnóstico formal, creo que puede ser útil, especialmente para los no especialistas a comunicar mejor lo que están experimentando para que puedan obtener la ayuda y la validación que necesitan.

Tipo 1: Depresión situacional

¿Te sientes aislado y deprimido por la cuarentena de COVID-19? ¿Alguna vez has llorado durante una semana y luchado por salir de la cama después de una ruptura? ¿Alguna vez tuviste breves pensamientos de suicidio después de ser rechazado de una universidad a la que aplicaste?

Si alguna vez has experimentado una tristeza intensa en respuesta a estos eventos o alguno similar, felicitaciones: eres un ser humano normal. También has experimentado lo que yo llamo depresión situacional.

Como humanos, es completamente normal sentir tristeza, incluso durante períodos prolongados, en respuesta a eventos negativos y situaciones de aislamiento. No hay muchas personas que, al perder su trabajo o un ser querido, puedan permanecer imperturbables. De hecho, no solo creo que no hay nada de malo en experimentar una depresión situacional, es probable que sea anormal no sentirse deprimido en tales casos. Sin embargo, cuando estos sentimientos no disminuyen después de algunas semanas, o cuando persisten los pensamientos de suicidio, es una señal de que esa depresión se explica mejor por uno de los otros tipos a continuación.

En mi experiencia, la depresión situacional es casi universal dentro de la condición humana, lo que significa que si esto es algo que estás experimentando actualmente, no estás solo y puedes encontrar mucho apoyo. Sin embargo, ya que este tipo de depresión es tan común, desafortunadamente muchas personas se consideran expertas en el tema y se sienten envalentonadas para dar consejos no solicitados a cualquier persona que está luchando con “depresión.”

Muchas veces, el asesoramiento bien intencionado proporcionado por aquellos que solo han experimentado la depresión situacional no sólo es vago y poco útil sino que en realidad puede hacer que una persona se sienta más deprimida. Los amigos y familiares pueden decir: “Deja de sentir lástima por ti mismo y sigue adelante.” O “¡muchas personas lo pasan peor que tú!” Esto solo hace que las personas con formas más graves de depresión se sientan peor, no mejor. En lugar de declaraciones como estas, las personas deprimidas a menudo prefieren que un ser querido siga el consejo de la tradición de 12 pasos: "No solo hagas algo; quédate allí."

Clker-Free-Vector-Images/Pixabay
Corazón roto
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Tipo 2: Depresión biológica

Con la depresión biológica, los síntomas depresivos de un individuo comienzan con un desequilibrio en cualquiera de los neurotransmisores (como la serotonina y la norepinefrina) o las hormonas (como el estrógeno, la progesterona y la tiroxina) que afectan nuestro estado de ánimo y nuestra fisiología.

En algunos casos, los cambios en los neurotransmisores y las hormonas pueden conducir directamente a sentimientos de desesperación y anhedonia. En otros casos, los cambios bioquímicos simplemente crean un estado fisiológico, como con el hipotiroidismo, que hace imposible que las personas logren sus objetivos. Aquí, una interrupción en la fisiología crea un síndrome de baja excitación, marcado por fatiga persistente, metabolismo lento, mala concentración y desaceleración cognitiva (Gold et al.Fecha de lanzamiento, 2011).

Este síndrome de baja excitación en sí no es depresión: simplemente hace las actividades de la vida diaria y el logro de metas mucho más difíciles. Sin embargo, a medida que los fracasos aumentan, a menudo se presentan los patrones de pensamiento negativo y baja autoestima, lo que hace que la depresión sea una consecuencia indirecta de estos cambios bioquímicos.

En cualquier caso, cuando los factores biológicos comienzan a generar síntomas depresivos, se produce un círculo vicioso. En este punto, se necesita algo para romper el ciclo, y aquí es donde los medicamentos pueden ser más útiles, ya sea un antidepresivo tradicional o un tratamiento para una afección médica específica, como el hipotiroidismo. Como les digo a mis pacientes, la medicación por sí sola no resolverá sus problemas, pero puede producir un estado biológico (generalmente marcado por un aumento de energía y concentración) que mejorará su capacidad para implementar los planes discutidos en psicoterapia.

Tipo 3: Depresión psicológica

El tercer tipo de depresión se le llama depresión psicológica, porque está vinculado a factores psicológicos, como la pérdida de perspectiva, expectativas poco realistas y un monólogo interno negativo.

Para la mayoría de nosotros, que nuestras esperanzas y sueños sean continuamente aplastados por la realidad es una de las peores experiencias que podemos soportar. Para algunos, el principal medio para hacer frente a esto es privarse de esperanzas y sueños futuros, para nunca volver a decepcionarse y esta adaptación puede funcionar tan bien que las personas la usan indiscriminadamente para protegerse. Sin embargo, cuando las personas usan demasiado este mecanismo de defensa, pueden experimentar apatía y la desesperanza. En mi experiencia, he encontrado que la depresión psicológica responde igualmente bien tanto a la terapia cognitivo-conductual (TCC) como a la terapia psicodinámica, aunque cada enfoque abordaría el problema de diferentes maneras.

Aparte de perder la perspectiva, establecer expectativas poco realistas y el uso excesivo de mecanismos de defensa, la depresión psicológica también puede ser una consecuencia de una relación romántica disfuncional. En algunos casos, la ansiedad por separación mantiene a las personas juntas incluso después de que queda claro que quieren cosas diferentes de la vida. En casos más extremos, las codependencias y las dinámicas de abuso pueden plantear serias amenazas para el bienestar físico y emocional. Aquí se necesita un psicólogo experto para determinar si la relación se puede salvar o si es necesaria una separación para aliviar los síntomas depresivos de la persona afectada.

Source: Gordon Johnson/Pixabay
Depresión biológica
Source: Gordon Johnson/Pixabay
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Expectativas y depresión
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Tipo 4: Depresión Existencial

Mientras que el desencadenante de la depresión situacional suele ser un evento negativo (por ejemplo, la pérdida de un trabajo), el desencadenante de la depresión existencial es a menudo, irónicamente, un evento positivo: generalmente, uno que alguien ha estado esperando durante mucho tiempo.

¿Cómo puede un evento positivo desencadenar un episodio depresivo? Muchos de nosotros, decidimos en la adolescencia dedicarnos a un objetivo particular que creemos que dará sentido a nuestras vidas y nos proporcionará la autorrealización. Los objetivos a los que aspiramos pueden incluir logros elevados de carrera, como convertirse en médico, o deseos personales específicos, como tener un hijo o posiblemente hacer un viaje a un destino deseado.

Independientemente del objetivo, cuando organizamos nuestras vidas en torno a su logro, a menudo creamos una expectativa poco realista de que esto producirá un estado interminable de dicha. En algunos casos, el logro de estos objetivos nos da la satisfacción que anhelamos, pero muchas veces no lo hace. Pasar toda la vida persiguiendo una sola meta y luego darse cuenta de que no trae la alegría y el significado que se esperaba, es suficiente para enviar a la mayoría de la gente a una crisis existencial.

“¿Fue toda mi vida una pérdida de tiempo?”“Si lograr este objetivo no le dio sentido a mi vida, ¿alguna vez tendrá significado?¿A dónde me dirijo ahora?” Estas son las preguntas formuladas por alguien que podría estar experimentando una depresión existencial, y este tipo de depresión a menudo hace que una persona cuestione todo lo que una vez creía que era verdad. Sin el sentido que esperaban lograr después del logro de su objetivo, las cosas en la vida que una vez disfrutaron ya no les dan placer y se sienten perdidos sin un objetivo por perseguir en el futuro.

La depresión existencial puede ser la más difícil de abordar: tomar Tafil no dará a los afectados una nueva identidad o propósito, ni les ayudará a descubrir el sentido de la vida. Del mismo modo, los enfoques de psicoterapia que se centran únicamente en el alivio de los síntomas concretos tampoco son muy efectivos. Los síntomas que emanan de la depresión existencial provienen de una fuente profunda y nebulosa, y no responden mucho a las técnicas que simplemente abordan los errores cognitivos, los pensamientos irracionales o la falta de participación en actividades placenteras.

En mi experiencia, la depresión existencial generalmente requiere una combinación de estrategias, integradas durante un largo período de tiempo. Primero, creo que la psicoterapia continua con un psicólogo orientado a la percepción (posiblemente desde una orientación psicodinámica / psicoanalítica) es un buen lugar para comenzar. La terapia no debe forzarse a ir a un ritmo más rápido de lo que el paciente está dispuesto a ir, y puede parecer que no se está progresando, incluso después de un par de años en terapia. Sin embargo, este tipo de terapia proporcionará a los pacientes el espacio seguro necesario para explorar nuevas posibilidades e identidades en un entorno que los valida y está libre de juicio y expectativas.

En segundo lugar, la exploración y la participación en grupos orientados a objetivos más amplios (por ejemplo, grupos religiosos / espirituales, círculos de filosofía, clubes de lectura, organizaciones humanitarias, etc.) puede ser un complemento importante de la terapia, ayudando a los pacientes a considerar diferentes objetivos y propósitos de vida. Tercero, creo que conocer culturas extranjeras y diferentes formas de vida, como Elizabeth Gilbert describió en Comer, Rezar y Amar también puede ser especialmente útil.

Gerd Altmann/Pixabay
Depresión existencial
Gerd Altmann/Pixabay

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En conclusión, en la mayoría de los casos, las personas no sufren de solo uno de los tipos de depresión descritos anteriormente, sino una combinación. Una vez más, un psicólogo bien entrenado puede ser de gran ayuda para ayudar a las personas a discernir qué combinación de tipos de depresión sufren, y en la elaboración de un plan de tratamiento de acuerdo con las habilidades de cada persona, sus limitaciones y tipo de personalidad. Aquí encontrarás el directorio de Psychology Today.

Si estás experimentando uno de los tipos de depresión descritos anteriormente, podrías sentirte mejor al seguir un tratamiento con un psicólogo bien entrenado. Espero que esta publicación sea suficiente para convencerte de que no hay dos personas que experimentan depresión de la misma manera, y por lo tanto, todos debemos tener cuidado al asumir que nuestras propias experiencias con la depresión se aplican automáticamente a todos los que conocemos que usan la palabra "deprimido" para describirse a sí mismos.

Para más información sobre este tema, echa un vistazo a mi video en YouTube "Cuatro tipos de depresión."

Lisa Cottone/Quixotic Publishing; utilizado con permiso
Cuatro tipos de depresión
Lisa Cottone/Quixotic Publishing; utilizado con permiso

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
John G. Cottone Ph.D.

El Doctor John G. Cottone, es psicólogo con práctica privada, profesor clínico asistente de psiquiatría en la Renaissance School of Medicine at Stony Brook University, y autor de Who Are You?

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