Depresión
Cómo superar una relación situacional
¿Has terminado con un amigo/a con beneficios? Aquí mostramos cómo salir adelante.
31 de enero de 2023 Revisado por Michelle Quirk
Los puntos clave
- Sé amable contigo mismo mientras te permites llorar.
- Encuentra a alguien en quien confíes para hablar sobre tu experiencia y obtener una perspectiva diferente.
- Reflexiona sobre los límites que te importan para asegurarte de que entras en cualquier relación futura con mayor intención y tranquilidad.
Una "relación situacional" es una relación romántica y/o sexual que no está definida formalmente. Es posible que la conozcas por sus otras referencias de la cultura pop, como "amigos con beneficios", "amigos divertidos" o "booty call". Las personas en estas situaciones generalmente no están comprometidas exclusivamente entre sí y, por lo general, no se espera que desembolsen una tonelada de inversión emocional.
Pero si bien esta intimidad informal y sin compromisos puede tener sus beneficios para algunas personas en ciertas etapas de sus vidas, las relationes situacionales también tienen su parte justa de conflicto e incertidumbre, y puede ser doloroso alejarse de ellas.
Aquí hay tres cosas que pueden ayudarte a seguir adelante una vez que tú o tu "amigo con beneficios" decidan poner fin a su situación.
Permítete llorar
Podrías pensar que no tienes "derecho" a sentirte triste cuando una relición situacional termina porque crees que la relación nunca fue "real" o "legítima" en primer lugar. Pero aquí está la cosa:
Los corazones humanos no pueden leer "etiquetas" románticas.
El hecho de que alguien con quien estuviste asociado romántica o sexualmente nunca fue considerado tu novio o novia "real" no significa que no puedas estar molesto cuando esa persona ya no está en tu vida. Cualquier el grado de intimidad interpersonal puede provocar sentimientos de conexión, que es algo para lo que estamos más o menos programados como especie. Cuando esa conexión termina, es completamente normal (y argumentaré que es saludable) experimentar cierta cantidad de dolor o pérdida.
Por lo tanto, sé amable contigo mismo mientras lloras el final de esta, bueno, situación. Observa con curiosidad cómo te hablas a ti mismo y evita usar palabras o actitudes que no usarías con un amigo querido. Si te sientes deprimido, desanimado o incómodo, reconoce que estás pasando por un proceso de duelo y date el apoyo que necesitas para superarlo: escribe en tu diario, habla con un terapeuta o redobla tus básicos favoritos para el cuidado personal, como pasar tiempo al aire libre, recibir un masaje, ir a cenar con amigos o servir a los demás a través de cosas como el voluntariado o actos de bondad al azar.
Obtén una perspectiva diferente
Encuentra a alguien en quien confíes para hablar sobre tu experiencia.
Tal vez te sientas avergonzado de haber estado en esa situación en primer lugar y te preocupe lo que piensen los demás. Es difícil, pero trata de dejar ir esa preocupación. En su lugar, identifica a una persona en tu vida en la que confíes y respetes que, al estar para ti constantemente para ti en el pasado, se haya ganado el derecho de escuchar tu historia, y luego comparte la historia con ella.
Considéralo un informe de la relación "situacional". Hablar con otra persona sobre tu experiencia no solo te ayuda a desentrañar y dar sentido a las emociones que sientes, sino que también puede ofrecer nuevas y valiosas ideas y perspectivas de alguien con un poco más de objetividad que tú. Esto debería ayudarte a obtener una mayor claridad, establecer un punto de apoyo más realista sobre la situación y la persona, e identificar cualquier suposición o creencia miope que tu ego afligido pueda tener en este momento.
Por lo menos, hablar con otra persona puede ayudarte a sentirte menos solo en la experiencia, y ese es un elixir poderoso cuando se trata de superar una relación, incluso una ambigua.
Reflexiona sobre los límites que te importan
El final de cualquier relación viene con un gran regalo escondido dentro del dolor: la oportunidad de aprender y crecer.
Habiéndote alejado de tu relación situacional, ahora tienes tiempo y espacio para pensar en las lecciones que puedes extraer de la experiencia. ¿Puedes identificar qué papel desempeñaba ese "amigo con beneficios" para ti, o qué te ofrecía que sentías que faltaba en otra parte de tu vida? Quizás lo más importante, ¿puedes definir lo que quieres para tu próxima relación? ¿Qué tipo de límites esperarás de ti y de tu pareja? Cuando se trata de relaciones, ¿qué valores te importan más? ¿Conexión emocional? ¿Atracción física? ¿Compromiso? ¿Intereses compartidos?
Ser lo más específico posible sobre el tipo de pareja que deseas en el futuro y el tipo de pareja que quieres ser puede ayudar a garantizar que ingreses a cualquier relación futura con mayor intención y tranquilidad.
A version of this article originally appeared in English.