Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Martina Lackner M.Sc.
Martina Lackner M.Sc.
Género

Cómo manejar dinámicas de poder dominantes y negativas

Existen formas de manejar a las personas agresivas.

En este artículo se ofrecen algunas herramientas para gestionar dinámicas de poder dominantes y negativas tanto en las relaciones profesionales como en las personales. La eficacia de estas estrategias puede variar según el contexto y la cercanía de la relación, en particular en entornos personales en los que la intimidad emocional y física desempeñan un papel más importante. El objetivo es reconocer y responder a las limitaciones o abusos de poder, teniendo en cuenta que el impacto de dichas dinámicas depende de diversos factores, entre ellos la naturaleza de la manifestación de poder, la situación y las personalidades implicadas. Los consejos que se ofrecen son de carácter general.

El poder opera según patrones. Por ejemplo, una agresión puede ir seguida de una copa de conciliación o de una reunión en el dormitorio. Empieza a cuestionar los patrones que siguen tu pareja o jefe agresivo y ávido de poder, ya que tendrás que reconocerlos para interrumpirlos. Esto significa que si no hay sexo después de una pelea, tampoco debes mostrar una disposición a perdonar. Las agresiones no deben perdonarse ni excusarse.

Confrontando la agresión

El poder no tolera ninguna contradicción. Si no respondes al poder, o no respondes adecuadamente, le estás dando una señal a tu contraparte de que puede extender su poder aún más. Esto significa que no responder o responder solo a medias a las agresiones puede ser una negligencia grave. Debes preparar un repertorio de frases para tener a mano en caso de un ataque. El poder a menudo deja a sus víctimas sin palabras. Debes encontrar tu lenguaje específico, la frase correcta en el momento correcto, ya que la sabiduría y la precisión te ayudarán a esquivar. Por ejemplo, “No puedes hablarme así. Espero y merezco un tono diferente”.

Manejo confiado de los errores

El poder busca puntos de ataque, explota las debilidades y los miedos, y busca errores. Los errores, por supuesto, no siempre se pueden evitar, pero algunos jefes (sobre todo en mi país natal, Alemania) pueden no tener una cultura del error. Buscarán errores cuando quieran deshacerse de ti. Aun así, sería un mal consejo decir que uno debe evitar los errores urgentemente; los errores son humanos. Esfuérzate por lograr una buena calidad de trabajo y admite con confianza los errores cuando ocurran. La soberanía hace a las personas fuertes, no débiles. En caso de un error, podrías decir: “Desafortunadamente, cometí un error, porque…” o “e aprendido de este episodio y tendré en cuenta la información la próxima vez”.

Dale a la otra persona la sensación de que puedes irte en cualquier momento

El poder intenta poseer a las personas. Por eso es tan importante transmitir a la otra persona la sensación de que puedes marcharte en cualquier momento. No dependes de ella, ni económica ni emocionalmente. En este punto, debes trabajar en tu actitud y en tu colchón financiero. Un mantra silencioso en este sentido podría ser: “Puedo arreglármelas bien por mi cuenta; tú, jefe o pareja, no mereces que me quede”.

A version of this article originally appeared in English.

publicidad
Más de Martina Lackner M.Sc.
Más de Psychology Today
Más de Martina Lackner M.Sc.
Más de Psychology Today