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Verificado por Psychology Today

Atención

Adaptación al movimiento con o sin atención

Una nueva investigación muestra que las secuelas del movimiento pueden ocurrir sin una atención concentrada.

Los puntos clave

  • Luego de exponerse a estímulos en movimiento continuo, nuestro sistema visual se adapta, produciendo secuelas
  • Investigaciones anteriores dieron resultados contradictorios en cuanto al papel de la atención en las secuelas
  • Un nuevo estudio encuentra evidencia de que la atención puede modular las secuelas, pero hasta cierto punto
  • Las secuelas del movimiento siguen ocurriendo de forma robusta incluso en ausencia de atención visual

El efecto posterior del movimiento, a veces denominado “ilusión de la cascada”, es una de las ilusiones visuales más antiguas que se han descubierto y se remonta a la época de Aristóteles. Cuando nos exponemos a un estímulo que se mueve continuamente, como una cascada, se produce una adaptación selectiva de las neuronas sensibles al movimiento que codifican esa dirección. Por ejemplo, observar una cascada durante 30 segundos hace que nuestras neuronas de “movimiento descendente” se adapten y reduzcan su frecuencia de activación. Al mirar una escena estática (sin movimiento), parece que se desplaza lentamente en la dirección opuesta (en este caso, hacia arriba). Puedes experimentar el efecto posterior del movimiento viendo este breve vídeo:

El papel ambiguo de la atención

Una cuestión importante para los científicos cognitivos es si la atención juega un papel en los efectos posteriores al movimiento y de qué manera. Dado que la percepción del movimiento comienza en las primeras etapas del procesamiento neuronal, es posible que los efectos posteriores al movimiento no requieran una atención activa y concentrada: mientras el estímulo del movimiento llegue a nuestras retinas, debería activar los detectores de movimiento relevantes en la corteza visual temprana para que se adapten y produzcan efectos posteriores al movimiento. Sin embargo, la investigación científica sobre esta cuestión ha producido resultados mixtos: algunos estudios muestran poco o ningún efecto de la atención y otros muestran una participación considerable de la atención.

Para resolver esta discrepancia, un nuevo estudio de Daphne Roumani y Konstantinos Moutoussis publicado en el número de este mes de Perception, adaptó a los observadores a un estímulo de movimiento periférico mientras completaban una tarea de dificultad variable en el centro de la pantalla. La tarea (Presentación Visual Serial Rápida o RSVP por sus siglas en inglés) requería que los participantes identificaran letras objetivo que parpadeaban brevemente en el centro de la pantalla. La dificultad de la tarea se manipuló modificando la frecuencia con la que aparecían los objetivos (cuanto más frecuentes eran, más difícil y exigente era la tarea). Después de varios segundos de adaptación al movimiento periférico mientras completaban la tarea central RSVP (o ninguna tarea), los participantes juzgaron la dirección de un conjunto ambiguo de puntos que se movían en la periferia (el estímulo de prueba).

Al examinar el sesgo de los participantes al responder al estímulo de prueba, los investigadores pudieron medir la fuerza del efecto posterior del movimiento en diferentes cargas de atención. Los investigadores también manipularon la fuerza general de los estímulos de movimiento de adaptación para determinar si los efectos de atención dependen de la fuerza del movimiento de adaptación en sí.

Sus hallazgos mostraron un efecto moderado de la atención: cuando el RSVP central exigía más atención, los participantes exhibieron un efecto posterior del movimiento más débil. Sin embargo, este efecto solo se encontró para las condiciones de fuerte adaptación al movimiento. Cuando los estímulos de movimiento en la periferia eran débiles (es decir, menos coherentes), los efectos posteriores del movimiento eran más débiles y no variaban en función de la carga de atención.

En general, los autores concluyen que la atención sí tiene un efecto sobre los efectos posteriores al movimiento, pero estos dependen fundamentalmente de la fuerza de los estímulos de movimiento. Además, los efectos moduladores de la atención son limitados; es decir, en la condición de alta carga de atención, los efectos posteriores al movimiento fueron solo un 10.5 por ciento más débiles que en la condición de baja carga de atención, y solo un 23.6 por ciento más débiles que en una condición de referencia sin ninguna tarea RSVP. Por lo tanto, aunque la atención puede modular la fuerza de los efectos posteriores al movimiento, los efectos posteriores al movimiento aún pueden manifestarse de manera robusta en ausencia de atención.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Nicolas Davidenko Ph.D.

El Doctor Nicolas Davidenko, es Profesor Asociado de Psicología en la Universidad de California, Santa Cruz, donde enseña cursos de percepción, ilusiones y reconocimiento facial.

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