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Verificado por Psychology Today

Relaciones

7 consejos para crear límites saludables con los demás

Saber cuándo decir que no.

Una relación saludable requiere el espacio para ser tú mismo y mantener tu integridad personal. La mayoría de las personas respetarán tus límites cuando explicas cuáles son y esperarán que tú hagas lo mismo por ellas; es una calle a dos vías. Pero no es así con las personas que no entienden dónde terminas tú y empiezan ellas. Es probable que las personas que invaden tu espacio no estén pensando en tí o en cómo te afectará sobrepasar tus límites. Claramente sienten que tienen el derecho de obtener lo que pidan, sea lo que sea que necesiten, porque, por supuesto, sus necesidades son más importantes que las tuyas.

Para muchos de nosotros, nuestras experiencias tempranas han sido lo suficientemente positivas como para permitirnos adaptar una actitud de confianza cuando se trata de los demás. Sin embargo, algunas personas que tienen dificultades con la confianza como resultado de la inestabilidad, inconsistencia, invasión de límites e incluso una verdadera amenaza de daños y alienación en algún punto de sus vidas, podrían ser más vulnerables y estar más abiertas a violaciones de los límites. Muchos en esta situación pueden tener una autoestima “inestable”, pueden temerle a la pérdida de una relación (sin entender qué tan limitante o dañino es para ellos) y/o sienten culpa por hacer sentir infeliz o enojado a alguien más si no se involucran.

¿Cómo sabes si se están cruzando tus límites? Generalmente, hay un amplio rango de categorías que componen las violaciones: verbales, psicológicas, emocionales y físicas. Las violaciones de límites morales, espirituales y éticas también existen.

Las violaciones verbales incluyen no permitirte hablar o ser escuchado, levantar la voz y/o gritarte, decir cosas despectivas o incendiarias sobre tu integridad o carácter, o hacer chismes sobre ti.

La violaciones de límites psicológicos y emocionales incluyen atacar tu sentido del ser y autoestima, usar lo que les dices en confianza en tu contra, mentirte, criticar, menospreciar, juzgar o manipularte, burlarse de ti, de tus pensamientos, tus sentimientos y tus creencias, intentar hacerte sentir culpable o responsabilizarte por ellos en una situación, haciendo exigencias sobre tu tiempo y energía, avergonzándote, acosándote o asegurándote que sus pensamientos y creencias son superiores y más importantes que las tuyas.

Las violaciones físicas incluyen moverse dentro de tu espacio personal, tocarte sin permiso, ser inapropiados o demasiado familiares, especialmente de manera sexual (incluyendo referencias sexuales y acercamientos), tocar o manejar cosas que te pertenecen, violar tu privacidad (teléfono, computadora, contactos de redes sociales y registros personales), dañar o destruir tu propiedad personal o amenazarte con daños físicos.

Mientras que suele ser necesario involucrarse con varias personas durante un periodo de tiempo para eventualmente obtener el control de quién quieres en tu vida y entender quién te respeta a ti y a tu espacio y quién solo está buscando su propio beneficio (personas que suelen ser tóxicas). Mientras tanto, aquí tenemos algunos consejos para ayudarte a navegar hacia tu meta de establecer límites saludables.

Conócete. Conócete tan bien como te sea posible. Esto significa que necesitas aprender lo que realmente es importante para ti y lo que realmente valoras aparte de los demás. Obtener acceso a tu mundo interno al familiarizarte y sentirte cómodo con tus propias creencias, emociones, sentimientos e ideas es esencial. La intimidad que experimentas dentro de ti sirve como tu barómetro relacional personal. Cuanto mejor sea tu conocimiento de ti, más capaz serás de entender y elegir a personas que te rodeen que reflejen mejor el tipo de experiencia de vida que quieres tener.

Responsabilízate por ti. Esto significa volverte consciente, desarrollar la capacidad de participación completamente presente para saber lo que debes hacer por ti mismo. Al poner tus propios límites, les estás diciendo a los demás cómo quieres y esperas que te traten; en otras palabras, estás poniendo límites sobre quién puede entrar a tu espacio y qué esperas de los demás ya que estén ahí, cómo esperas que te hablen, que te toquen y que te traten psicológica y emocionalmente. Lo que digas tiene valor, sin importar lo que otros puedan pensar, sentir o creer. Un corolario de esto es que no eres responsable por los sentimientos, acciones y creencias de los demás o por la manera en la que reaccionan a los límites que pones.

Desarrolla un respeto saludable para ti. Todas tus experiencias, incluyendo los errores que has cometido te han ayudado a formar tu carácter, a definir quién eres. Nadie además de ti, sin importar qué tan persuasivo pueda ser, puede definirte o intentar controlar quién eres. Cuando te respetas a ti mismo, a todo lo que eres, deberías esperar que otros te traten con respeto. Si no lo hacen, es una clara señal para no involucrarse.

Escucha las advertencias. Mantente alejado de cualquiera que tenga sus propios planes para ti y que no le preocupe cruzar tus límites para sus propios fines. Esto no es algo difícil de reconocer ya que usualmente no hay mucha sutileza involucrada. De hecho, mientras más resistas sus intentos de involucrarse contigo de la manera que más les convenga, más evidentes, desesperados, insultantes y estridentes se vuelven.

No intentes arreglar a las personas. Arreglar a otros es una manera de intentar obtener amor, atención y/o validación. Obtener amor/atención/validación debe significar que estás bien, ¿cierto? Es una pérdida de tu tiempo y energía intentar arreglarlos porque, a fin de cuentas, no están interesados en ser de una manera distinta a lo que son. Y lo cierto es que generalmente tú tampoco necesitas que te arreglen personas autointeresadas que quieren decirte qué hacer y qué te conviene.

Estás a cargo de tus decisiones. Tienes el derecho de cambiar de opinión sobre la dirección de tu vida en cualquier momento. No necesitas sentir que le debes nada a nadie, da solo lo que quieras dar libremente y de corazón. Cualquiera que te maltrate, sea irrespetuoso de tus deseos, se niegue a escucharte y no tenga intención de cambiar es un problema. Prepárate para alejarte sin miedo o culpa y no mires atrás.

Sepárate de los demás. Puede ser difícil estar emocionalmente atado a otros mientras permaneces separado intelectual y psicológicamente. Esto significa que eres capaz de separar tus pensamientos, sentimientos y creencias de los demás. Entiendes que tus límites son diferentes a los de los demás. Esta separación crea suficiente espacio, un tipo de “espacio mental” entre tú y los demás que permite una expresión personal mientras minimizas la involucración emocional y psicológica. Obtener una perspectiva saludable de los demás sin crear conflictos dentro de ti es la meta.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Abigail Brenner M.D.

Abigail Brenner, Médica, es psiquiatra con práctica privada. Es autora deTransitions: How Women Embrace Change and Celebrate Life y otros libros.

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