Relaciones
4 Ingredientes esenciales en una relación amorosa
Nadie aparece mágicamente en una gran relación, las parejas hacen que suceda.
18 de enero de 2021 Revisado por Gary Drevitch
En su último libro, Love Illuminated, (El amor iluminado) Daniel Jones concluye, basado en miles de ensayos escritos en su columna "Modern Love" en el New York Times, que lo que la mayoría de la gente realmente quiere es una relación amorosa y permanente.
Evidencia de esto son los más de 13.5 millones de libros de autoayuda que abordan las relaciones y el interés de tantas parejas en mejorar y mantener su amor.
Dado el diluvio de información que se ofrece y mis años trabajando con parejas, he extraído cuatro ingredientes esenciales que los invito a considerar como esenciales para las relaciones amorosas y duraderas.
Pueden ser obvios, básicos para tu matrimonio o relación, escondiéndose a la vista, algo que dejaste de hacer, o algo que nunca intentaste. Considéralos en el contexto de tu relación incluso frente a una pandemia, una tensión económica y la incertidumbre.
Verse a los ojos
Es probable que la primera vez que conociste a tu pareja, se miraban a los ojos tanto como podían y a muchos aspectos de su conexión. En una cultura que exige observar el camino, mirar la pantalla, el teléfono, las tareas paralelas o los niños, la mirada mutua se vuelve más difícil durante los años.
Restablecer la mirada
Cuando las parejas se miran a los ojos cuando dicen hola o adiós cada día, cuando están tomando esa taza rápida de café, cuando están intercambiando bolsas o niños en el campo de fútbol, afirman una conexión íntima. Después de todo, no miras a los ojos a cualquier persona.
Michael Ellsberg, autor de The Power of Eye Contact, (El poder del contacto visual) sugiere que cuando haces contacto visual con otra persona, tú, en algún sentido, le das a esa persona un vistazo a tu mundo emocional.
- En términos de sentimientos negativos, es mucho más difícil de descartar o abusar verbalmente de una pareja cuando ves a esa persona mientras habla. La exposición a los ojos del otro parece subrayar la conexión y mediar la forma en que se expresa la ira.
- Incluso si las parejas apartan sus ojos cuando discuten, aquellas con una relación fuerte a menudo usan el contacto visual para restaurar la conexión.
- Cuando las parejas llaman la atención de su pareja en público para transmitir el mensaje "te amo", "solo quedan dos horas más", o "gracias a Dios que estás aquí", afirma el vínculo entre ellas.
- Puede que no haya mucho tiempo, pero siempre hay tiempo para mirarse el uno al otro.
Reírse el uno con el otro
Se ha demostrado que la risa tiene beneficios físicos, psicológicos e interpersonales. Las parejas que se ríen reducen el estrés, pasan por encima de "las cosas pequeñas" y se sienten más conectadas.
La investigación sugiere que el sentido del humor es un rasgo atractivo. En particular, a las mujeres les gustan los hombres que las hacen reír y los hombres se sienten atraídos por las mujeres que “los entienden”. Tanto las mujeres como los hombres asocian el sentido del humor con la alegría y la resiliencia para superar los momentos difíciles de la vida.
- La risa es parte integral de la intimidad porque reír significa arriesgarse a ser emocionalmente tocado por otro.
- Cuando las parejas pueden reírse de sí mismas y reírse de los errores del otro, la relación es segura para la autenticidad y el perdón.
- Ya que dicen que realmente no se puede amar a nadie con quien nunca te ríes, reír cada día es un impulso para la historia de amor.
Dejar ir
No hay pareja que no discuta, pelee, que no tenga desacuerdos o se pregunte a veces de qué planeta ha salido el otro. Dicho esto, las mejores parejas saben cuándo dejarlo ir.
Han aprendido que cuando la gente está en su "cerebro reptiliano", no pasa nada bueno. Uno o ambos necesitan presionar un botón de pausa, sacar al perro, comenzar a cocinar. Literalmente abren un espacio para restablecer su regulación para que puedan vivirlo sin poner en riesgo su relación.
No están renunciando a abordar diferencias de opinión importantes . Están dejando ir los enfrentamientos tóxicos que se intensifican tanto que no se pueden encontrar soluciones y decisiones mutuas.
Cuando las parejas tienen una fuerte conexión, no tienen miedo de la pelea y no tienen miedo de renunciar a la pelea. No equiparan las diferencias o desacuerdos con la falta de amor. No tienen que ganar para sentirse amados.
Las parejas que pueden dejar ir han aprendido que una vez que han dicho su punto, el otro necesita tiempo y espacio para procesar. Confían en que si dejan que eso suceda, abren opciones para considerar si es una pelea que vale la pena tener, si necesitan tener razón, si hay soluciones inesperadas, o incluso si deben revertir sus opiniones.
- Han aprendido que las disculpas vienen de diferentes formas y maneras distintas y que si una disculpa tiene que verse o sonar de cierta manera, se perderá.
- Han aprendido que en las horas, días y años de una relación, la conexión es más importante que ganar.
- Han aprendido a dar y recibir. Han aprendido que cuando se tienen dudas es mejor: “Dejarlo ir y asumir lo mejor de su pareja.”
Dejar que el otro sepa
Un joven novio compartió una historia en su boda. Dijo que cuando sus amigos le preguntaron por qué estaba seguro de que su novia era la correcta, él respondió: "Probablemente pueda vivir con mucha gente, ¡pero no puedo vivir sin ella!”
Las parejas que tienen relaciones amorosas sustentables de alguna manera permiten que el otro sepa eso.
Van más allá de la tendencia que todos tenemos de dar al otro por sentado afirmando positivamente a su pareja en formas pequeñas y grandes .
Le hacen saber al otro que son amigos y mucho más encontrando una manera de hacer que el otro se sienta deseado. Puede significar superar la fatiga, luchar contra la enfermedad, conectarse a través de mensajes de texto, o siempre encontrar el tiempo (incluso 10 minutos) solo para pasar tiempo juntos.
Las parejas que se lo dejan saber, nunca asumen que su pareja ya no necesita saberlo -no importa cuánto tiempo han estado juntos.
“El amor no es solo algo que sientes. Es algo que haces. — David Wilkerson
Imagen de Facebook: Monkey Business Images / Shutterstock
A version of this article originally appeared in English.