Educación
4 Indicadores de un salón de clases bien sintonizado
La "salsa secreta" de la enseñanza y el aprendizaje efectivos.
20 de abril de 2022 Revisado por Jessica Schrader
Los puntos clave
- Construir un aula sincronizada beneficia enormemente el aprendizaje y la participación de los estudiantes.
- Notar las interacciones entre estudiantes y profesores es un punto de partida clave.
- A menudo pasamos por alto el valor del humor en la enseñanza, pero esto es clave en las aulas sincronizadas.
Los profesores pueden mejorar enormemente la enseñanza y el aprendizaje al estar sincronizados con los estudiantes de su clase. En cuanto a los padres, tal vez se pregunten si el salón de clases de su hijo está "sincronizado". Aquí hay una lista de verificación de los principales indicadores que nos dicen que efectivamente es así:
1. Escuchas disculpas con relativa frecuencia y no solo por cosas importantes.
No siempre se trata de que los niños se peleen mucho, o que alguien realmente hiera los sentimientos de otra persona. Las disculpas pueden venir fácilmente, ya que los estudiantes no se sienten avergonzados o incómodos de admitir la necesidad de una reparación. Y lo mismo ocurre con los profesores. Cuando los maestros han cometido un error o simplemente han dicho algo que desearían no haber dicho, también se sienten facultados para disculparse.
Ser capaz de disculparse bien es tan importante como hacer las cosas "bien".
¿Por qué importa esto? Cuando todos en un salón de clases se sienten capaces de disculparse sin que sea un gran problema, son mucho más capaces de tomar riesgos. Pueden desafiarse a sí mismos y no sentirse avergonzados de hacer las cosas mal. Y pueden animar a sus compañeros a que también lo hagan.
2. Escuchas intercambios frecuentes de risas.
Los niños de todas las edades necesitan ser conocidos y vistos por lo que son individualmente, y la risa puede ser una gran parte de eso.
Esto no se trata solo de bromear. Cuando escuchamos que los niños pueden hablar fácilmente con sus compañeros o debatir sobre temas pequeños o grandes, están desarrollando habilidades sociales mientras aprenden el contenido. Y cuando escuchamos a un maestro que alienta ese intercambio, a menudo es alguien que conoce la importancia de las relaciones. Los niños no pueden aprender si no se sienten seguros con quienes los rodean. Eso puede significar usar "humor de afinidad" o humor que los acerque, en lugar de "humor agresivo" que se trata más de burlarse de los demás.
3. ¿El profesor nota los cambios pequeños?
Escuchamos mucho acerca de las evaluaciones de alto riesgo, especialmente las pruebas que marcan qué tan bien está progresando un niño en lectura o matemáticas. Pero en un aula sincronizada, hay pequeños controles que van mucho más allá de estas evaluaciones. Se llevan a cabo todos los días.
¿Por qué es esto importante? Para abordar los pequeños desafíos antes de que se conviertan en grandes, los maestros deben estar atentos al suelo. Esto puede ser enormemente difícil en las aulas donde no hay suficientes maestros, o donde los maestros no tienen suficiente tiempo de inactividad para observar o seguir a los niños individualmente. Por eso es tan importante tener este tiempo. Permite a los maestros hacer el tipo de controles diarios y cambiar la enseñanza y el aprendizaje en respuesta a desafíos menores.
4. Los niños responden sin que se les hagan preguntas.
A ningún maestro le gusta sentir como que sacarle una respuesta a un niño es como sacarle un diente. Y, en un aula sincronizada, no debería serlo, al menos, no la mayor parte del tiempo.
Cuando los niños se sienten comprometidos, quieren responder y discutir. O, para los niños más callados, quieren tomarse su tiempo para procesar lo que han escuchado. Allá por 1994, un estudio encontró que el maestro promedio hacía una pausa de menos de un segundo y medio antes de continuar hablando o hacer otra pregunta. Irónicamente, este tiempo fue aún menor cuando los maestros percibían al niño como “lento”.
En lugar de ir tan rápido, el autor Robert Stahl sugiere que los maestros hagan preguntas claras y bien estructuradas y luego esperen alrededor de tres segundos. Esto les permite a los niños tener el "tiempo para pensar" que necesitan para formular sus respuestas. Esto también brinda más oportunidades para los niños que no son tan rápidos para responder.
Cuando tienes un salón de clases sincronizado, o cuando tu hijo está en uno, es mucho más probable que se apoye el aprendizaje y el crecimiento de los estudiantes. Los niños aprenden a escuchar más profundamente a sus maestros y compañeros y se sienten más cómodos tomando riesgos intelectuales. Desde este punto de partida, la cultura del aula se vuelve cálida y acogedora para muchos estilos y necesidades de aprendizaje diferentes. Y afortunadamente, incluso para las aulas que no están sincronizadas, hay pequeños cambios que puede hacer en las interacciones diarias que ayudarán.
A version of this article originally appeared in English.