10 pasos para tener una relación sin perderte a ti mismo

Si quieres aprender más sobre cómo construir un “yo” fuerte y un “nosotros” fuerte también, estas son mis notas de lo que hace falta:

I. Un yo sólido en cualquier relación importante requiere autenticidad en el contexto de la conexión. La autenticidad significa que podemos ser nosotros mismos en una relación. “Ser nosotros mismos” significa que:

1. Podemos hablar abiertamente sobre las cosas que nos importan.

2. Podemos definir nuestros valores, creencias, convicciones y principios; y mantener nuestro propio comportamiento en la relación congruente con ellos.

3. Podemos tomar una postura clara sobre asuntos emocionales importantes.

4. Podemos aclarar los límites de lo que es aceptable y tolerable para nosotros en una relación.

5. Podemos definir los límites de lo que podemos hacer o decir con comodidad.

6. Podemos compartir abiertamente nuestra competencia así como nuestros problemas y vulnerabilidad con el otro.

II. Un yo sólido no solamente requiere que “seamos nosotros mismos” en las relaciones. También requiere que le permitamos a la otra persona hacer lo mismo. Esto significa que:

7. Podemos deferir a la capacidad de la otra persona para resolver sus propios problemas y manejar sus reacciones y dolor con el tiempo.

8. Podemos mantenernos emocionalmente conectados con la otra persona que piensa, siente y cree cosas distintas, sin necesitar cambiar, convencer o arreglar a la otra persona.

9. Podemos dar consejos o retroalimentación cuando se nos pregunta, compartir el yo con tranquilidad (“esto es lo que me ha sido útil”, “esto es lo que yo haría en tu lugar”) reconocer que esto podría encajar en las creencias de la otra persona o no.

10. Podemos decir cómo vemos las cosas sin ponernos instructivos y sin inmiscuirnos en medio de los problemas de relación de otras personas.

Lograr lo anterior requiere “autoenfoque” en contraste con enfocarse intensamente en los demás. Cuando nos enfocamos en nosotros mismos, podemos:

… empatizar con los problemas de otras personas sin estar demasiado enfocados en ello.

… trabajar en aclarar un plan de vida que nos permita vivir nuestra propia vida (no la de alguien más) tan bien como sea posible.

… dedicar nuestra energía a observar, aclarar y cambiar nuestra propia parte en los patrones de la relación, en lugar de intentar cambiar, controlar, interpretar, diagnosticar o criticar a la otra persona.

El desafío de al menos una vida es tener relaciones que no estén por encima del yo, y tener un yo que no esté por encima de la otra persona. Elige tres cosas de la larga lista de arriba y trabaja en ellas. Tus relaciones (y tu yo) te lo agradecerán.