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Los puntos clave
- Saborear, o tomarse el tiempo para apreciar pequeños momentos, puede aliviar el estrés y mejorar el estado de ánimo.
- La incertidumbre puede llevar a la gente a saborear más.
- Elegir deliberadamente buscar y disfrutar de buenos momentos y cosas especiales puede ayudar a revelar más aspectos positivos.
¿Tienes 30 segundos para mejorar tu vida?
He estado pensando en esa pregunta desde que entrevisté al psicólogo social Fred Bryant en 2011. Es un experto en saborear y me dijo que en unos 30 segundos, la práctica podría ayudar a mejorar nuestros estados de ánimo y también preparar nuestros cerebros para la positividad.
Puse a prueba sus enseñanzas y agregué una práctica de saborear a mi rutina diaria. El hábito, que funciona mejor cuando lo usamos regularmente, a lo largo del día, me ha ayudado a controlar mi ansiedad, a ser más consciente y a capitalizar realmente la alegría.
Pero sobre todo, me ayuda a calmarme al recordarme que no todo está podrido o desmoronándose. Cuando hago una pausa para saborear algo delicioso o precioso, divertido o increíble, me establezco en un momento de buenas sensaciones. Me relajo. Y ese mordisco de bondad a menudo es suficiente para cambiar mi día o ayudarme a replantear un momento difícil.
Los investigadores han descubierto que los tiempos difíciles también pueden impulsarnos a saborear las pequeñas cosas de la vida como una forma de afrontarlas.
En un experimento, que me encanta imaginar, a la gente que camina le dieron volantes. Un volante decía: "La vida es impredecible: Detente y huele las rosas".
El otro volante decía: "La vida es constante: Detente y huele las rosas".
No muy lejos de donde se repartieron los volantes había una mesa con un ramo de rosas rojas en la parte superior. Las personas que leyeron el volante que decía "La vida es impredecible" tenían 2.5 veces más probabilidades de oler las rosas que las que recibieron el otro volante, según el investigador principal Andrew Gregory.
En un estudio relacionado, más de 6,000 personas encuestadas dijeron que tenían más probabilidades de saborear y apreciar los pequeños momentos de la vida cuando el mundo se sentía más caótico.
Cómo funciona saborear
El sábado, la válvula de nuestro inodoro se rompió, derramando agua por todo el baño y el dormitorio, empapando las paredes y la alfombra, y rociando el tocador. Al mismo tiempo, mi hija estaba trastornada por una tarea escolar perdida y tenía un proyecto que debía entregarse dentro de la fecha límite. Me sentía frenética. Estresada.
Pero luego me serví una taza de café, y me senté con ella, oliendo su aroma, mirando el brillo en su superficie, y finalmente, tomando un sorbo y dejándolo rodar sobre mi lengua. Saboreé esa taza de tueste oscuro y la práctica ayudó a disipar mi estrés para que pudiera avanzar con mayor claridad y calma.
Así es como funciona. Al conectarnos con las alegrías y placeres inmediatos de la vida, nos alejamos de la ansiedad y el malestar.
Toma uno o dos minutos practicar saborear y los beneficios, mejores relaciones, mejor salud y bienestar, un sentido más fuerte de comunidad, persisten mucho después de que hayamos seguido adelante con nuestro día a día.
¿Listo para aprovechar esta poderosa práctica? Aquí hay algunas maneras de hacerlo.
Tres maneras de saborear hoy
Reduce la velocidad, aprovecha todos tus sentidos. Este es el enfoque que tomo varias veces a lo largo del día y es el que usé cuando explotó el inodoro. Lidié con la emergencia inmediata, respiré hondo y luego hice una breve pausa para saborear un sorbo lento de café, oliéndolo, degustándolo y viéndolo.
La pausa nos ayuda a desconectarnos de la avalancha de sentimientos, y saborear mejora la experiencia placentera. Cuando saboreamos nuestra comida, los estudios demuestran que incluso hace que la comida sepa mejor.
Tómate el tiempo para saborear hoy. Reduce la velocidad, aprovecha todos tus sentidos y permítete experimentar completamente un delicioso trozo de chocolate o un impresionante amanecer y absorbe las buenas sensaciones que vienen. Te harán flotar todo el día.
Ancla el momento a lo grande. Grita, baila, ríe, celebra y disfrutarás más del momento, según la investigación. Cuando expresamos físicamente nuestros buenos sentimientos, esos sentimientos se intensifican porque estamos comunicando a nuestros cerebros que estamos experimentando algo que vale la pena.
Las personas que expresan sus sentimientos abiertamente mientras ven videos divertidos, por ejemplo, tienden a divertirse más que las personas que los ven en silencio, según Bryant.
Busca lo bueno. Sé deliberado y busca cosas para saborear. Cuando experimentas algo especial, ves algo hermoso, o disfrutas de un momento único, haz una pausa para absorberlo e imprimirlo en tu mente.
Cuando nos desafiamos a buscar conscientemente cosas buenas, las encontramos junto con los sentimientos felices que inspiran. Esto funciona para mí. Siempre.
Puntos de bonificación: ir con gratitud. Saborear, la práctica de tomarse el tiempo para sumergirse en los buenos sentimientos causados por algo increíble, hermoso o delicioso, cultiva el aprecio y luego la gratitud. Da gracias por el momento. Agradece y te ayudará a equilibrar las cosas negativas que debemos soportar.
Hora de saborear la luz del día
El otro día llevaba a las chicas a la secundaria. Todas estaban medio dormidas. Doblé la esquina, mirando hacia el este, y el cielo me dejó sin aliento. Estaba floreciendo con nubes rosas y naranjas. Los rayos de sol se colaban. Un hermoso amanecer.
Tomé un par de respiraciones profundas, solo noté ese hermoso cielo, lo respiré, luego grité, "wow, mira ese amanecer. Vivimos en un mundo maravilloso".
Mi hija adolescente bajó la cabeza avergonzada. Sus dos amigas en el asiento trasero comenzaron a reírse. Luego se dieron cuenta de la salida del sol también. Una tomó una foto.
La escena, el estallido, el darse cuenta anclaron el hermoso momento para mí, haciéndolo más grande y audaz. Me ayudó a conectarme con mi hija de una manera tonta y me recordó el increíble mundo en el que vivimos. Eso me llevó a la gratitud de que estaba allí, lo suficientemente segura y saludable para ver ese amanecer.
El breve momento se expandió y me sentí bien el resto del día.
Saborear no elimina la incertidumbre y el malestar que encontramos en la vida, pero seguro que hace que todo sea más fácil de manejar al recordarnos el bien que existe.
A version of this article originally appeared in English.
