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Verificado por Psychology Today

Ansiedad

Un primer paso para superar los ataques de pánico

Podrías estar demasiado atento a las sensaciones corporales.

Los puntos clave

  • Los ataques de pánico son comunes, pero pueden ser extremadamente aterradores, especialmente cuando ocurren en situaciones inesperadas.
  • Las personas con ataques de pánico pueden estar en alerta, revisando con frecuencia sus cuerpos para detectar síntomas inusuales.
  • Tener demasiada conciencia del cuerpo puede reforzar los ataques de pánico y hacerlos más frecuentes.
theaphotography/Adobe Stock
Source: theaphotography/Adobe Stock

Los ataques de pánico son muy comunes pero muy tratables. Casi el 5% de las personas en los Estados Unidos tendrán un trastorno de pánico diagnosticable en algún momento de sus vidas; sin embargo, aproximadamente el 23% de la población experimentará ataques de pánico que no progresan a un trastorno de pánico en toda regla.

Primero, definamos los ataques de pánico. Un ataque de pánico es una oleada repentina de miedo extremo o malestar que alcanza su punto máximo en cuestión de minutos. Los ataques se componen de al menos cuatro síntomas físicos, como un ritmo cardíaco acelerado, dificultades para respirar, mareos o náuseas.

Las personas con trastorno de pánico tienden a tener ataques de pánico recurrentes, algunos que parecen salir de la nada. Pueden preocuparse por tener otro ataque, y podrían desarrollar agorafobia, o evitar situaciones que se asocian con los ataques, como conducir en la autopista, comer en restaurantes o estar en grandes multitudes.

La respuesta de lucha o huida

Los seres humanos (y los animales) evolucionaron para tener una respuesta de lucha o huida para protegerse a sí mismos si había un peligro presente. La capacidad de tener esta respuesta es importante: si un coche viniera a toda velocidad hacia ti al cruzar la carretera, tendrías que tener una respuesta de ansiedad para salir del camino y protegerte. Un ataque de pánico ocurre cuando esta respuesta de lucha o huida se activa, pero cuando no hay peligro real presente.

A veces, las personas entran en pánico en situaciones que temen, como dar un discurso o si tienen fobia a las alturas, volar o conducir. Cuando eso sucede, generalmente saben por qué tuvieron un ataque de pánico. Sin embargo, otras personas pueden tener un ataque de pánico en situaciones que no esperan estar ansiosas, y puede parecer que viene de la nada. Aunque los ataques de pánico no son peligrosos, pueden ser una experiencia aterradora. A veces, las personas tienen miedo de tener un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, desmayos o "volverse locas".

En alerta

Una persona que tiene un ataque de pánico inesperado puede estar "en alerta" y con frecuencia puede comenzar a monitorear su cuerpo en busca de señales de que algo está mal. Es posible que con frecuencia se tome el pulso o la presión arterial. O bien, es posible que simplemente escanee mentalmente su cuerpo solo para asegurarse de que las cosas están bien. Como resultado, se vuelve mucho más consciente de las sensaciones en su cuerpo.

El problema con tener demasiada consciencia corporal

¿No es bueno estar al tanto de lo que está pasando en tu cuerpo? No necesariamente. Es normal y no peligroso experimentar una amplia gama de sensaciones corporales a lo largo del día. La mayoría de las personas ni siquiera son conscientes de estas sensaciones, o si lo son, no lo piensan demasiado.

Sin embargo, para aquellos con ataques de pánico recurrentes, que comienzan a prestar más y más atención a sus cuerpos, comienzan a notar estos pequeños cambios que de otra manera podrían pasar desapercibidos. Los cambios o sensaciones leves e inofensivos, como un ligero aumento de los latidos cardíacos o una leve opresión en el pecho, pueden malinterpretarse como un signo de que algo peligroso está sucediendo en su cuerpo. Este pensamiento aterrador podría desencadenar otro ataque de pánico, que luego puede causar más consciencia corporal y más ataques.

También, alguien con ataques de pánico que está monitoreando su cuerpo se dan a sí mismos el mensaje, "necesito monitorear mi cuerpo porque algo está mal conmigo". Por lo tanto, monitorear el cuerpo para aquellos con ataques de pánico los mantiene atrapados en el ciclo de pánico y ansiedad.

Cómo reducir el monitoreo corporal

  1. No tienes que controlar activamente tu cuerpo para mantenerte a salvo. Si te preocupa un problema físico específico (como un ataque cardíaco), pide una cita con tu médico si no has ido recientemente. Dile que tienes ataques de pánico y pregúntale cómo puedes distinguir la diferencia entre tu temido problema físico y un ataque de pánico.
  2. Trata de ser consciente de cuándo estás prestando atención a las sensaciones corporales. Si notas que estás monitoreando tu cuerpo, puedes decirte suavemente: "no necesito monitorear mi cuerpo para mantenerme a salvo, y está reforzando mi ansiedad”. En ese momento redirigir tu atención a algo fuera de tu cuerpo. Esto podría ser cualquier cosa: algo en la habitación en la que estás, un árbol fuera de la ventana, cualquier cosa.
  3. Si notas algo inusual en tu cuerpo, recuérdate que es normal experimentar una amplia gama de sensaciones corporales a lo largo del día, y eso no significa que sea una señal de algo malo.

Si necesitas más ayuda

Si tienes ataques de pánico debilitantes, altos niveles de evitación y/o mucha interferencia con tu vida, podría ser el momento de buscar la ayuda de un profesional. La terapia cognitiva conductual (TCC) es altamente efectiva para los ataques de pánico y el trastorno de pánico.

Las buenas noticias

Aunque los ataques de pánico pueden ser aterradores y muy desagradables, la buena noticia es que pueden tratarse. Un primer paso es ser consciente de cuando estás prestando demasiada atención a tu cuerpo y luego dirige tu atención a otra cosa en el medio ambiente. Si los ataques continúan a pesar de tus esfuerzos, asegúrate de ver a un profesional calificado que tenga capacitación en TCC para el pánico.

Para encontrar un terapeuta, visita el directorio de Psychology Today.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Bonnie Zucker Ph.D.

La Dra. Bonnie Zucker, es psicóloga clínica en Los Ángeles con experiencia en el tratamiento de la ansiedad.

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