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Verificado por Psychology Today

Crianza

¿Siempre debes validar los sentimientos de tus hijos?

Nuestra obsesión por la validación resulta en una menor regulación emocional.

Los puntos clave

  • Validar los sentimientos de los niños es importante pero el contexto y el momento son clave.
  • Profundizar en los sentimientos cuando están desregulados resulta en una escalada no una resolución tranquila.
  • Los niños necesitan que los padres proporcionen límites con amor para ayudarlos a sobrellevar la situación.
  • El momento de explorar los sentimientos es cuando los niños pueden procesar y aprender de sus experiencias.

En una consulta reciente, los padres de un niño de siete años, que por naturaleza es un muy reactivo, compartieron que después de mucho trabajo manejando sus propias emociones y siendo menos reactivos con él cuando está pasando por un momento difícil, ahora el niño puede calmarse mucho mejor. Incluso se va voluntariamente a su habitación para tomar un descanso.

Pero preguntaron si estaba bien dejarle hacer esto. Han oído mucho sobre la importancia de sintonizar y reconocer los sentimientos de los niños. Les preocupa que él no sepa que están allí para ayudarlo, que les importan sus emociones, y se preguntan si deberían seguirlo e incitarlo a hablar.

He aquí un niño que ha aprendido una habilidad asombrosa: regularse a sí mismo de una manera muy sana y positiva. Claramente les está haciendo saber a sus padres que esto es lo que necesita. Habrá oportunidades para hablar sobre sentimientos y demostrar que lo ven y lo sienten. Pero perseguirlo en este momento probablemente sería percibido como una intrusión, sin respetar sus límites.

Sí, soy una profesional de la salud mental que ha dedicado más de tres décadas a apoyar el bienestar social y emocional de los niños. Y sí, creo que sintonizar y validar los sentimientos es de vital importancia para la salud mental de los niños y para las relaciones saludables entre padres e hijos.

Pero lo que veo que sucede ahora es que a los padres se les ha hecho creer (en gran parte a través de cuentas populares de Instagram) que profundizar en los sentimientos es siempre lo que los niños necesitan, cuando depende mucho del contexto y el momento. No es útil cuando:

  • Es intrusivo: si tu hijo o hija quiere espacio.
  • Es abrumador porque tu hijo o hija está desregulado y probablemente no pueda procesar ninguna información.
  • Es necesario realizar una tarea o actividad importante.
  • Se prolonga la hora de acostarse y tu hijo o hija estará agotado por la mañana.
  • Tú necesitas llegar al trabajo a tiempo y tu hijo o hija necesita llegar a la escuela a tiempo. (Ten en cuenta que llegar tarde a la escuela suele ser muy desregulador para los niños muy sensibles: los desorienta durante el resto del día).

Un fenómeno que he observado en los últimos años es que niños de tan sólo tres años se han dado cuenta de que sus padres están tan preocupados por sus sentimientos que dejan todo para explorarlos. Estos niños inteligentes han descubierto que si les dicen a sus padres que tienen grandes sentimientos, recibirán más atención, extenderán la hora de acostarse, dejarán de realizar una tarea o actividad, llegarán tarde a la escuela o disuadirán a sus padres de establecer un límite importante.

Otro patrón que he notado es que para la gran mayoría de los cientos de familias que veo cada año, la causa fundamental del desafío para el que buscan consulta es la ausencia de límites y las luchas de poder que florecen en este vacío. Eso es lo que hace que todos, tanto padres como hijos, se sientan miserables. Mientras exploro con los padres cuáles son los obstáculos para implementar límites amorosos y de importancia crítica, el problema fundamental es quedar atrapados y preocupados por los sentimientos de sus hijos.

Lo que encuentro que los niños necesitan con mayor frecuencia en el calor del momento difícil es una declaración de validación y luego ayuda para seguir adelante o adaptarse: “Ir de casa a la escuela algunos días se siente difícil. Te ayudaré con eso” conforme lo llevas, con la mayor tranquilidad que te sea posible, al coche para llevarlo a la escuela. Estancarte con tu hijo o hija (tratar de procesar los sentimientos cuando están en un estado desregulado) a menudo resulta en una escalada, no en una resolución tranquila, que es lo que el niño necesita.

Luego, cuando tu hijo o hija esté regulado, pueden explorar juntos sus sentimientos más profundamente y pensar en lo que podrían hacer juntos para que esos momentos sean más manejables.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Claire Lerner LCSW-C

Claire Lerner, es una trabajadora social experta en crianza y desarrollo infantil reconocido a nivel nacional con más de 30 años de experiencia colaborando con familias para comprender y responder de manera más sensible y efectiva a los comportamientos desafiantes que encuentran en los primeros años. Claire también es autora de ¿Por qué mi hijo está a cargo?

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