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La mayoría de los lectores están familiarizados con los comportamientos de los narcisistas y los riesgos de estar en una relación con una persona que tiene rasgos narcisistas. Esta conciencia ha llevado a un gran interés en los rasgos de personalidad de aquellos que son más vulnerables a los narcisistas, con una suposición común de que los empáticos son especialmente vulnerables. Sin embargo, los expertos en salud mental han dejado claro que esto es falso y engañoso. Es la persona que se ha vuelto codependiente (como resultado de experiencias anteriores) la que en realidad es más vulnerable a los narcisistas.
Esta confusión parece ser el resultado de un malentendido de lo que estas dos personalidades en riesgo comparten y cómo difieren. El concepto de codependencia se basa en el trabajo de los profesionales de la salud mental que han pasado décadas aprendiendo sobre ella. El concepto más reciente de ser empático fue descrito por la Dra. Judith Orloff.
¿Qué es un codependiente?
El concepto de codependencia fue descrito por Melody Beattie en su libro Codependent No More, que se publicó por primera vez en 1986 y desde entonces ha vendido más de 5 millones de copias. Originalmente se pensó que una persona tiene una alta probabilidad de convertirse en codependiente como resultado directo de vivir con alguien que tiene una dependencia química. La persona que abusaba de la sustancia se consideraba "dependiente de la sustancia", mientras que la persona que vivía más estrechamente con ellos era "codependiente".
"Una persona codependiente es aquella que ha dejado que el comportamiento de otra persona le afecte, y que está obsesionada con controlar el comportamiento de esa persona". —Melody Beattie
Como esta definición lo aclara, la codependencia no sucede solo en relaciones que involucran el uso indebido de sustancias. Puede desarrollarse en cualquier relación en la que la persona dependiente no esté funcionando de manera normalmente autosuficiente. Esto puede deberse a sus hábitos, como el juego o las compras compulsivas, o puede deberse a una enfermedad mental o física crónica. Vivir con un adulto que no está funcionando plenamente como un adulto sano puede llevar a convertirse en codependiente.
¿Cómo se desarrolla la codependencia? ¿Qué los hace vulnerables a los narcisistas?
Con el tiempo, se hizo evidente para los proveedores de salud mental que ciertas experiencias durante la primera infancia nos predisponen a ser codependientes. El comportamiento codependiente generalmente se aprende en la infancia cuando crecemos en un hogar en el que debemos responder a los demás para ser amados. Un niño que siente que constantemente debe ganar amor y aprobación, en lugar de recibirlo incondicionalmente, será más propenso a crecer sintiéndose demasiado preocupado por obtener la aprobación de los demás. Es ese sentimiento excesivo de responsabilidad por el estado emocional e incluso físico de los demás lo que conduce a la obsesión con el comportamiento de los demás.
Y ahí radica la vulnerabilidad ante el narcisista, que exigirá atención, manipulará, engañará y explotará la necesidad del codependiente de obtener su aprobación. Los codependientes tienen dificultades para establecer límites claros de lo que deben o no deben hacer por los demás. Para una comprensión profunda de cómo el codependiente es especialmente vulnerable al narcisista, el lector se refiere al trabajo de Ross Rosenberg, conocido mundialmente por su conocimiento de la relación codependiente-narcisista.
¿Qué es un empático?
Un empático es una persona que tiene una capacidad excepcional para percibir y entender las experiencias y sentimientos de otra persona, incluso cuando no está pasando por las mismas experiencias.
Judith Orloff ha descrito varios tipos de empáticos, que van desde aquellos que perciben las sensaciones físicas de los demás (empáticos físicos) hasta aquellos que pueden sentir la respuesta emocional de los demás (empáticos emocionales). La mayoría de los empáticos están muy en sintonía con los sentimientos de los demás, pero son capaces de distinguir sus propios sentimientos de los de los demás. Por ejemplo, un tercer tipo de empáticos (empáticos intuitivos) podría captar la vibración al entrar en una habitación como tensa, pero no necesariamente se sentirán tensos.
¿Cómo te conviertes en un empático?
Se cree que ser empático no es un comportamiento aprendido como lo es la codependencia; en cambio, es un rasgo innato. Se ha demostrado que los empáticos tienen neuronas espejo (células cerebrales) que son altamente sensibles a las acciones y emociones de los demás. Son las neuronas espejo las que pueden hacer que tu corazón lata más rápido cuando estás viendo una carrera, por ejemplo, particularmente si eres un empático físico. Un empático emocional puede sentir miedo al enterarse del trauma pasado de un amigo.
Los empáticos tienden a ser personas cariñosas y compasivas debido a su aguda conciencia de las experiencias que enfrentan los demás. Su capacidad de compasión profunda (empatía) puede llevarlos a actuar de maneras que son muy amables y útiles.
¿Cómo es menos vulnerable un empático al narcisista?
El empático tiene un sólido sentido de sí mismo, como señaló la psicóloga Nicole LePera, y ese sentido de sí mismo no está definido por quienes lo rodean. No necesita o busca la aprobación de otros más de lo que haría la persona promedio. Está seguro de su propia autoestima, independientemente del comportamiento de los demás.
El empático es capaz de estar presente y cuidar sin asumir la responsabilidad de solucionar el problema relacionado por otra persona. Los empáticos son capaces de regular sus propias emociones para no sentirse obligados a asumir la responsabilidad del bienestar emocional o físico de otro adulto.
Otra forma de pensar sobre las diferencias entre un empático y un codependiente (en términos de su vulnerabilidad a un narcisista) es que el empático tiene un claro sentido de sus límites interpersonales. En otras palabras, un empático no está obligado a actuar de la misma manera que un codependiente cuando se enfrenta a las demandas de una persona que es narcisista.
El empático se daría cuenta de que las demandas del narcisista son poco realistas y no se sentiría obligado a complacer al narcisista. Podría establecer límites claros de lo que haría o no haría por el otro. Es la diferencia entre sentir empatía por otra persona vs. sentirse responsable de manejar el comportamiento de la otra persona.
En resumen
La falta de distinción entre empáticos y codependientes ha llevado a la confusión sobre quién es más vulnerable al comportamiento dañino del narcisista. Los empáticos y los codependientes son iguales en que ambos están por encima del promedio en su compasión hacia los demás. La diferencia parece ser en parte innata. Si bien todos los empáticos comparten sistemas nerviosos altamente perceptivos con los que nacen, se sabe que la mayoría de los codependientes tienen experiencias infantiles comunes que moldean sus personalidades.
La vulnerabilidad de los codependientes radica en su extremo sentido de responsabilidad por los demás, su necesidad de aprobación de los demás y su dificultad para establecer límites claros. Como muchos lectores saben, estos rasgos son fácilmente manipulados por individuos narcisistas.
A version of this article originally appeared in English.
