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"¡Me molesta eso!”
Los filósofos han argumentado que tales declaraciones son buenas (MacLachlan, 2010). Muestra que te respetas a ti mismo y no permitirás que otros se aprovechen de ti. Hablar de lo que resientes muestra que eres una persona de carácter moral que distingue lo correcto y lo incorrecto y, por lo tanto, sabes cuándo se te hizo algo incorrecto.
Por el contrario, los psicólogos pueden preocuparse por el resentimiento porque para ellos es algo diferente. Para los psicólogos, el resentimiento por un largo período de tiempo puede ser una respuesta poco saludable a la injusticia, a veces una injusticia que no para, como los comentarios degradantes continuos de un compañero o las demandas irracionales de un jefe que simplemente “no entiende”. El resentimiento en casos como estos representa un desarrollo en el enojo interno, de leve a más profundo, y persiste. Este tipo de resentimiento puede conducir a la infelicidad, irritabilidad continua y afectación psicológica, incluidas la ansiedad y la depresión excesivas (Enright & Fitzgibbons, 2015).
Si pudiéramos mantener el resentimiento del filósofo y desterrar el otro, ese curso de acción podría ser el mejor. Sin embargo, no es tan fácil, especialmente porque el tipo de resentimiento del psicólogo con demasiada frecuencia no es un invitado educado. Parece que nunca se sabe cuándo irse. De hecho, si no se controla, puede hacerse cargo de la casa psicológica dentro de ti. ¿Por qué sucede esto? Consideremos tres razones.
Primero, todos hemos sentido la euforia inicial creada por una respuesta de valor después de la ofensa de otro. Nos defendemos. Vamos a resistir. El resentimiento puede darte una sensación no solo de euforia sino también de fuerza. Cultivar un sentimiento tan gratificante puede convertirse en un hábito.
Conozco a una persona que, al tomar su taza de café de la mañana, reproducía en su mente una injusticia anterior y sentía esa fuerza interior como una forma de prepararse para el día. Hizo esto hasta que se dio cuenta de que a largo plazo, tal rutina lo estaba dejando agotado antes de irse al trabajo. Su descarga temporal de adrenalina estaba funcionando en su contra. Este es un caso de refuerzo positivo para algo que muestra, a la larga, no ser tan positivo.
En segundo lugar, una vez que nos damos cuenta de que nuestra euforia a corto plazo se está volviendo contra nosotros, simplemente no sabemos cómo hacer que se vaya el resentimiento. ¿Cómo apago el resentimiento? ¿Qué camino tomo para tener un poco de tranquilidad interior? Empezar a correr podría hacerlo, pero a veces, una vez que hayas recuperado su energía de la carrera, la ira vuelve. ¿Qué tal el entrenamiento de relajación? Mismo problema: una vez que la relajación muscular ha terminado, ahí está el resentimiento, con su sonrisa perversa, mirándote. "¡Simplemente no sé cómo librarme del resentimiento! Es un grito que escucho con demasiada frecuencia.
En tercer lugar, y este es el más siniestro de todos, el resentimiento puede convertirse en una parte de tu identidad, una parte de lo que eres como persona. En este punto, pasas de mostrar un comportamiento resentido a ser una persona resentida, y hay una gran diferencia entre los dos. Una vez que empiezas a sentirte como un tipo particular de persona, puede cambiar tu identidad. Muy a menudo las personas vivirán con una identidad, un sentido de sí mismas, un sentido de quién es uno, con el que están comprometidas porque tienen miedo al cambio. Lo familiar es mejor que lo alternativo, incluso si lo familiar incluye dolor y sufrimiento innecesarios.
¿Qué hacer con el invitado no deseado? Prueba estos 5 enfoques:
- Intenta ver el mundo interior de quien causa la perturbación. ¿Podría estar llevando una carga extra de resentimiento a sí mismo, tal vez de tiempos pasados? ¿Podría estar viviendo con amargura que se está extendiendo a los demás, incluyéndote a ti? ¿Puedes ver la herida dentro de la persona que te está hiriendo?
- Comprométete a no hacerle daño a quien te está dañando. Esto permite que se desarrolle un nuevo tipo de fuerza interna.
- Párate en el dolor para que no se lo pases a otros inocentes. Esto también puede fortalecerte.
- La ciencia ha identificado un arma poderosa contra el resentimiento: el perdón. Perdonar es una forma de ofrecerle bondad a quien te dio el regalo no deseado de resentimiento. En lugar de la fuerza del puño y la mandíbula, la fuerza del perdón muestra que puedes ablandar tu corazón hacia el que infectó el tuyo. Esto puede traerte alivio interno.
- Finalmente, debes estar abierto a tu nueva identidad. Soy alguien que puede soportar el dolor. Soy alguien que puede perdonar. Incluso soy alguien que puede pedirle al resentimiento que se vaya, y se va.
¿Cuál es la mejor identidad: una vida vivida con un invitado interior no deseado o una vida libre para ser un conducto de bien hacia los demás y a ti mismo?
A version of this article originally appeared in English.
