Por qué los manipuladores te acusan de manipular

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Los manipuladores con frecuencia te acusarán de los comportamientos que ellos mismos están llevando a cabo. Estas es una clásica táctica de manipulación. Los manipuladores que aplican la técnica conocida como gaslighting suelen usar tácticas para “vengarse” u obtener control sobre ti.

Estas tácticas incluyen:

• Mentir descaradamente.
• Dividir — ponerte en contra de un amigo o familiar.
• Buscar alinear a otros en tu contra.
• Decirle a otros que estás loca, que eres inestable o manipuladora.
• Mentir sobre cosas que hizo o dijo, aunque podrías jurar que esas cosas pasaron.
• Decirte que no le agradan tus amigos o familiares, pero por razones vagas.

Muchos también...:

• Engañan en la relación pero acusan a sus víctimas de ser quienes los engañan.
• Acusan a sus víctimas de ser adictas, cuando son ellos los adictos.
• Acusan a sus víctimas de manipulación, cuando son ellos quienes manipulan.

Los manipuladores acusarán a otros de estas acciones incluso cuando hay una evidencia directa de que están participando en esos mismos comportamientos. ¿Por qué hacen esto? Están haciendo ataques preventivos y/o proyectándose.

Ataques preventivos

Primero, la táctica de ataque preventivo. El manipulador está engañando: está planeando reuniones secretas con sus amantes y disfrutando de la adrenalina que le provoca. Está enfocado en mantener la fachada. Para mantenerte desfasada, empieza a acusarte de engañarlo. La meta es mantenerte tan ocupada defendiéndote y estando tan emocionalmente agitada que no tengas suficiente tiempo para prestar atención al propio comportamiento del manipulador. Al acusarte, el manipulador obtiene algo de tiempo. El manipulador incluso puede llegar a decir que te vio con alguien, cuando en realidad estabas esperando a que el manipulador llegara tarde del trabajo otra vez. El manipulador te tiene atada: no puedes demostrar que algo nunca sucedió. Pero intentas demostrar una y otra vez que no hiciste nada malo, aunque todas las evidencias que presentas son insuficientes. Estás más preocupada por las falsas acusaciones que por prestar atención al propio comportamiento del manipulador.

El manipulador incluso puede presentar “evidencia” a otros de estar siendo manipulado por su víctima. Esta evidencia puede ser completamente inventada por el manipulador o puede tomar hechos y manipularlos a su conveniencia. Por ejemplo, el manipulador le dice a tus amigos que está seguro de que lo estás engañando porque “dijiste” que estabas trabajando hasta tarde algunas noches a la semana. En realidad sí estabas trabajando hasta tarde esa semana, para ganar algo de dinero extra. Pero el manipulador excluye convenientemente este hecho al hablar mal de ti con tus amigos. Cuando le recuerdas al manipulador que le dijiste que estarías trabajando hasta tarde, niega que lo hubieras hecho, y luego menciona otra razón por la que está “convencido” de que lo estás engañando.

Digamos que el manipulador en tu vida es adicto a la heroína. Sospechas que te robó dinero para alimentar su adicción. Antes de siquiera tener una oportunidad de confrontarlo, el manipulador te dice tranquilamente que teme que seas alcohólica. Inmediatamente te pones a la defensiva, nadie nunca te había acusado de esto antes y es impactante. Te hace caer en picada. El manipulador menciona ocasiones en las que sabía que estabas borracha, pero tú no recuerdas ninguna de esas veces. El manipulador incluso podría acusarte de desmayarte y decir que por eso no te acuerdas. Empiezas a cuestionar tu salud mental, que es exactamente la meta del manipulador. Mientras tanto, el manipulador sigue usando drogas y robando tu dinero.

Además del contacto directo con la víctima y sus familiares y amigos, el manipulador también usa las redes sociales como manera de acusar y desviar su propio comportamiento. El manipulador sabe que una vez que algo se publica en redes sociales, la información viaja rápidamente. El manipulador también está en una posición de poder en las redes sociales al nunca tener que responder preguntas sobre la veracidad de sus declaraciones, perpetuando así sus mentiras.

Proyecciones

Tal vez el manipulador te acuse de ser manipuladora porque se está proyectando; uno de los mecanismos de defensa más comúnmente utilizados: no puedo responsabilizarme por mi comportamiento así que te lo voy a atribuir a ti. Mientras que el ataque preventivo es una elección consciente por parte del manipulador para controlarte y beneficiarse, la proyección puede ocurrir a niveles conscientes e inconscientes. Mientras que algunos manipuladores están muy conscientes de que están atribuyendo su comportamiento a alguien más para obtener lo que quieren, algunos que se están proyectando no están conscientes de ello. En cualquier caso, la proyección es un comportamiento poco saludable y no debe ser tolerado.

Algunos narcisistas proyectan inconscientemente debido a la culpa o vergüenza. En el caso del trastorno narcisista de personalidad, los narcisistas sienten que están completamente en lo correcto y creen que todos los demás tienen un problema. Esto se llama comportamiento egosintónico. Es muy difícil lograr que un manipulador narcisista obtenga ayuda mediante terapia, porque cree que eres tú quien tiene el problema. Proyectar el comportamiento puede llegar al punto en el que el manipulador cree, de manera delirante, que está siendo perseguido por la víctima cuando en realidad lo opuesto es verdad.

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Cualquiera que sea el origen del comportamiento acusatorio del manipulador, sigue siendo 100 por ciento responsable por ello. Trata todos los casos de acusaciones en tu contra como lo que son: acusaciones, no hechos. No es necesario gastar energía extra intentando defenderte; nunca será suficiente. En su lugar, analiza si el comportamiento del que te acusa el manipulador es algo que está haciendo él. No dejes que las ilusiones estorben en el camino para revelar esos comportamientos como lo que realmente son: manipulación hacia ti y los demás mediante acusaciones y distracciones.