El inconsciente
Las imágenes como puente de comunicación con el subconsciente
Tres preguntas que pueden iniciar las entrevistas con el subconsciente.
3 de agosto de 2024 Revisado por Margaret Foley
Los puntos clave
- El subconsciente puede usar imágenes porque pueden evocar emociones fuertes con mayor rapidez que las palabras
- Se pueden transmitir ideas complejas a través de una sola imagen
- En terapia, la interpretación del significado de una imagen puede involucrar tanto al clínico como al paciente
A los pacientes se les puede enseñar a interactuar con su subconsciente para obtener información sobre las posibles causas y soluciones de sus problemas psicológicos. Como primer paso en este proceso, establecemos uno o dos métodos a través de los cuales el subconsciente puede responder: “Sí”, “No” o “No quiero decirlo”.
Movimientos dactilares individuales
Se le indica al paciente que deje una de sus manos en paz y que no la mueva a propósito. Luego sugiero que el subconsciente puede levantar un dedo para indicar “Sí”, otro dedo para indicar “No” y un tercer dedo para indicar “No quiero decirlo”. Una vez que se establece cuál dedo es cuál, procedo a hacer preguntas.
Este método se conoce a menudo como “señalización ideomotora” y funciona con aproximadamente el 75 por ciento de mis pacientes pediátricos.
Evaluación de la fuerza muscular
Se le indica al paciente que flexione el brazo mientras coloca el codo sobre un apoyabrazos. Le explico que su trabajo es mantener el brazo flexionado lo mejor posible durante nuestras interacciones y resistirse a que yo tire de su brazo hacia abajo.
Luego le demuestro que cuando el subconsciente piensa “Sí”, el brazo se mantiene fuerte y flexionado, cuando el subconsciente piensa “No”, el brazo se debilita y se desflexiona por completo cuando tiro de él, y cuando el subconsciente no quiere decirlo, el brazo se desflexiona parcialmente.
Si bien este método funciona con casi todos los pacientes, su desventaja es que implica que yo tire activamente del brazo. Por lo tanto, es más probable que influya inadvertidamente en la respuesta. Una respuesta influenciada puede no representar cómo se siente realmente el paciente y, por lo tanto, puede llevar la terapia en la dirección equivocada. Por otro lado, desde un punto de vista terapéutico, puede que no importe si he influido en la respuesta si es útil para avanzar con la terapia.
Tres preguntas
Una vez establecidas las respuestas subconscientes, hago tres preguntas:
- ¿Tienes la disposición de ayudar al paciente? Si la respuesta es no, pregunto si el subconsciente sabe cómo ayudar al paciente. También pregunto si al paciente le gustaría que el subconsciente lo ayudara. Si la respuesta del subconsciente es que no sabe cómo ayudar, me ofrezco a enseñarle a hacerlo y, por lo general, acepta ayudar. Si el subconsciente dice que el paciente no quiere su ayuda, analizamos por qué podría ser así y si el paciente está dispuesto a cambiar de opinión.
- ¿Hay algo que esté molestando al paciente y de lo que no sea consciente? Hago esta pregunta porque muchos de mis pacientes presentan quejas físicas que son resultado de pensamientos y sentimientos que se suprimen porque pueden causar angustia cuando se los considera conscientemente. Si la respuesta es sí, abordamos las posibles razones con el subconsciente en sesiones posteriores.
- ¿Tienes algún consejo para el paciente? Si el subconsciente dice que sí, le pregunto si está dispuesto a dar este consejo ahora. Si es así, le digo que siga adelante. Si el subconsciente dice que no tiene ningún consejo o que no quiere compartirlo en ese momento, lo animo a que dé algún consejo para que el paciente aprenda a escucharse a sí mismo. Además, añado que el consejo puede venir en forma de pensamiento, imagen o sentimiento.
Ten en cuenta que la última secuencia de preguntas conduce a una invitación abierta a la que el paciente puede responder mentalmente. Por lo tanto, la terapia no tiene por qué estar dirigida ni demasiado influenciada por las preguntas de “sí” o “no” del terapeuta
Interpretando las imágenes del subconsciente
A menudo, el subconsciente responde con un pensamiento que detalla un consejo concreto, como “Necesitas dormir más”. Sin embargo, casi con la misma frecuencia, el subconsciente responde con una imagen, como un árbol, una pelota de playa, un examen calificado o un avión.
Sospecho que las razones por las que el subconsciente elige comunicarse con imágenes incluyen:
- Las imágenes surgen de partes distintas del cerebro que el lenguaje, por lo que pueden proporcionar información distinta a la que se obtiene a través de las palabras.
- Quizás el subconsciente utiliza imágenes, incluso a través de los sueños, porque históricamente la comunicación a través de imágenes se desarrolló antes del uso del lenguaje.
- Las imágenes pueden evocar emociones fuertes más rápidamente que las palabras.
- Se pueden transmitir ideas complejas a través de una sola imagen, de la que surge un dicho conocido: Una imagen vale más que mil palabras.
- Los muchos significados posibles de una imagen permiten al médico y al paciente interpretar la imagen de la manera que sea más aplicable a la situación del paciente.
- La interpretación de las imágenes a menudo requiere la participación tanto del médico como del paciente, lo que hace que los pacientes que dudan de su capacidad para ayudarse a sí mismos tengan más confianza en la interpretación y el consejo resultantes.
La primera pregunta que le hago al subconsciente cuando el paciente me cuenta una imagen es: ¿Pusiste la imagen en la mente del paciente? Si la respuesta es no, le sugiero al paciente que la ignore y le pregunte al subconsciente si está dispuesto a dar su consejo nuevamente.
Cuando empiezo a formular hipótesis sobre el significado de una imagen, invito al paciente a que también proponga ideas. Esta forma de lluvia de ideas puede aumentar la relación. La aportación del paciente suele ser crucial para llegar a una interpretación que parezca relevante. Durante esta parte del proceso, podemos consultar con el subconsciente preguntándonos: ¿Estamos en el camino correcto? ¿O estamos en una búsqueda inútil?
Por ejemplo, una imagen de un árbol puede representar una metáfora que sugiera que el paciente debe ser fuerte o firme frente a la adversidad. Alternativamente, puede referirse a recordar que el paciente tiene raíces fuertes. O puede ser un recordatorio de que el paciente debe absorber energía para ayudar a los demás, al igual que un árbol toma energía del sol y produce frutos. Una niña vio la imagen de una pelota de playa, lo que la ayudó a recordar y comenzar a lidiar con un evento traumático que ocurrió en una playa cuando era mucho más joven. A veces, la imagen es más obvia, como ver un examen calificado con un 10, lo que resultó significar que la paciente necesitaba estudiar más para lograr mejores calificaciones.
Cuando el paciente y yo sentimos que la imagen ha sido interpretada adecuadamente, siempre concluyo preguntando al subconsciente: ¿Entendimos correctamente el consejo dado a través de la imagen? ¿Hay algo más que debamos entender de la imagen? Si es así, seguimos preguntándonos.
En resumen
Las imágenes pueden brindar información que no se puede transmitir fácilmente con palabras y, por lo tanto, pueden ampliar las bases del trabajo terapéutico. Dichas imágenes pueden evocarse mediante interacciones con el subconsciente.
A version of this article originally appeared in English.