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Verificado por Psychology Today

Autoestima

La verdad acerca de los abusadores, la violencia y qué hacer al respecto

Cómo ubicar a una pareja abusadora antes de que sea demasiado tarde.

Syda Productions/Shutterstock
Fuente: Syda Productions/Shutterstock

Cada año se reportan más de 3 millones de incidentes de violencia doméstica, incluyendo a hombres y mujeres. Tan solo en Estados Unidos alrededor de 20 personas por minuto sufren abusos físicos por parte de una pareja íntima. Durante un año, esto equivale a más de 10 millones de personas. Un tercio de las mujeres y un cuarto de los hombres han experimentado algún tipo de violencia interpersonal y para un cuarto de las mujeres y un séptimo de los hombres, ha sido severa. (Para saber más: NCADV.org)

De lo que se habla menos, a pesar de ser muy serio, es del abuso emocional que va desde retener hasta controlar e incluye manipulación y abuso verbal. La cantidad de personas afectadas por esto es astronómica. El abuso emocional es insidioso y carcome lentamente nuestra confianza y autoestima. Los efectos son a largo plazo y puede tomar mucho más tiempo recuperarse de la violencia descarada.

Hechos acerca del abuso

Las víctimas suelen minimizar la violencia. La violencia incluye arrojar y romper cosas, dar cachetadas, empujar, jalar el cabello y forzar el sexo. Estos son algunos hechos que debemos conocer:

  • Usualmente, la violencia sucede a puerta cerrada.
  • Los abusadores niegan sus acciones.
  • Los abusadores culpan a la víctima.
  • La violencia es precedida por abuso verbal.
  • El abuso daña el autoestima.
  • El abusador necesita tener razón y estar en control.
  • El abusador es posesivo y suele intentar aislar a su pareja de amigos y familia.
  • El abusador es hipersensible y es capaz de reaccionar con ira.
  • Tener un arma en la casa aumenta el riesgo de homicidio en un 500 por ciento.
  • Dos tercios de los perpetradores de violencia doméstica habían estado bebiendo alcohol.
  • Un tercio de las víctimas habían estado bebiendo o usando drogas.

El típico abusador

Tal vez no nos demos cuenta de que los abusadores se sienten impotentes. Evitan actuar inseguros para cubrir esta verdad. De hecho, suelen ser bullies. La única cosa que tienen en común es que su motivación es tener poder por encima de la víctima. Esto es porque sienten que carecen de poder personal, sin importar el éxito que tengan en el mundo. Para ellos, la comunicación es un juego de ganar o perder. Suelen tener el siguiente perfil de personalidad:

  • Inseguros.
  • Exigentes con sus expectativas irreales de la relación.
  • Desconfiados.
  • Con frecuencia celosos.
  • Verbalmente abusivos.
  • Necesitan tener razón y controlar.
  • Posesivos; es posible que intenten aislar a su pareja de amigos y familia.
  • Hipersensibles y reaccionan con agresividad.
  • Tienen un historial de agresión.
  • Son crueles con los animales y los niños.
  • Culpan a otros de su comportamiento.
  • Sufren de problemas mentales sin tratar incluyendo depresión o comportamientos suicidas.

Cómo responder

La mayoría de las víctimas de violencia o abuso responden de manera racional: dan explicaciones y creen que el abusador está interesado en lo que tienen que decir. Esto le permite a los abusadores saber que han ganado y están en control. En lugar de explicar, es importante diseñar una estrategia propia y no reaccionar, así no se premia el comportamiento abusivo. También podemos lograr esto al no involucrarnos o respondiendo de maneras impredecibles, como con humor, lo que toma desprevenido al abusador. También podemos pedir el comportamiento que queremos, poner límites y enfrentar el abuso. La mayoría de las víctimas hacen lo contrario y tranquilizan y aplacan al abusador para disminuir la tensión y el riesgo de daños. Esto rara vez funciona y el abuso suele continuar.

La verdad acerca de la violencia

Si hay enfrentamientos violentos, que incluyen empujones, jalones de pelo o destruir pertenencias, es esencial obtener ayuda y aprender a poner límites. Los abusadores niegan o minimizan el problema, al igual que las víctimas, y llegan a decir que no pueden controlarse a sí mismos. Esto es falso. Notemos que no son abusivos con su jefe, porque ahí su comportamiento sí tendría consecuencias. También nos culpan a nosotros por sus acciones, implicando que somos nosotros quiénesnecesitamos cambiar. Nunca somos responsables por el comportamiento de alguien más.

Podemos reconocer en esto el Ciclo de violencia:

  • Acumulación de tensión.
  • Ataque.
  • Remordimiento y disculpa.
  • Un periodo de luna de miel de gestos amorosos.

A veces, todo lo que necesita el abusador para controlarnos es la amenaza de violencia, como un terrorista. El mejor momento para evitar la violencia es la etapa de acumulación de tensión. Algunas víctimas incluso tienden a provocar los ataques para terminar con eso de una vez, porque la ansiedad y el temor son demasiado altos. Después de un ataque, los abusadores dicen cuánto lo lamentan y prometen que no se repetirá jamás, pero sin terapia con la que traten las causas subyacentes, el abuso continuará. Nunca debemos creer en sus promesas.

Por qué se quedan las víctimas

Hay muchas razones por las que las víctimas se quedan en una relación. Las estadísticas muestran que las víctimas de violencia soportan hasta siete ataques. La razón principal es la dependencia: el control que ejerce el abusador, la vergüenza que provoca el abuso y la naturaleza de la relación reducen el autoestima y la confianza de la víctima y con frecuencia provoca que se aleje de amigos y familia, creando aún más miedo y dependencia hacia el abusador. El abuso en sí se experimenta como rechazo emocional con una amenaza de abandono. Esto activa sentimientos de vergüenza y temores tanto de más abuso como de abandono en la víctima, que usualmente se alivian durante la fase de luna de miel. Entonces las víctimas esperan que el abusador cambie. Después de todo, hay buenos momentos entre los episodios de abuso. Hay razones por las que la persona ama o alguna vez amó al abusador y con frecuencia hay niños involucrados.

Es posible que los abusadores tengan una personalidad de Jekyll y Hyde. El Dr. Jekyll suele ser encantador y romántico, tal vez exitoso y hace grandes declaraciones de amor. Amamos al Dr. Jekyll y le inventamos pretextos al Sr. Hyde. Probablemente no vemos que esa persona es el problema. Si tuvimos relaciones dolorosas con nuestros padres al crecer, es posible que confundamos el amor con el dolor. Las víctimas también se quedan por las siguientes razones:

  1. Finanzas.
  2. No tienen otro lugar donde vivir.
  3. No tienen apoyo emocional externo.
  4. Preocupación por niños.
  5. Culparse por el abuso.
  6. Negar, minimizar o racionalizar el abuso.
  7. Poca confianza y autoestima.
  8. Aman al abusador.

Una víctima del abuso se siente avergonzada. Ha sido humillada y su autoestima y confianza se han socavado. Ocultan el abuso de la gente cercana a ellos y con frecuencia protegen la reputación del abusador a causa de su propia vergüenza. El abusador emplea tácticas para aislarla de sus amigos y seres queridos criticándolos y haciendo comentarios que obligan a la víctima a tomar partido. O están de su lado o están en su contra. Si el abusador se siente ofendido, la víctima debe ponerse de su lado, o está haciéndose amiga de su enemigo. Esto está diseñado para aumentar el control sobre la víctima, para hacerla más dependiente.

Medidas que podemos tomar.

Es esencial construir recursos externos y hablar sobre lo que está pasando en la relación. Un profesional es la mejor persona para hacerlo porque nos permite construir nuestro autoestima y aprender cómo ayudarnos a nosotros mismos sin sentirnos juzgados o apresurados a actuar. Si no es posible ir a terapia, se puede aprender de libros y recursos en línea, encontrar foros en internet y obtener apoyo de grupos locales. No importa que lo hagamos en secreto de la otra persona, tenemos derecho a nuestra privacidad.

Para evitar involucrarnos con un abusador, hay que tener cuidado si salimos con alguien que:

  • Insiste en que las cosas sean como quiere y no busca puntos medios.
  • Tiene explosiones de ira.
  • Es grosero con los demás.
  • Nos critica a nosotros o a nuestra familia.
  • Es celoso o posesivo.
  • Es paranóico.
  • Nos amenaza.

Hay que prestarle atención a estas señales a pesar de que la persona nos esté persiguiendo y expresando amor y afecto. Un abusador no se arriesgará a ser abiertamente abusivo hasta estar seguro de que no nos iremos. Primero, intentará ganarnos y aislarnos de nuestros amigos y familiares. Es importante evaluar si respeta nuestros límites. Con frecuencia la violencia no empieza sino hasta después del matrimonio o el nacimiento de un hijo, cuando es menos probable que nos vayamos, pero también escala cuando intentamos irnos. Por eso es imperativo tener un plan y apoyo.

No esperemos al siguiente ataque. Además de llamar a una línea de atención especializada, estos son otras medidas que podemos tomar para prepararnos en caso de una emergencia:

  • Abrir cuentas bancarias y tarjetas de crédito separadas.
  • Tener un lugar seguro a donde ir, casa de un amigo o pariente.
  • Tener una maleta lista en un lugar seguro con cosas necesarias y valiosas y documentos legales importantes, pasaporte, información bancaria, tarjetas de crédito y dinero. Junto con ropa para los niños y algunos juguetes.
  • Alertar a vecinos para que llamen a la policía si escuchan ruidos fuertes o sospechan que hay peligro.
  • Tener copias de las llaves de la casa y el coche. Ocultar las llaves afuera para poder escapar.
  • Si hay armas en casa, eliminarlas.

Recordemos que al no confrontar el abuso para evitar el riesgo de perder el amor de alguien, nos arriesgamos a perdernos a nosotros mismos.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Darlene Lancer, JD, LMFT

Darlene Lancer, Doctora en Jurisprudencia, Terapeuta matrimonial y familiar, es una terapeuta matrimonial y familiar acreditada y experta autora en relaciones y codependencia.

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