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Verificado por Psychology Today

Timidez

La timidez no tiene nada de malo

Revisando la timidez en niños pequeños después de la pandemia.

Los puntos clave

  • Con orientación y apoyo, se puede ayudar a niños “tímidos” a sentirse cómodos en el mundo post-pandemia.
  • Muchos niños son reacios a “resocializar” después de la pandemia.
  • La timidez no es una debilidad, vulnerabilidad o problema inherente; es una categoría de comportamiento normal

La familia de Juan estaba pasando una semana de sus vacaciones de verano con unos primos en su casa del lago. Esta fue la primera vez que regresaron a este amado retiro desde que se aliviaron las restricciones relacionadas con la pandemia.

Juan era demasiado pequeño para recordar encuentros anteriores con sus primos gemelos, Elías y Helena, pero estaba tan emocionado al llegar que salió disparado del auto para reunirse con ellos en la playa. Helena lo abrazó sin molestarse en decir “hola”, mientras que Elías se quedó atrás, mirándolo en silencio desde la distancia.

Los padres de Juan no se sorprendieron, ya que previamente habían escuchado descripciones de los temperamentos contrastantes de los gemelos. Juan, sin embargo, estaba desconcertado y le preguntó a su padre más tarde: “¿No le caigo bien a Elías?” El padre de Juan, que creció siendo llamado “tímido” debido a la naturaleza reservada de su propio temperamento, había dejado de usar la palabra “tímido” hacía mucho tiempo porque sentía que la etiqueta describía “algo que no debía ser”. En cambio, le dijo a Juan que Elías jugaría con él, “una vez que se tome el tiempo para descubrir quién eres, Juan, y que puede ser divertido y agradable jugar contigo”.

Retomamos el tema de la timidez en esta publicación porque he escuchado de muchos padres alguna versión de “mi hijo salió tímido de la pandemia, pero así no la empezó”, haciendo referencia a una renuencia general a “resocializar” después de la pandemia. Los expertos en desarrollo infantil y los maestros de preescolar de todo el país han observado una tendencia similar. Mi mejor consejo es ayudar a los niños a resocializarse a su propio ritmo. Apoyar es la palabra correcta aquí, no empujar. Inclina la balanza en la dirección de ayudarlos a practicar. Pero, ¿y si tu hijo era “tímido” antes de la privación social de la pandemia?

Para aclarar: ser tímido no es una debilidad, una vulnerabilidad, un indicador de baja autoestima o un problema inherente. Es una categoría de comportamiento social normal y/o temperamento compartido con aproximadamente un tercio de los compañeros. A menudo, va acompañado de envidiables capacidades reflexivas, paciencia y cortesía sociable. Puede hacer que la escuela sea complicada, dada la enorme importancia predominante de las competencias sociales más extrovertidas. Pero los maestros y otros niños a menudo ven a los niños “tímidos” como más cooperativos y con mejor autocontrol que sus compañeros más bulliciosos.

Me enseñaron (inexactamente, dada mi experiencia posterior con niños y familias) que, dado que la timidez era un temperamento, no cambiaba mucho a lo largo de la vida, ya que los padres no podían hacer mucho para alterar un rasgo de personalidad. Pero este no es un dilema entre naturaleza y crianza; es cómo nutrimos la naturaleza lo que importa al final del día. Aquí hay algunas cosas que los padres pueden hacer para ayudar a los niños “tímidos”a sentirse más cómodos consigo mismos:

  • Sigue el consejo del papá de Juan y evita la etiqueta. “Nervioso” tampoco es útil. Reservado, pensativo, paciente, privado y reflexivo son todas descripciones respetuosas sin la carga de vergüenza, incomodidad o deficiencia.
  • Hazle saber que entiendes que necesita tomarse su tiempo en situaciones sociales y eso está bien.
  • Evita el impulso de proteger o blindar en situaciones que puedan resaltar la “timidez”. Apoya con comprensión y expectativa de que descubrirán cuándo y cómo “entrar en el juego”. Evitar el “juego” envía el mensaje de que en verdad necesitan protección y no pueden manejar la convivencia.
  • Con tu hijo a cuestas, modela unirse a grupos donde haya extraños. Haz contacto visual, sonríe, preséntate e incluso busca ayuda (por ejemplo, pide direcciones) y di “Gracias”.
  • Lee historias que aborden temas como tener un poco de miedo a los demás, confianza, empatía y cómo hacer amigos.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Kyle D. Pruett M.D.

Kyle Pruett, Médico, es profesor clínico de psiquiatría infantil en la Escuela de Medicina de Yale y miembro del Consejo Asesor Educativo de la Escuela Goddard.

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