Sueño
El ataque de los íncubos
¿Las personas son visitadas por demonios durante la noche?
15 de abril de 2021 Revisado por Jessica Schrader
Jaime se esforzaba por abrir los ojos mientras la presión opresiva en su pecho se volvía cada vez más severa. Sentía la presencia en la habitación y su peso le aplastaba mientras batallaba por respirar. Conforme sus ojos se abrían ligeramente, vio a una figura entre sombras sobre la habitación apenas iluminada. Su presencia y un vago sentimiento de terror lo inundó al tiempo que se dio cuenta de que no se podía mover. Sin importar cuánto forzaba a su cuerpo a volver a la vida para protegerse, seguía sin poder mover ni un dedo. ¿Qué estaba pasando? Y… ¿por qué? El tiempo se estiraba y su temor crecía. Finalmente, sus brazos y piernas respondieron y se pudo sentar en la cama, encontrándose solo en la habitación, agitado por esta visita aterradora. Volver a conciliar el sueño fue imposible, mientras se preguntaba lo que había pasado. ¿Había sido violado de alguna manera? Durante todo el día siguiente, temblaba mientras pensaba sobre la presencia sobrenatural que había encontrado en su habitación.
Sorprendentemente, la experiencia de Jaime no es tan peculiar y sin duda no es el reporte más dramático de lo que a veces se conoce como el ataque de un íncubo. En este caso, podría ser más apropiado llamarlo un ataque de súcubo ya que este es el término utilizado para denotar una presencia demoníaca femenina. Este tipo de experiencia se reporta frecuentemente en todo el mundo, pero con diferentes explicaciones mitológicas. Por ejemplo, en Japón, se les conoce como kanashibari, en China como opresión fantasma y en Inglaterra y Estados Unidos como La Vieja Bruja. Estas experiencias aterradoras y sobrecogedoramente realistas son otro ejemplo de parasomnia, específicamente la parálisis del sueño. Pueden ser hipnopómpicos (que ocurren estando despiertos) o hipnagógicos (que ocurren mientras te estás quedando dormido) y están asociados con imágenes aterradoras o alucinaciones.
La idea del ataque del íncubo está basada en la sabiduría medieval sobre visitas demoníacas nocturnas. En una de las versiones de esta historia, el demonio es capaz de tomar forma tanto masculina como femenina y potencialmente embarazar a una mujer, haciéndola dar a luz a un niño demoníaco. El demonio inicialmente tomaría la forma de una mujer, conocida como súcubo, en donde se apareaba con una víctima masculina inocente. Al capturar su “semilla” el demonio entonces era capaz de tomar forma masculina, conocida como íncubo. El íncubo entonces se apareaba con una víctima femenina que podía embarazarse con la “semilla demoníaca”. Esta explicación aterradora para las experiencias nocturnas aún es aceptada en la actualidad y muchas personas que han tenido esta experiencia encuentran convincente la explicación demoníaca, al menos inicialmente, porque la experiencia es tan intensa y aparentemente real.
Por supuesto, se han ofrecido otras explicaciones. Por ejemplo, una vergonzosa emisión nocturna podría haber resultado de un visitante demoníaco. Un embarazo inexplicable podría explicarse como resultado de la visita de un íncubo.
La explicación científica del ataque del íncubo es que la persona experimenta un estado de disociación en la que parte del aparato mental llega a una consciencia despierta incluso cuando el resto del cerebro está en la etapa MOR del sueño. El cuerpo permanece paralizado para evitar llevar a cabo lo que está viendo en el sueño. Darse cuenta de que no es posible moverse contribuye considerablemente a la calidad aterradora y desagradable de este evento. Además, la fisiología del sueño MOR le proporciona un aspecto potencialmente sexual a la experiencia que causa una erección en los hombres y lubricación en las mujeres. Despertar de una experiencia aterradora y reconocer de manera subconsciente un sentimiento corporal erótico se presta para ver una conexión entre la experiencia y el trabajo de fuerzas oscuras y malvadas.
La experiencia consciente es una combinación de pensamientos oníricos superpuestos al fondo sensorial de la habitación en la que duerme la persona. Mucho antes de que Hollywood perfeccionara la técnica de la pantalla verde o los gráficos por computadora permitieran la fácil integración de lo fantástico con lo realista, el cerebro pudo combinar a la perfección el mundo interior del sueño con el mundo exterior de la percepción sensorial durante estas disociaciones de estados.
Debe enfatizarse que para quien ha experimentado un ataque de un íncubo o un súcubo, la explicación racional y científica podría carecer de la poderosa fuerza emocional que sí tiene la explicación demoníaca. Incluso para científicos entrenados que han tenido estas experiencias, sacarse la creencia de que han sido visitados por una fuerza maligna es muy difícil. Un recuento interesante de esto se puede encontrar en el libro de Ronald Siegel, “Cerebro en llamas”. Muchos pacientes que buscan tranquilizarse estarán de acuerdo que la explicación de disociación de los estados tiene mucho sentido, pero...
El ataque de íncubos es solo un ejemplo de lo que puede ocurrir durante las disociaciones de estados durante el sueño. También hay una gran cantidad de actividad sexual relacionada con el sueño y potencialmente muchos comportamientos sexuales relacionados con el sueño. En publicaciones futuras, se discutirán estas experiencias interesantes y potencialmente inquietantes.
A version of this article originally appeared in English.