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Verificado por Psychology Today

Relaciones

Desahogo hostil: frases que generan cicatrices en las relaciones íntimas

Cómo las palabras negativas pueden destruir el amor.

Los nuevos amantes observan cuidadosamente sus elecciones de palabras incluso cuando discuten. No quieren decir nada que pueda herir profundamente o distanciar a sus parejas, y se observan de cerca en busca de señales de angustia. Atesoran su cercanía y no pueden soportar estar en desacuerdo por mucho tiempo.

Desafortunadamente, a medida que las relaciones maduran, las parejas olvidan con demasiada frecuencia cómo las palabras de enojo o hirientes pueden dañar su intimidad. Cuánto más tiempo han estado juntos, es más probable que sus frases negativas se parecerán a lo que escucharon murmurar a otros en su etapa de crianza. Cuando sus ánimos estallan y sus frustraciones se acumulan, más a menudo usan frases destructivas de recuerdos de eventos olvidados hace mucho tiempo.

La mayoría de las parejas agotan cada intento de obtener lo que necesitan el uno del otro antes de recurrir a intercambios hostiles. Comenzaron como amigos y amantes devotos, haciendo las cosas distinto a como les son familiares para ser considerados, pero pierden esa capacidad de poner al otro en primer lugar. Al vivir en el corazón del otro, se convierten en enemigos verbales, luchando por sobrevivir emocionalmente a expensas del otro.

A medida que sus intercambios se calientan, comienzan a perder contacto con el efecto de sus palabras. Racionalizan desfogue con poco remordimiento o necesitan disculparse. Con el tiempo, puede escalar más rápidamente a niveles hostiles de ataque. Ganar se vuelve más importante que mantener la confianza o la conexión íntima, dejando una cicatriz permanente invisible con cada golpe verbal.

Cómo permanecen las cicatrices

Todas las parejas íntimas tienen dos dimensiones de relación cruciales:

  1. Cuántas cicatrices dejan en su relación.
  2. Cuánto pueden crecer más allá de sus limitaciones actuales.

Aquellas parejas que pelean con frecuencia pero continúan aprendiendo de sus errores pueden sanar dejando las cicatrices emocionales dolorosas detrás de ellos. Aunque sus batallas duelen en ese momento, se vuelven más decididos a tratarse mejor cada vez.

Aquellas parejas que con frecuencia pelean de maneras hostiles e indiferentes, pero no aprenden y evolucionan con el tiempo destruirán su amor, ya sea que permanezcan juntos o pongan fin a su relación. Las cicatrices que crean se vuelven más destructivas a medida que disminuye su amor mutuo.

El tejido cicatricial físico pierde su elasticidad y su flexibilidad. El tejido cicatricial emocional es dolorosamente similar. Ambos disminuyen las oportunidades de nuevas opciones. Aquellas parejas que continúan creando cicatrices sin crecer más allá de ellas, con el tiempo serán incapaces de mantener su compromiso con la relación.

A medida que la pareja se desliza del amor a la indiferencia, sus comentarios cariñosos también disminuyen. El porcentaje de frases utilizadas para sanar la relación da paso a aquellas que probablemente la destruyan. Incluso si terminan la relación a tiempo para evitar mayores daños, sus patrones negativos pueden permanecer y afectar las relaciones posteriores.

Las nuevas parejas podrían no tener la flexibilidad o el deseo de responder con comprensión, y es poco probable que toleren el nivel de hostilidad aprendida. La persona que ha desarrollado el mal hábito de caer rápidamente en la ventilación hostil puede volverse más cínico con cada nueva relación fallida.

Los comentarios hostiles se dividen en las siguientes seis categorías:

  • Asesinatos de carácter
  • Amenazas de abandono
  • Amenazas de exilio
  • Invalidaciones
  • Desafíos
  • Predicación

Las parejas suelen usar frases de más de una categoría en una discusión, y pueden entregarlas con sarcasmo, rabia o lágrimas. Cuando las declaraciones hostiles aumentan en profundidad y frecuencia, uno o ambos escalarán sus defensas y represalias. Después de haber agotado su furia enojada, a menudo se retiran a desconexiones no comunicativas.

Cada persona reacciona de manera diferente cuando está herido o enojado. Después de una interacción hostil, uno puede querer volver a conectar antes de que el otro esté listo. Esa disparidad puede iniciar otra ronda de discusiones de represalias. Es más probable que cada ronda cree aún más cicatrices y haga que la curación sea menos probable.

6 Categorías

Aunque las malas palabras exageradas a menudo acompañan al desahogo hostil, he incluido solo tres ejemplos en las siguientes descripciones, usando asteriscos para rellenar letras. Si rutinariamente usas groserías para obtener un valor de choque adicional, es posible que los ejemplos siguientes sean más suaves de lo que estás acostumbrado a usar o a escuchar cuando tú y tu pareja pelean.

Hay solo pocas de esas palabras con intención de choque en todos los idiomas y ambos tienen que estar de acuerdo en que son insultantes o que no tendrían la capacidad de ocasionar sentirse insultados. Si prestas especial atención a dónde puedes agregarlos en tus interacciones hostiles reales, puedes explorar el efecto que estás tratando de tener en tu pareja.

1. Asesinatos de carácter

Los asesinatos de carácter son declaraciones de eliminación que las parejas utilizan para definir al otro como alguien que siempre ha sido, siempre será, así de malo. Las frases están destinadas a hacer que la pareja descrita esté permanente e irrevocablemente condenada a ser de esa manera. Su intención es herir, desaprobar y desmoralizar.

Por ejemplo, si te quejas del comportamiento de tu pareja como temporalmente angustiante, usarías palabras como "estás siendo realmente malintencionado en este momento" o "me vuelves loco cuando actúas así". Esas son descripciones de comportamientos temporales que solo ocurren en el momento. Le dicen a tu pareja que estás enojado con lo que él o ella está haciendo, no con lo que son.

Los asesinatos de carácter le dicen a las personas que son innatamente malas, incompetentes o sin valor. Cuando la pareja acusada los toma personalmente, causarán daños que duran más y pueden dejar cicatrices emocionales e indelebles.

Estos son algunos ejemplos de declaraciones de eliminación que atacan el carácter básico de una pareja en lugar de su comportamiento temporal:

  • "Eres demasiado difícil".
  • "¿Por qué lo intento? Nunca lo entenderás".
  • "Solo te preocupas por ti mismo".
  • "Seamos realistas; no eres la última coca del desierto".
  • "Eres completamente irracional".
  • "No puedo creer nada que sale de tu boca. Eres un mentiroso".
  • "Estás echado a perder".

2. Amenazas de abandono

Hay dos conjuntos de declaraciones hostiles que despiertan los temores más primitivos en personas de cualquier edad. El primero es hacer una declaración amenazante que implique indiferencia o abandono permanente. Podrías utilizar ese tipo de declaración para hacer que tu pareja se sienta inútil y como que ya no es necesaria. Es posible que solo te sientas de esa manera en el calor de la pelea, pero tu pareja puede tomar esa amenaza más en serio. Si él o ella responde de esa manera, es posible que no puedas retractarte más tarde.

Si recuerdas que uno de tus padres dijo esto o lo otro, probablemente también recordarás la respuesta del otro. Por lo general, habría sido abogar por un valor recuperado o un contraataque con indiferencia fingida. Siendo un niño indefenso, es posible que te hayas sentido aterrorizado de que tu vida, tal como la conocías, terminaría.

Estos son algunos ejemplos de amenazas de abandono:

  • "Ya no me importa lo que hagas".
  • "Eres muy problemático; fuera de aquí".
  • "Me disgustas. Ni siquiera sé por qué me quedo".
  • "Estoy harto de esta relación. Necesito encontrar a alguien que sepa cómo amarme".
  • "No te necesito más".
  • "No lo entiendes. Estoy harta".

3. Invalidaciones

Aunque es similar en algunos aspectos a los asesinatos de carácter, las invalidaciones no atacan al ser central de tu pareja. En cambio, están destinadas a invalidar los argumentos de tu pareja y hacerlos menos convincentes. Al centrarte en las contradicciones o debilidades de tu pareja, estás intentando neutralizar su ventaja o sentirte superior en el argumento.

Si tienes éxito, tu pareja se pondrá a la defensiva y será menos capaz de defenderse. Por otro lado, si tu pareja tiene un fuerte sentido de sí misma, puedes experimentar un contraataque que invalida tu posición.

Estos son algunos ejemplos de invalidaciones:

  • "Mierda".
  • "Simplemente no lo entiendes".
  • "Ese es el argumento más estúpido que he escuchado".
  • "¿No puedes hacer algo bien?"
  • "Tal vez si lo que dices tuviera sentido, entendería a qué te refieres".
  • "No sabes de lo que estás hablando".
  • "No te molestes en tratar de convencerme; no funcionará".
  • "Ni siquiera vale la pena escucharte".

4. Amenazas de exilio

El exilio es más amenazante para la mayoría de las personas que el abandono. Una cosa es decirle a tu pareja: "Ya no estoy interesado en ti". Amenazar con el exilio es más potente y aterrador. Le estás diciendo a tu pareja que salga de tu vida. Incluso si solo te refieres a ese momento y nunca quieres que esa persona se vaya de manera permanente, estás tomando la oportunidad de que te tomen en serio.

Si amenazas con el exilio suficientes veces, tu pareja realmente comenzará a creerte y ya no esperará que la relación continúe. A menos que estés seguro de que quieres salir, serás inteligente al usar diferentes frases si te sientes desinteresado en mantenerte conectado.

Aquí hay algunos ejemplos de exilio:

  • "Solo vete".
  • "Ya no te necesito, y no azotes la puerta detrás de ti".
  • "Te quiero fuera de mi vida".
  • "Eres un dolor de cabeza. Piérdete".
  • "Has agotado tu bienvenida aquí".
  • "Encuentra otro lugar a donde ir".
  • "No tienes nada que ofrecerme. No te quiero más".
  • "¿Por qué no vuelves con tu ex novia? Se merecen el uno al otro".

5. Desafíos

Los desafíos hostiles son preguntas o declaraciones que se entregan con sarcasmo o desafío, y nunca son verdaderas preguntas de investigación. No atacan las características innatas de la personalidad de la pareja o la validez de sus declaraciones, sino más bien su derecho a incluso hacerlas.

Si desafias los derechos básicos de tu pareja a sentir, pensar o comportarse de ciertas maneras, harás preguntas malas para "mostrarle" a tu pareja lo estúpida o incompetente que es. Cada vez que tu pareja intente hacer un punto, interrumpirás y presionarás con fuerza para ganar al socavar cualesquiera que sean sus razones para esa opinión.

Estos son algunos ejemplos de desafíos malintencionados:

  • "¿Sabes al menos de lo que estás hablando?"
  • "Eso está totalmente mal. ¿Cómo puedes justificar algo tan estúpido?"
  • "¿Realmente crees lo que estás diciendo?"
  • "¿Cómo puedes justificar lo que estás diciendo? No tiene fundamento."
  • "Un idiota podría tener una mejor idea".
  • "¿Alguna vez piensas por qué dices las cosas que dices? No tienen sentido".
  • "No puedo creer que pensaras que creería eso".
  • "¿Dónde se te ocurrió esa lógica tan tonta?"
  • "Eres tan parcial; ¿por qué te escucharía alguna vez?"

6. Predicación

Cuando las personas se sienten hostiles, a menudo sacan la carta de los padres. Señalando o moviendo el dedo, citan autoridades, amigos ausentes, o prejuicios previamente establecidos, con el fin de demostrar su punto. Si utilizas una jerarquía indiscutible para hacer que tu pareja se sienta como un niño castigado, usarás información de una fuente externa para agregar peso a tu argumento.

Este tipo de ventilación hostil puede tener el impacto más negativo porque activa la culpa o la vergüenza de la infancia. Es particularmente hiriente si conoces la historia de tu pareja y usas recuerdos vulnerables que te ha revelado para hacer tu punto.

Aquí hay algunos ejemplos de predicación:

  • "Para una persona que dice ser decente, deberías haber actuado mejor".
  • "Sabes, si fueras una persona decente, no me hablarías así".
  • "Lo siento no es posible cuando actúas tan infantil".
  • "¿Por qué tengo que seguir diciéndote lo que ya debes saber?"
  • "No tienes ninguna integridad, ¿verdad?"
  • "¿Sabes lo que es un buen amante?"
  • "¿Por qué no haces lo correcto?"
  • "Una persona con compasión razonable nunca me haría eso".
  • "Te lo he dicho un millón de veces; simplemente no te importa".
  • "Eres tan inmaduro".
  • "Estás lloriqueando de nuevo".

Rompiendo patrones verbalmente hostiles

Hay cinco formas en que el comportamiento hostil puede ser entendido y finalmente detenido. Son muy simples de aprender, difíciles de practicar y muy efectivos. Para que funcionen, ambos deben realmente querer detener sus patrones negativos y entender que de otro modo su relación puede estar en peligro.

1. Orígenes de la infancia

Cualquiera puede enojarse. Cuando las personas se sienten frustradas, asustadas, heridas, rechazadas o reprimidas, les gusta que sus parejas sepan cómo se sienten. Expresar adecuadamente los sentimientos negativos es parte de cada compromiso exitoso, pero la ventilación furiosa, hiriente y destructiva no es saludable para ninguna relación.

La gente aprende la ira destructiva en la infancia. Su primera exposición a arrebatos disfuncionales de ira ocurre cuando son pequeños, ya sea dirigidos a ellos u observados. Cuando los padres son malos el uno con el otro frente a sus hijos, les enseñan a encogerse, huir o reaccionar con su propia hostilidad. Si no se les enseña una resolución exitosa de conflictos o respuestas de afrontamiento saludables, cometerán los mismos errores en sus relaciones adultas.

Cuando los adultos muestran esos patrones poco saludables, a menudo no se dan cuenta de que su propio niño interior es quien los está impulsando a comportarse de esa manera. A pesar de ser adultos en su interacción actual, por dentro tienen todas las edades que han tenido. Si fueron los objetivos de las hostilidades de sus padres, o fueron testigos de frecuentes insultos verbales entre sus padres, es probable que reaccionen a frases similares como adultos.

Cada persona tiene diferentes recuerdos y experiencias diferentes. Ninguno de los dos puede entender completamente la profundidad y los detalles de los sentimientos del otro. En una discusión, la persona atacada es la única que puede definir si una frase hostil es abusiva o no.

Las heridas de la infancia reexperimentadas pueden sentirse como la primera vez que sucedieron. Cuando una pareja emite una frase hostil, él o ella no puede garantizar que la otra persona la va a experimentar como se pretendía. Cada persona puede sentirse diferente acerca de cualquier frase elegida, ya sea pronunciándola o experimentándola por parte del otro.

A medida que los argumentos se intensifican y la pareja se olvida de su cuidado mutuo, retrocederá a esas respuestas de la infancia. Comenzarán a defenderse como si sus parejas fueran sus padres enojados. Pueden sentirse más empoderados para luchar como adultos de lo que podrían tener como niños, sin embargo, responden como si todavía fueran tan vulnerables como lo fueron entonces.

2. Videos Virtuales

Una vez que la pareja se ayuda mutuamente a identificar patrones de ira en sus familias de origen, deben ver dónde se desarrollan esos mismos patrones en sus vidas adultas. Para hacer esto de manera efectiva, deben dejar que una parte de sus mentes observa sus interacciones hostiles desde el exterior a medida que ocurren.

La herramienta más poderosa que una pareja puede usar es su propio video virtual mental. Este ejercicio requiere que ambos hayan acordado ayudarse mutuamente a estar alerta ante cualquier reacción infantil que activen mutuamente tan pronto como comiencen. Ambos se paran fuera de sí mismos corriendo la cámara, observando objetivamente sus interacciones hostiles mientras continúan peleando. Están buscando cualquier señal de que puedan estar retrocediendo: levantar la voz, aumentar el tempo, interrumpir y cambiar posturas o expresiones faciales. Su video mental probablemente los mostrará como enemigos jóvenes, para destruirse mutuamente a medida que crece la desesperación por mantener sus posiciones.

Si pueden imaginar que estarán reproduciendo ese video para cualquier persona que quieran impresionar, podrían ser más capaces de cambiar la naturaleza de sus interacciones para mantenerlos dentro de los límites que ambos respetan. Esta técnica funciona mejor si ambos intentan conscientemente mover la cámara para enfocarse en diferentes partes de la escena, acercándose a cada uno y luego alejándose para encapsular toda la imagen.

En poco tiempo después de repetir este ejercicio, ambos verán cuán profundamente avergonzados estarían si observaran sus acciones hostiles. Verse a sí mismos recrear los patrones negativos que se les enseñó como niños les ayudará a revisar sus experiencias de la infancia y puede ayudar a motivarlos a romper los patrones intergeneracionales.

3. Evaluación de frases hostiles

Cualquiera de los seis patrones hostiles que puedas usar, será más probable que rompas tus patrones si los enfrentas con valentía. Comienza escribiendo las frases malintencionadas que cada uno de ustedes usa con más frecuencia. Luego pregúntate dónde las aprendiste y qué quieres decir cuando las dices.

No hagas esto durante una pelea, pero sí tan pronto como sea posible después de una. Pon tus frases en cada categoría, o añade una nueva categoría si es necesario. Si tu pareja va a hacer este ejercicio contigo, ambos se moverán más rápidamente hacia la sanación de sus interacciones negativas.

Después de que se hayan ayudado mutuamente a identificar esas frases hostiles y sus orígenes, comparte los sentimientos que tenías cuando eras niño, cuando las escuchaste por primera vez. Díganse uno al otro por qué las usan todavía, qué sienten cuando las dicen y cómo los afecta cuando las escuchan. Hablen entre sí acerca de lo que quieren cuando están molestos, y si habría algo más que tú o tu pareja podrían hacer en lugar de escalar en estos patrones destructivos.

4. Detener las cascadas emocionales

Una vez que hayas identificado dónde aprendiste tus frases hostiles, las hayas visto desde tus videos virtuales y las hayan evaluado juntos, estarás listo para el siguiente paso. Cada vez que desees disminuir los comportamientos dañinos, te resultará más fácil prevenirlos antes de que comience una discusión que detenerlos una vez que comiencen.

A veces, tus sentimientos de ira, dolor o necesidad de tomar represalias comienzan lentamente. En otras ocasiones, pueden encontrarse en erupción instantáneamente, especialmente después de que muchas peleas han terminado sin resolución. La rapidez con que reaccionas al conflicto normalmente sigue tu historial de interacciones destructivas pasadas, pero algunas parejas son sensibles a cualquier conflicto y pasan a una posición defensiva de inmediato. El agotamiento, la sobrecarga o la enfermedad también pueden reducir la tolerancia a la frustración.

Intenta notar dónde comienzan los sentimientos de hostilidad en tu cuerpo tan pronto como te das cuenta de ellos. ¿Cuáles son tus síntomas? Muchas personas sienten la ira en su bajo vientre, a medida que se eleva a la parte superior de sus cabezas. Otros lo sienten como un pozo en sus estómagos o en sus gargantas. Se pueden esperar síntomas acompañantes de respiración rápida, manos apretadas, una voz más aguda y más fuerte, e intercambios verbales más rápidos. Puedes anticipar perder algo importante, o ser condenado injustamente.

A medida que surgen esos síntomas físicos, la mayoría de las personas dejan de experimentar la presencia real de su pareja y los perciben como personas hirientes de su pasado. Los ataques verbales escalan y quienes antes fueron una pareja amorosa se convierten en enemigos temporales hasta que las interacciones hostiles terminan. Luego deben controlar el daño y tratar de restablecer el amor que sentían antes.

Una vez que reconozcas los síntomas de la construcción de hostilidad, el siguiente paso es prestar atención a cómo te sentías antes de que comenzara la cascada. Hazte estas preguntas:

  • ¿Qué dijo tu pareja que te puso en marcha?
  • ¿Qué escuchaste?
  • ¿Qué reacciones sentiste?
  • ¿Por qué fueron tan dolorosas esas palabras ?
  • ¿Qué tenías miedo de perder?
  • ¿Qué podrías haber hecho para detener tu reacción negativa?
  • ¿Te haces responsable de tu propio comportamiento?

5. Reemplazos

Una vez que tú y tu pareja se han ayudado mutuamente a comprender el impacto de sus palabras hostiles, están listos para cambiar la forma en que se manejan en peleas posteriores. Tomen cada frase hostil que han examinado juntos, y díganle a su pareja cómo él o ella podría haber expresado esos mismos sentimientos en formas que podrían haber sido aceptables.

Cuando hacen los ejercicios juntos, pueden encontrar ejemplos que se ajusten con mayor precisión a su relación personal. Las parejas que están dispuestas a hacer el trabajo pueden deshacer la espiral negativa. Se necesita tiempo y paciencia, pero el resultado final valdrá la pena el esfuerzo.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Randi Gunther Ph.D.

La Dra. Randi Gunther es psicóloga clínica y consejera matrimonial que ejerce en el sur de California.

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