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Verificado por Psychology Today

Alcoholismo

Comprensión de los comportamientos autodestructivos (desregulados)

Por qué algunas personas encuentran ciertos comportamientos casi imposibles de resistir.

¿Hay algún comportamiento en particular que está causando estragos? ¿A pesar de hacer todo lo posible por resistir los impulsos durante algunas horas o incluso días, el comportamiento persiste?

Si es así, puede que se cree la impresión de que uno es débil, egoísta, con una personalidad “adictiva” u otras cualidades que básicamente significan que algo dentro está esencialmente mal.

La verdad es esta: Estas explicaciones no están respaldadas por estudios.

Los comportamientos autodestructivos o desregulados brindan alivio o incluso placer a corto plazo, pero en el fondo se interponen en el camino de vivir una vida que se sienta satisfactoria y plena. Estos comportamientos pueden incluir el abuso de alcohol/drogas, atracones de comida, jugar compulsivamente a la computadora, heridas autoinfligidas, tabaquismo, evitación crónica o una serie de otros comportamientos que se sienten útiles en el momento pero perjudiciales con el tiempo.

Las personas que luchan contra comportamientos desregulados pueden diferir drásticamente, pero tienden a compartir algunos rasgos comunes. La siguiente descripción está muy simplificada; puede que no aplique del todo, pero brinda una idea general:

Quienes tienen dificultades con conductas desreguladas, probablemente nacieron con una tendencia a sentir emociones de una forma algo más fuerte que otras personas. Esto no es un rasgo negativo. De hecho, es probable que esas personas sean más creativas o empáticas.

Desgraciadamente, también es posible que crecieran en un entorno adverso o invalidante. Los entornos adversos pueden incluir:

  • Experiencias extremas como el abuso físico, el abandono o la crítica continua.
  • Experiencias rutinarias con familiares que desalientan la expresión de emociones o utilizan comportamientos desregulados para hacer frente a sus propias emociones.
  • Experiencias fuera del hogar, como intimidación en la escuela, abuso por parte de otro cuidador, ser excluido reiteradamente por otros niños, etc.

Quienes nacieron con la tendencia a sentir emociones fuertes además estuvieron reiteradamente expuestos a situaciones que serían emocionalmente dolorosas para cualquiera, entonces el dolor pudo ser insoportable en ocasiones. Es muy probable que la persona finalmente intentara “apagar” el dolor. Al principio, es posible que se dijera: “Solo voy a tratar de no sentir” o “Simplemente no voy a pensar en eso”. Pero con el tiempo, probablemente sintió que necesitaba ayuda adicional para aplacar emociones dolorosas. Así que recurrió a uno o más: comportamientos desregulados.

Estos comportamientos pueden parecer tan eficaces a corto plazo que es probablemente encontrar otras maneras de adaptación para controlar las emociones negativas pareció innecesario. Además, usar un comportamiento desregulado para aplacar emociones incómodas es como poner una tapa hermética en una olla de agua hirviendo:

  • Las emociones siguen ahí, al igual que el agua hirviendo y el vapor.
  • El comportamiento proporciona alivio durante un corto tiempo, pero las emociones siguen aumentando, justo como el vapor y la presión siguen creciendo en la olla cubierta. A la larga, la persona se podría sentir como si estuviera generalmente presionada.
  • Si las emociones nunca se experimentan ni procesan (si no se libera el vapor de la olla), la presión seguirá aumentando hasta que la olla finalmente explote.
  • En otras palabras, las emociones se volverán particularmente insoportables.
  • Como resultado, puede que la persona se esfuerce aún más por no sentir las emociones, y posiblemente exhiba el comportamiento desregulado (al poner la tapa de vuelta en la olla).
  • Si es así, habrá alivio por un corto tiempo, pero la presión casi siempre volverá a aumentar.
  • ... y es probable que el ciclo se repita, y se repita.

Una mujer dijo que sabía que su alcoholismo la llevó a sentirse peor a largo plazo, así que juró no volver a beber. La noche siguiente, se sintió aburrida y un poco ansiosa y se dio cuenta de que tenía fuertes ansias por tomar alcohol. Se esforzó por pasar la noche sin beber, pero finalmente sintió que era imposible resistirse a esos antojos. Así que bebió, a pesar de saber que luego se arrepentiría.

Esa sensación de falta de control puede parecer deprimente, aterradora y desesperanzadora. También puede llevar a alguien a concluir que está esencialmente mal.

Sin embargo, si solo conocemos un método principal para detener el dolor o el malestar de manera confiable, tiene sentido que tengamos fuertes impulsos de adoptar ese comportamiento cuando experimentemos dolor o malestar (o antojos, que pueden ser dolorosos y molestos). También tiene sentido que tengamos serias dificultades para detener ese comportamiento.

Recordemos que tener problemas con un comportamiento autodestructivo o desregulado no significa que alguien sea débil o egoísta, o que algo dentro esté esencialmente mal.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Peggilee Wupperman Ph.D.

Dr. Peggilee Wupperman, es psicóloga clínica, profesora asociada en John Jay College, profesora clínica asistente en la Escuela de Medicina de Yale y desarrolladora de Mindfulness y Terapia de Modificación.

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