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Divido el proceso de encontrar un terapeuta en tres etapas: investigación, entrevista y química. Por lo tanto, la primera sección de este artículo está relacionada con la investigación que es necesario hacer después de decidir ver a un terapeuta; la segunda sección presenta las preguntas que debemos hacerle a un psicoterapeuta potencial (por ejemplo, sobre los costos, tratamientos que ofrece); la tercera sección concierne a la evaluación de sentimientos e intuiciones que genere un terapeuta.
La investigación para encontrar a un terapeuta
Sería imposible entrevistar a cada uno de los terapeutas en una ciudad, así que el primer paso al elegir a un terapeuta es seleccionar a los candidatos potenciales. Para hacer esto, debemos decidir qué factores son importantes para nosotros: La distancia hasta su consultorio, los costos, el género del terapeuta.
También es importante decidir el tipo de profesional de la salud. Dependiendo de la intervención que sea necesaria (por ejemplo, terapia, medicamento, acceso a programas sociales), habría que buscar a un psiquiatra, psicólogo clínico, o a un consejero profesional. Los diferentes tipos de profesionales de la salud probablemente enfatizarán diferentes procesos en el desarrollo de una enfermedad mental y recomendarán tratamientos diferentes.
Por ejemplo, un psiquiatra tiene más probabilidades de enfatizar los aspectos biológicos de la condición, ponerle mayor énfasis en los procesos neurobiológicos (como una falta de balance en los neurotransmisores) que causan el desorden y recomiendan tratamientos biológicos como medicamentos. Otro tipo de profesional de la salud probablemente le pondrá mayor énfasis en los factores psicológicos, socioculturales y ambientales, visión del mundo, sesgos cognitivos (por ejemplo, errores del pensamiento) falta de apoyo, pérdida, problemas en relaciones, lugar de trabajo estresante, discriminación y más adelantes.
Elegir el tratamiento psicológico correcto va de la mano con la cuestión de encontrar al profesional de la salud correcto. Para encontrar el tratamiento correcto podemos confiar en los conocimientos del profesional de la salud que elijamos o en los lineamientos sobre los mejores tratamientos para condiciones específicas; sin embargo, necesitamos recordar que algunos profesionales de la salud con incapaces de brindar ciertos tratamientos de salud mental. Por ejemplo, actualmente, hay muy pocos psicólogos con la autoridad para recetar medicamentos (dependiendo de su entrenamiento y el lugar en el que esté su consultorio.
Entrevistar al terapeuta
El siguiente paso es entrevistar a los terapeutas (después de buscarlos con la investigación anterior).
Sí, tenemos permiso de entrevistar terapeutas. Muchos terapeutas están acostumbrados a que clientes potenciales lleguen y les hagan muchas preguntas. En mi opinión, los terapeutas que se ponen a la defensiva o evitan preguntas sencillas sobre su educación, entrenamiento, o la efectividad de los tratamientos que ofrecerán, son terapeutas que es buena idea evitar.
Algunas preguntas que le podríamos hacer a potenciales terapeutas incluyen:
- ¿Es un terapeuta con licencia? ¿Quién emitió su licencia?
- ¿Cuánto tiempo ha trabajado en el campo?
- Pedir que nos cuenten sobre su educación y entrenamiento.
- ¿Cuál es su especialidad?
- ¿Cuánta experiencia tiene trabajando con la gente con mi condición, problema o historial: adicción, desorden obsesivo compulsivo, trastorno límite de la personalidad, dificultades para dormir o historial de abuso infantil, etc.?
- ¿Qué tratamientos ofrece?
- ¿Cómo se supone que funcione esta intervención? (por ejemplo, terapia cognitivo conductual, terapia dialéctica del comportamiento, etc).
- ¿Esta intervención es efectiva para mi problema/condición? En promedio, ¿cuánto tiempo tarda el tratamiento? ¿Cómo podría evaluar si el tratamiento está funcionando? ¿Qué pasa si no funciona esta intervención?
- ¿Cuáles son los costos y políticas relacionadas?
Química con el terapeuta
Después de elegir a un terapeuta, y de haber recibido un diagnóstico e información sobre la modalidad del tratamiento, pasamos muchas horas recibiendo el tratamiento de esta persona, horas que se convertirán en semanas, meses y años.
A veces las discusiones con ese extraños sentado al otro lado tocarán sentimientos íntimos o incómodos. Podrían haber veces durante las sesiones cuando nos sentiremos muy vulnerables. Por lo tanto, es importante elegir a un terapeuta con el que nos sintamos tranquilos, alguien con quien tengamos una buena química o alianza de trabajo.
Una buena química se refiere a la presencia de un entendimiento implícito entre uno y el terapeuta; se refiere a sentimientos de conexión y compromiso que promueven la armonía.
Como señala la Asociación Psicológica de Canadá, después de haber verificado las credenciales del terapeuta y haber hecho otras preguntas relevantes (como las mencionadas en la sección anterior), "la mejor manera de determinar si son la persona adecuada para nosotros es usar nuestros sentimientos como medidor. ¿Parece ser amable, comprensivo y no crítico? ¿Me siento escuchado y particularmente apreciado?".
Puede no ser fácil saber de inmediato si habrá buena química entre nosotros y el terapeuta. Sin embargo, lo clientes con frecuencia sienten una conexión con ciertos tipos de terapeutas, los que son empáticos, respetuosos, honestos y cálidos. No es de sorprender que los clientes buscan a terapeutas que los tratan como iguales; les gustan los profesionales cuyo comportamiento, actitud y palabras los hacen sentir seguros, cómodos y valorados.
Cuando tenemos una buena química con nuestro terapeuta, tenemos más probabilidades de entender al terapeuta (y ser comprendidos) y están de acuerdo con las metas de la terapia y de cómo llegar a ellas. Algunos psicólogos incluso creen que una buena armonía y química son clave para el éxito del tratamiento y tal vez son tan importantes como la modalidad del tratamiento en sí.
Pero tampoco debemos pasar demasiado tiempo buscando al terapeuta perfecto. Recordemos, siempre se puede dejar de ir a esa terapia si nos damos cuenta, en sesiones posteriores, que no hay buena química con un terapeuta.
Es importante hacer nuestra tarea, entrevistar terapeutas, y luego seguir nuestros instintos. Mantengamos nuestra meta final en cuenta (por ejemplo, resolver nuestros problemas de pareja o tratar nuestras condiciones de salud mental). Una vez que encontremos un terapeuta competente y adecuado, podemos trabajar juntos para elegir un plan y empezar el trabajo de mejorar nuestra situación y vivir tan bien como nos sea posible.
Para encontrar a los profesionales de la salud mental más cercanos, está el directorio de terapeutas de Psychology Today. (España, México, Chile)
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A version of this article originally appeared in English.
