Cognición
Cómo contamos objetos que no podemos ver
Cómo utilizar nuestros sentidos hápticos para contar objetos ocultos.
3 de octubre de 2023 Revisado por Gary Drevitch
Los puntos clave
- Un nuevo estudio examina lo que podemos aprender sobre el contenido de una caja agitándola.
- Los participantes pudieron distinguir entre 1, 2, 3, 4 y 5 esferas pequeñas después de 5 segundos.
- Incluso sin señales visuales o auditivas, se pueden usar señales hápticas para estimar cantidades en una caja.
¿Es posible contar objetos que no puedes ver?
Si alguna vez recibiste una caja de regalo o un paquete misterioso de Amazon, es posible que hayas intentado agitar ligeramente la caja para intentar adivinar su contenido. Sacudir una caja puede proporcionar una sorprendente cantidad de información sobre lo que hay dentro: por ejemplo, podría permitirnos distinguir entre artículos blandos, como ropa, y artículos duros, como un libro. O podríamos tener una idea del tamaño de los objetos, su peso o cuántos hay.
¿Pero son confiables estas conjeturas? ¿Con qué frecuencia son realmente correctas nuestras predicciones después de agitar una caja?
Un nuevo estudio de Ilja Frissen y sus colegas publicado este mes en Perception arroja luz sobre esta cuestión. En tres experimentos, los investigadores examinaron si las personas podían adivinar con precisión la cantidad de esferas en una caja agitando la caja durante hasta cinco segundos usando la percepción háptica (el uso de sensaciones táctiles).
En el primer experimento, a 15 participantes se les entregaron pequeñas cajas de cartón y se les dijo que podía haber 1, 2, 3, 4 o 5 esferas pequeñas en su interior. Mientras usaban auriculares con cancelación de ruido que reproducían ruido blanco, se les pidió que agitaran cada caja y adivinaran el número de esferas. Las esferas eran pequeñas y su peso variaba entre 3.5 gramos y 0.8 gramos, de modo que los participantes no podían simplemente basar sus respuestas en el peso total de la caja. Los resultados mostraron que los participantes fueron notablemente precisos al estimar el número de esferas:
A pesar del desempeño general preciso, hubo un sesgo constante: los participantes tendieron a subestimar el número de esferas cuando la caja contenía 4 o 5 esferas. Este sesgo era aún más pronunciado cuando las esferas eran más ligeras.
Los autores consideraron que restringir el conjunto de posibles respuestas (1 a 5) podría sesgar a los participantes o brindarles información adicional que normalmente no tendrían. Entonces, en su segundo experimento, un nuevo grupo de participantes completó la tarea sin conocer el rango de posibles respuestas. En este caso, el rendimiento fue casi idéntico al del primer experimento, mostrando el mismo nivel de precisión y el mismo sesgo de subestimación.
Evaluando la influencia del peso
Podría ser que los participantes estuvieran usando el peso total de la caja como señal: es probable que las cajas más pesadas tengan más esferas que las más livianas. En el tercer experimento, los investigadores igualaron el peso de todas las cajas usando esferas más ligeras para los números más grandes y esferas más pesadas para los números más pequeños. Los hallazgos nuevamente mostraron un rendimiento consistentemente preciso y un sesgo de ponderación significativo, en el que las esferas más ligeras (y más numerosas) condujeron a estimaciones de números más pequeños.
Este no es el primer estudio que examina cómo podemos utilizar la háptica para contar objetos invisibles. Un estudio anterior realizado por Myrthe Plaisier y Jeroen Smeets (2017) diseñó una tarea similar y comparó si las personas podían juzgar la cantidad de objetos en una caja pequeña utilizando señales hápticas más auditivas, en comparación con señales auditivas únicamente. Al agitar una caja, los participantes podían sentir y oír las esferas rebotando. Los investigadores registraron los sonidos que se producían cuando un grupo de participantes agitaba las cajas y presentaban esos mismos sonidos a otro grupo de participantes. Descubrieron que con señales de solo audio, los participantes perdían la cuenta del número de esferas después de 3. En otras palabras, no podían distinguir entre los sonidos producidos por 3, 4 o 5 esferas que rebotaban.
El estudio actual muestra que en realidad no se requiere información auditiva. Incluso con auriculares con cancelación de ruido, los participantes fueron bastante precisos, lo que indica que las señales hápticas por sí solas son suficientes para estimar la cantidad de esferas en la caja.
Los estudios futuros podrían explorar más a fondo qué aspecto de las señales hápticas es el más importante. Por ejemplo, ¿basta con sentir las bolas que rebotan o también es necesario el acto de sacudirlas? Alternativamente, se podría agitar una caja virtual, escuchar los sonidos, pero no sentir las señales hápticas. ¿Sería suficiente el acto de sacudir además de la información auditiva?
En general, estos estudios indican claramente que cuando agitamos una caja podemos recopilar mucha información sobre su contenido. Esta información no depende sólo del peso de la caja y de los sonidos que escuchamos al agitarla, sino también de las sensaciones hápticas en nuestras manos.
A version of this article originally appeared in English.