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Los puntos clave
- A menudo las personas dicen que ven o sienten que algo está "más allá de las palabras". ¿Pero qué significa eso exactamente?
- En muchos sentidos, nuestros sistemas emocionales y cognitivos funcionan por separado.
- Las cosas que están "más allá de las palabras" parecen tocar nuestras emociones de manera desproporcionada.
- Muchas de las artes representan esfuerzos para capturar experiencias que están, simplemente, más allá de las palabras.
Mis sentimientos están... bueno... más allá de las palabras. Verdaderamente más allá de las palabras...
Mientras que la frase más allá de las palabras tiene una elegancia bonita y poética, cualquier pensador racional tiene que preguntar: ¿qué podría significar exactamente esa frase?
Bueno, yo digo que pensemos en ejemplos usados en la vida cotidiana y luego veamos si algún tema relacionado con esta frase emerge que mapee lo que sabemos sobre la ciencia del comportamiento humano.
Estos son algunos contextos en los que alguien podría usar la frase más allá de las palabras:
- Amor. Mi amor por ti es tan profundo. Realmente está más allá de las palabras.
- Tristeza. Mi dolor por perderla estaba más allá de las palabras.
- Miedo. Cuando escuché disparos en el edificio, estaba tan increíblemente asustada. Más allá de las palabras.
- Sorpresa. Cuando abrí la caja y encontré un anillo de compromiso... me sentía... más allá de las palabras, en serio... más allá de las palabras...
- Asombro. Mientras me sentaba en las orillas del poderoso río, acurrucado entre las gloriosas y sabedoras montañas, un arco iris completo apareció a través del cielo. Todo estaba más allá de las palabras.
La desconexión emoción/cognición
Una característica común entre estos ejemplos se refiere a las emociones poderosas. Curiosamente, las emociones positivas (por ejemplo, el amor) y las emociones negativas (por ejemplo, el dolor) parecen conducir a experiencias más allá de las palabras. Una forma de pensar sobre esto es en realidad bastante sencilla: en una amplia gama de áreas psicológicas, la investigación encuentra regularmente que hay, muy a menudo, una desconexión entre nuestros sistemas cognitivos y nuestros sistemas emocionales (por ejemplo, Kaufman, 2011; Schachter y Singer, 1962; Roiser, 2013). El procesamiento emocional y el procesamiento cognitivo tienen lugar en gran medida en diferentes regiones del cerebro, con centros de procesamiento del lenguaje generalmente ubicados en el "cerebro superior" (o cerebro) y los centros de procesamiento de emociones generalmente ubicados en el" cerebro inferior", literalmente cerca de donde el cerebro se encuentra con la médula espinal (véase Gazzaniga, Ivry y Mangun, 2002).
Las palabras necesariamente se basan en los centros del lenguaje de las regiones superiores del cerebro relativamente distantes de las regiones evolutivamente más antiguas de procesamiento de emociones.
Dada esta división entre las partes "superiores" de nuestra mente orientadas cognitivamente y las partes "inferiores" enfocadas en las emociones, tiene sentido que poner las emociones en palabras no siempre es fácil.
Además, tiene sentido que las experiencias que son predominantemente emocionales en la naturaleza pueden, en un sentido muy literal, estar muy genuinamente, más allá de las palabras—no importa lo amplio que sea el vocabulario de alguien.
El arte como expresión de experiencias más allá de las palabras
A veces, las personas cuestionan el papel de las artes en la experiencia humana más amplia. Las artes a menudo parecen poco prácticas y quizás incluso un lujo. "¿Por qué la gente debería gastar tiempo y dinero en cosas como la música cuando hay problemas reales en el mundo?" un cínico podría preguntar.
Pero cuando empezamos a pensar en experiencias más allá de las palabras, podríamos ser capaces de ver una función extremadamente práctica de las artes. Los artistas de todas las variedades prosperan evocando y cultivando emociones. Una hermosa canción de amor podría hacer llorar a alguien. Un paisaje brillante podría inducir asombro en un museo de arte en una tarde lluviosa de sábado. Un bailarín talentoso puede hacer que alguien sienta una especie de gloria que nunca se encuentra en su vida cotidiana.
Tal vez una función crítica de las artes es esta: las artes expresan emociones que están, literalmente, más allá de las palabras. Claro, muchas de las artes, como la poesía, están basadas en palabras. Pero incluso un poema poderoso tiene su poder en parte porque el poeta fue capaz de usar solo las palabras para crear una experiencia emocional que alguien no necesariamente esperaba tener en el momento. Y un rapero de alto calibre podría hacer que alguien sienta una amplia gama de emociones, desde el orgullo hasta la ira y el amor, dentro de los confines de 120 segundos. Desde esta perspectiva, incluso los artistas basados en el lenguaje tienen éxito en la medida en que nos brindan experiencias profundamente emocionales, más allá de las palabras.
Conclusión
La mente humana es compleja y a menudo difícil de predecir. Una de las razones de esta característica fundamental de la psicología humana es que nuestros sistemas cognitivos y emocionales, ambos de los cuales juegan un papel integral en la formación de quiénes somos y cómo nos comportamos, a menudo se ejecutan de forma independiente el uno del otro.
Experiencias que a menudo etiquetamos como más allá de las palabras son experiencias que son profundamente emocionales. Nuestros sistemas cognitivos pueden poner palabras a muchos estados emocionales. Pero cuando se trata de estados afectivos especialmente fuertes, en todo el espectro emocional, a menudo, literalmente, no hay palabras que puedan hacer justicia.
Hoy descubrí que una influencia clave en mi vida, y un hombre increíblemente bueno, acaba de fallecer. Steve DiGregorio era mi profesor de estudios sociales de 9º grado y entrenador de lucha libre. Él fue uno de los pocos educadores que encontré durante esa fase de mi vida que parecían entenderme realmente. Y que realmente se preocupaban por mí. Pasó a una carrera histórica como entrenador de fútbol de la escuela secundaria, liderando el equipo de Nutley, Nueva Jersey, durante años, inspirando y levantando a miles en el camino. Cuando me enteré de su muerte hoy, a la edad demasiado joven de 60, mi tristeza estaba, verdaderamente, más allá de las palabras. Gracias, Sr. Di. Bien hecho.
A version of this article originally appeared in English.
