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Verificado por Psychology Today

Crianza

3 Preguntas que hacerte para saber si tener hijos es para ti

Tener hijos es difícil, pero no tiene por qué ser confuso.

Los puntos clave

  • Es natural que las personas sientan emociones encontradas cuando contemplan convertirse en padres o madres.
  • Mirarse honestamente a sí mismos puede ayudar a los futuros padres y madres a abordar cualquier ansiedad que puedan sentir.
  • Dejar de lado el perfeccionismo y abordar cualquier creencia dañina sobre el mundo puede ayudarlos a disfrutar de la paternidad y maternidad.
 Kelli McClintock/Unsplash
Fuente: Kelli McClintock/Unsplash

Incluso las personas más estables financiera y emocionalmente se acobardan al considerar la crianza de hijos y lidiar con preguntas como:

  • “¿Qué pasa si simplemente no estoy hecho/a para tener hijos?”
  • "¿Qué pasa si termino transmitiéndoles mis defectos?"
  • “¿Mi hijo se resentirá conmigo?”
  • "¿Estoy haciendo esto solo por la presión social o realmente lo quiero?"

Es natural sentir nervios por esta decisión; significa que te preocupas por ti y por el futuro de tus hijos o hijas. Y aunque es posible que nunca te sientas completamente "listo/a", hay cosas con las que debes lidiar antes de traer una nueva vida a este mundo.

Aquí hay tres preguntas que puedes hacerte para abordar la ansiedad que sientes cuando te imaginas a ti como padre o madre.

1. ¿Qué tan bien me conozco?

Las investigaciones muestran que tener hijos causa angustia aguda a los nuevos padres y madres, que puede persistir durante meses después del nacimiento. Tal estrés pone a los padres y madres en riesgo de desarrollar trastornos de salud mental. Por lo tanto, es beneficioso conocer tus fortalezas y debilidades fisiológicas, emocionales y mentales antes de decidir convertirte en padre o madre.

Para ser claro, no hace falta ser perfecto. Solo hace falta mostrar una gran curiosidad sobre tu propia personalidad, deficiencias, méritos, etc., que podrían afectar tu estilo de crianza.

Aquí hay algunas preguntas que puedes usar como indicaciones de diario o para iniciar conversaciones con tu pareja o seres queridos de confianza para descubrir tu personalidad potencial como padre o madre:

  • ¿Soy una persona innatamente desconfiada?
  • ¿Tengo un claro sentido de identidad fuera de mi relación y paternidad o maternidad?
  • ¿Cómo proceso situaciones y sentimientos incómodos?
  • ¿Con qué tengo dificultades?
  • ¿Cuál es mi relación con levantarme temprano en la mañana?
  • ¿Tengo la costumbre de gastar innecesariamente?
  • ¿Qué tan claros son mis límites personales?
  • ¿Cuáles son las partes maduras e inmaduras de mi personalidad?

No es necesario que descubras las respuestas a todas estas preguntas antes de convertirte en padre o madre, pero sentar las bases puede hacer que tu transición a la crianza sea mucho más sencilla.

2. ¿Estoy preparado/a para que mi vida se desordene?

Ciertas partes de nuestra personalidad pueden servirnos bien en nuestra vida profesional, pero significan un desastre para nosotros cuando entramos en el mundo de la crianza. Según varios estudios, el perfeccionismo es uno de esos rasgos.

Si esperas la perfección en ti como padre o madre, es muy probable que esperes la perfección de tus hijos. La mala noticia es que los perfeccionistas pueden ser algunas de las personas más infelices que conocemos, susceptibles a la depresión, la ansiedad y otros problemas psicológicos.

La buena noticia es que puedes aprender a aliviar el control del perfeccionismo sobre ti y tus hijos. Esto también puede ayudarte a vivir una existencia más plena y feliz.

Así es como puedes abordar tu perfeccionismo patológico de frente:

  • Aprende que tu valor no está en lo que haces sino en quién eres.
  • Aprende que los errores y los fracasos son parte de la vida y pueden ser inmensamente valiosos.
  • Aprende a apreciar el esfuerzo y no el resultado. Concéntrate en el trabajo duro y la disciplina por encima de la búsqueda de la perfección.

3. ¿Percibo el mundo como un mal lugar?

Es natural sentir la necesidad de preparar a tus hijos para el “mundo real”. El mundo no es todo arcoíris y sol, y necesitarán enfrentar esta realidad en algún momento.

Sin embargo, sembrar en ellos las semillas de lo que los investigadores llaman una “creencia negativa en el mundo primario” diciéndoles que el mundo es intrínsecamente un lugar oscuro e injusto puede resultar contraproducente en gran medida. Una investigación publicada en el Journal of Positive Psychology explica que las personas que ven el mundo como un lugar peligroso y predeterminado muestran una mayor susceptibilidad a la depresión y la ideación suicida.

Es posible que veas el mundo como un lugar oscuro porque tus padres te condicionaron a pensar de esta manera. Es común que estas creencias viajen de una generación a la siguiente a menos que alguien rompa el ciclo.

Comprender la raíz de tus creencias negativas en el mundo requiere una reflexión profunda. Es posible que incluso necesites consultar con un terapeuta para que te ayude a navegar y deconstruir la prisión en la que podrías estar viviendo. Al hacerlo, no solo te estás protegiendo de la mala salud mental, sino que también estás creando un espacio seguro para el desarrollo de tus hijos.

Conclusión

La paternidad es una experiencia difícil pero inmensamente gratificante y significativa. Ser un padre honesto y considerado es mucho más importante que ser uno “perfecto”.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Mark Travers Ph.D.

El Dr. Mark Travers, es un psicólogo estadounidense con títulos de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.

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