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Verificado por Psychology Today

Sexo

Las 13 razones por las que tenemos sexo

Un nuevo estudio revela las verdaderas y (muy distintas) motivaciones ente hombres y mujeres.

gpointstudio/Shutterstock
Fuente: gpointstudio/Shutterstock

Pensamos en el sexo. Fantaseamos con sexo. Gastamos una cantidad excesiva de tiempo y dinero en la búsqueda del sexo. Tenemos sexo. Cuando se considera el SIDA, el parto o los asesinatos de «honor», nuestra supervivencia y muerte a menudo se entrelazan con el sexo. Por lo tanto, vale la pena pasar algún tiempo en lo que los científicos han aprendido sobre la sexualidad.

En 1990, el editor del Journal of Sex Research escribió:

"Las generaciones encontrarán incomprensible —y quizás inconcebiblemente negligente— qué tan poco esfuerzo se ha realizado para obtener datos y establecer una ciencia del comportamiento sexual humano."

Pero los científicos, como muchos en la sociedad, son mojigatos. Esta es la razón por la que casi todos los modelos psicológicos de bienestar ignoran incluso una mención de la sexualidad humana, y por la cuál casi todos los libros recientes sobre felicidad y bienestar ignoran la sexualidad.

Los seres humanos son infinitamente complejos. Así como no hay una razón universal para comer perros calientes (hot-dogs) (ya sea tratando de ganar un concurso o devorarlos por hábito frente a la televisión), no hay una razón única a través del tiempo, la cultura y la historia por la cuál la gente tiene sexo. Pero quiero compartir algunas ideas de hallazgos bien replicados sobre los motivos detrás de tener relaciones sexuales.

¿Por qué es importante esto?

Antes de 2007, un vistazo a la literatura científica concluyó a solo dos razones por las que las personas tenían sexo: procreación (pensemos en los mormones) y placer (pensar en Hedo Rick). Luego, en 2007, Cindy Meston y David Buss cerraron la brecha. En el primero de muchos estudios, pidieron a cientos de personas de 17 a 52 años que les ayudaran a crear una lista completa de las razones por las que las personas mantienen relaciones sexuales. A todos se les dio una pregunta:

«Por favor, enumere todas las razones que pueda pensar por las cuáles usted, o alguien que usted ha conocido, ha tenido relaciones sexuales en el pasado.''

Desde esa primera investigación, varias réplicas han llevado a un recuento final de 4 factores principales y 13 subfactores por los que lo hacemos:

Razones físicas.

Bajo este amplio paraguas, encontramos: (1) alivio de la tensión (buscar en YouTube la canción de Peaches "Fuck the Pain away"); (2) por placer (a veces es puro hedonismo a pesar de los científicos mojigatos que restan importancia a los beneficios); (3) deseo físico (simplemente, encontramos a nuestra pareja muy atractiva); y (4) búsqueda de experiencia (mejorar y practicar sus habilidades sexuales).

Lograr metas.

Bajo este amplio paraguas, encontramos: (5) recursos (tratando de poseer al objeto de nuestros deseos); (6) estatus social ( preocupaciones sobre lo que otras personas piensan y nuestra reputación—ver nuestro estudio sobre lo que las personas con alto nivel de ansiedad social ganan de escapadas sexuales alucinantes); (7) venganza(el deseo de lastimar a alguien, que tiene una base evolutiva); y (8) utilitaria (usar el sexo para obtener una ventaja en una relación o dominio de la vida).

Razones emocionales.

Bajo este amplio paraguas, encontramos: (9) amor y compromiso (una manera de mantener un apego seguro y profundo); y (10) expresión (una de las formas más definitivas de comunicarse, al menos con la pareja romántica).

Inseguridad.

Bajo este amplio paraguas, encontramos: (11) aumento de la autoestima (una estrategia para obtener un mínimo de fuerza y poder); (12) deber/presión ( cualquier cosa desde obligación o coerción por parte de otra persona); y (13) protección de parejas (haciendo la tarea para alejar a los cazadores furtivos).

Puede que tenga curiosidad acerca de las diferencias de género en las razones detrás de la actividad sexual. Permítanme citar directamente de los autores acerca de sus interesantes descubrimientos, porque las diferencias eran sustanciales:

Los hombres, significativamente más que las mujeres, dieron razones que se centraban en la apariencia física y la conveniencia física de una pareja, tales como ''la persona tenía un cuerpo deseable'', "la apariencia física de la persona me encendió'' y "la persona tenía una cara atractiva.'' Estos hallazgos apoyan la hipótesis basada en la evolución de que los hombres tienden a sentirse más excitados sexualmente por las señales sexuales visuales que las mujeres, ya que la apariencia física proporciona una riqueza de señales para la fertilidad y la capacidad reproductiva de una mujer (Buss, 1989b, 2003; Symons, 1979).

Los hombres, mucho más que las mujeres, también refirieron razones que indicaban la búsqueda de experiencia y la mera oportunidad. Los ejemplos incluyen ''la persona estaba disponible '', ''la oportunidad se presentó, ''y ''quería aumentar el número de personas con las que he experimentado.''

Las mujeres superaron a los hombres al referir algunas de las motivaciones emocionales para el sexo, tales como «quería expresar mi amor por la persona» y «me di cuenta de que estaba enamorada». Estos hallazgos apoyan la teoría basada en la evolución de que las mujeres, más que los hombres, prefieren el sexo en el contexto de una relación de compromiso permanente, y los sentimientos o expresiones de amor proporcionan señales de ese compromiso (Buss, 2003; Townsend, 1998). También apoyaron esta teoría los hallazgos que sugieren que el sexo sin compromiso emocional fue un motivador más poderoso para los hombres que para las mujeres. Los hombres superaron a las mujeres, por ejemplo, al mencionar cuestiones relacionadas con el placer físico puro, como querer lograr un orgasmo, porque se sentía bien, o simplemente porque estaban «cachondos». Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de las motivaciones emocionales para participar en el sexo no fueron respaldadas con mayor frecuencia por las mujeres (por ejemplo, «quería sentirme conectada con la persona»; «quería intensificar mi relación», «deseaba la cercanía emocional»). De hecho, los subfactores Amor y Compromiso y Expresión fueron los únicos dos de los 13 subfactores que no fueron respaldados con una frecuencia significativamente mayor entre los hombres que entre las mujeres. Este hallazgo apoya un creciente cuerpo de evidencia clínica que sugiere que tanto hombres como mujeres a veces desean intimidad y conexión emocional de la actividad sexual.

...Los hombres más frecuentemente que las mujeres mencionaron razones para tener relaciones sexuales que involucraban una variedad de funciones utilitarias, tales como "cambiar el tema de conversación", "para obtener un favor de alguien", o "para mejorar mis habilidades sexuales." Estos hallazgos contradicen el estereotipo de que las mujeres, más que los hombres, utilizan el sexo para obtener favores o tratamientos especiales.

Otro grupo de diferencias de género que no se predijo específicamente involucró la mejora de la condición social/el aumento de la reputación, el establecimiento de derechos de presunción y el deseo de decirle a sus amigos que tuvieron relaciones sexuales con alguien famoso. Sin embargo, estos hallazgos fueron consistentes con los datos empíricos que sugieren que los hombres que son actualmente o efectivamente polígamos obtienen un estatus social superior.

Estos hallazgos apuntan a un hecho importante: Al comparar hombres y mujeres, las mayores diferencias se encuentran en los motivos y comportamientos sexuales. Vale la pena recordar que la mayoría de las diferencias entre hombres y mujeres son inexistentes o pequeñas, excepto cuando el tema que se analiza es la sexualidad.

Entonces, ¿qué puedes hacer con este conocimiento?

Mi sugerencia es que te involucres en un poco de auto-exploración para conocerte a tí mismo. Pasa un mes llevando un diario sobre los motivos detrás de sus proclividades sexuales, y observa y habla cuidadosamente con tus parejas acerca de las suyas. Es posible que aprendas algo obvio sobre ti que nunca habías notado, y podrías iniciar algunas conversaciones importantes con tus parejas románticas sobre cómo convergen y divergen.

El sexo es el elemento más poco apreciado del bienestar en la psicología (excepto entre los psicólogos evolutivos). Tal vez sea hora de que los científicos y profesionales interesados en el bienestar dediquen menos tiempo a leer artículos y más tiempo a hablar con el humano salvaje para descubrir lo que los motiva.

Para más información, visita toddkashdan.com

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Todd B. Kashdan Ph.D.

El Doctor Todd B. Kashdan, es profesor de psicología en la Universidad de George Mason y autor deThe Upside of Your Dark Side: Why Being Your Whole Self–Not Just Your 'Good' Self–Drives Success and Fulfillment.

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